Abriella, una princesa es obligada a escapar de su hogar, teniendo que aprender a sobrevivir fuera de este. En el camino se encontrará con personas que la ayudarán a recuperar lo que le robaron. ¿Será capaz de conseguirlo?
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Entrenamiento con Alex
Al fin terminamos de mover todas las cosas a nuestra nueva casa, ya ordené nuevamente mi habitación, ahora me gustas más de cómo estaba antes.
Como accedí a que Bastian me vuelva a entrenar me estoy preparando mentalmente para verlo sin tener que recordar aquella pesadilla que tuve.
La casa en la que estamos ahora es mucho más grande que en la cabaña en la que nos estábamos quedando, como la cabaña fue un regalo decidimos que mientras íbamos acá y ganemos dinero lo utilizaremos para gastar en muebles y volverá diseñar aquella cabaña. Puede servir para vacaciones.
En el primer piso lo primero más importante que decidimos comprar un mesón y un horno, ya que el horno de que teníamos en la cabaña no va a ser capaz de soportar tantos postres ya que tenemos planeado vender muchos.
Como estaba diciendo en el primer piso pusimos un mesón, este mesón tiene un vidrio para que la gente pueda ver y elegir el postre que quieran. También pusimos algunas mesas para que la gente pueda descansar y comerse el postre sentados y tranquilos en este lugar.
Todavía no abrimos la tienda, pero ya pasado bastante gente preguntándonos cuando la abriremos ya que la fachada del lugar es bastante linda lo que llama la atención de los pueblerinos.
Mi amiga tiene pensado abrir la tienda la próxima semana, ahora ella se está preparando comprando los ingredientes más importantes como el azúcar, la harina, huevos y leche.
— Gaby, hoy vas a ir a ver a Bastian verdad. — Pregunto mi amiga mientras colocaba algunas decoraciones en el primer piso.
— Sí, hoy vuelvo a practicar con él. — Le dije mientras ayudaba colocando decoraciones en otra parte.
Hay quien que siento que el tiempo pasa muy rápido, como por ejemplo durante toda mi infancia. Hay veces que me hubiera gustado que el tiempo se detuviera y haber disfrutado más ese momento.
Pero ahora lo único que siento es que todo esto esté avanzando muy lento, les diría que conozco a mi amiga hace bastante tiempo casi que años, pero en realidad llevábamos juntas aproximadamente dos meses. No puedo creer lo fácil que conectamos nosotras dos.
Aparte de todo eso me han pasado muchas cosas que nunca en mi vida hubiera pensado que me pasarían.
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Luego de ayudar a mi amiga con la decoración del primer piso subí y me cambié de ropa, antes estaba usando un vestido, un vestido que me regaló Margarita.
Lo primero que me puse fueron los pantalones, creo que ahora vestido acostumbrando a utilizarlos, y luego me puse una blusa, este Outfit me es bastante cómodo al momento de hacer algún deporte o practicar con armas.
Decidí llevar la daga que me fue regalada por Bastian y también el arco ya que no sabía que era lo que podíamos usar esta vez.
— Adiós Elo, voy a volver antes de la anochecer no te preocupes. — Le dije a mi amiga también me despedía de ella en la puerta principal.
— Te voy a estar esperando con un delicioso postre, vuelve pronto. — Dijo mi amiga.
— Si sigues preparando dulces y postres de esta manera estoy segura de que voy a terminar engordando y saldré rodando de esta casa. — le dije a mi amiga.
La única reacción que salió de ella fue reírse de lo que dije. Aunque no estoy mintiendo, las voces que haces son bastante ricos como para negarse a un trozo.
Antes la casa de estos hombres nos quedaba a unos veinte minutos de nuestra casa, ahora que vimos en el pueblo se podría decir que queda mucho más cerca, más o menos a unos cinco minutos. Ellos no viven tan lejos del pueblo.
Al tocar la puerta de su casa la persona que me recibió fue Alex, me cae muy bien esta persona ya que es muy comprometido y respetuoso, también caballeroso.
Bueno en realidad ni uno de estos hombres me cae mal, son todos muy buenas personas, son muy decididos en lo que ellos quieren y deciden hacer.
— ¿Cómo les está yendo en la nueva casa? — Preguntó Alex mientras me invitaba a pasar.
Al entrar logré ver sentado a Ed, él se levantó y me saludó.
— Nos está yendo bastante bien ahora, creemos que pronto vamos a abrir la tienda, lo que es una buena noticia. — Le respondí.
— Qué bueno que sea así. — Respondió Alex. — Ahora Bastián se encuentra en su habitación, creo que está hablando con rían de algo. ¿Quieres hacer algo mientras ellos siguen hablando de eso? Si quieres yo te puedo enseñar algunas técnicas con el arco, yo también sé usarlo. — ofreció su ayuda a Alex.
Él es una buena persona así que accedí a su ayuda, así no me atrasaría con mi enseñanza mientras baje se encuentra ocupado.
— Si quieres yo también te puedo ayudar en tu práctica. — Dijo Ed mientras nos miraba. — Alex no es malo enseñando, pero se suele frustrar rápidamente. Hubo un tiempo en el que le trató de enseñar a una persona pero se frustró y lo dejó.
— Si lo dices de esa manera le vas a hacer creer que yo soy un flojo o que no tengo paciencia. — Dijo Alex mientras lo miraba.
— Pero eso no es mentira. — Respondió Ed.
— Ignora todo lo que dijo Ed en este momento. — Dijo Alex mientras me agarraba del brazo me alejaba de él para así no escucharlo, aunque por más que intentar si lograba escucharlo.
— ¿Qué es lo que está hablando Ryan y Bastian ahora? Me contaron que son amigos, mejores amigos, pero se la pasan discutiendo todo el rato. — Pregunté a Alex mientras nos alejábamos
— Sí, ellos se las pasan discutiendo. Pero siempre llegarán a un acuerdo y pasan los malos ratos, para mí eso significa mejor amigo, discuten, pero son capaces de entenderse mutuamente. — Dijo Alex.
Eso tiene sentido, y que es normal que las personas discutan entre ellos.
— Ya, ahora te voy a enseñar a cómo usar el arco. Supongo que no sabes hacerlo, muéstrame lo que sabes hacer. — Me dijo mientras me entregaba un arco.
Le negué el arco.
— No necesario que me pases un arco ahora, traje el mío, así me puedo acostumbrar a él ya sea su peso, la fuerza en la que necesito estirar la cuerda, y la velocidad con la que dispara las flechas. — Le contesté.
— Bueno, es igual será facilitaría la enseñanza. Yo te muestro con este arco como hacer las cosas y tú lo tratas de imitar con el tuyo, a ver si funciona esta forma. — Dijo.
Luego de eso él empezó a lanzar flechas y mostrarme cómo hacerlo, traté de imitarlo pero mis flechas no llegaban ni avanzaban a tanta velocidad.
A este punto podría creer que no soy hábil con ninguna arma. Creo que es momento de descartar, no dagas, no arcos.
¿Qué arma podría usar ahora?
