Una Bella Historia De Reencarnación

Capítulo 9

Mis palabras aumentaron su ego

-Claro la primera invitación que haré será para su familia-

Otra señorita me consulta

-Usted señorita Maribel, ¿también buscará un excelente esposo?-

-No, yo solo voy a divertirme con mi hermana, no pienso ir atrás de ningún hombre, en mi casa estoy cómoda-

-¿No me diga que se quedará a vestir santos?-

Mi hermana la mira interrogante

-¿Qué es eso?-

Yo le contesto con una sonrisa

-Es una expresión usada para las mujeres que no se casarán, se dice que se han quedado a vestir santos. Pues los vestiré muy a la moda de ser necesario señoritas, no se preocupen por mí-

Las mujeres me veían sin poder creer lo que pasaba, ninguna mujer al menos que esté loca, asumiría no casarse

-Si mi hermana se queda a vestir santos yo le haré compañía-

Una chica comienza a reír, no me había percatado de su presencia, hasta ese momento

-Me encanta este par de hermanas, hablemos de algo más interesantes que no sea vida de señora adulta, casada. ¿Leyeron la última novela de la Dama Enmascarada?-

Todas las mujeres comenzaron a idealizar un romance como esa novela, mientras me reía por lo bajo, se ve que mis novelas son más admiradas de lo que creí, debo pasarme por el editor que me pague lo de este mes y llevarle la siguiente historia.

Nos retiramos, casi habíamos logrado salir sin cruzar a ese muchacho desagradable, hasta que escucho una voz a lo lejos

-¡Señorita Maribel!-

Aunque aumentaba mi caminata y arrastraba a mi hermana, el desgraciado llegó a nosotras antes que pueda subir al carruaje

-¡Señorita Maribel! ¿No me escuchó que la llamé?-

-Oh lo siento joven Baronet, no lo oímos ¿qué desea?-

-Dígame Bartolomé, por favor-

Lo miré sin emoción en mi rostro

-Prefiero que no, ¿desea algo?-

Me miró impotente y con rabia

-No, solo quería invitarla a pasear por el mercado, hoy está la feria ¿no quiere ir?-

Antes que pueda contestar interrumpe Claudia, su hermana

-Claro vamos todo en grupo, podemos ir los cuatro-

Lo miré como si quisiera apuñalar a ambos, pero sabía lo caprichosa que era esta chica, antes de seguir peleando, una vez en la feria, me iría por mi lado con mi hermanita. Después de todo iríamos de todas formas

-Está bien iremos, lleva muchas monedas me gusta comprar muchas cosas joven Conde-

Se veía ilusionado, por lo que solo lo miré sin respuesta y arrastré a mi hermana al carruaje

Ya en el vehículo me consulta

-¿Por qué aceptaste?-

-Lo haré pasar un mal momento en público a ver si se le pasa su obsesión conmigo, alguien de mayor estatus obsesionado es mala señal-

-Tienes razón, pero sino deja de seguirte le daré una paliza-

-No te preocupes, para eso los tenemos a ellos-

Miro por la ventana y se asoma a caballo un hombre todo vestido de negro, no se le podía ver la cara, solo sus ojos

-Dime Damián ¿qué sucede?-

Damián es el jefe de mis sombras, un grupo que me dejó crear mi padre, son caballeros ocultos, a los que solo yo, conozco realmente, también los entrené en arquería y combate cuerpo a cuerpo, la convocatoria la realice después de encontrarme con un joven de unos veinte largos años malherido en medio del camino, cuando íbamos de compras con mi hermana.

Esto fue hace ya cinco años atrás, el joven tenía muchas marcas de espada en todo su cuerpo, lo llevé con nosotras, lo curé y le di un techo, resultó ser un mercenario, de buen carácter, considerando su trabajo, tiene un humor único.

Le propuse que trabaje para mí y que sea el jefe del grupo que quería crear, por si alguien de mi familia corría alguna vez peligro. El grupo sería para hombres y mujeres por igual, si no sabían pelear, se les enseñaría, solamente quería q sean fieles a mi familia.

Al comienzo creyó que mentía o exageraba y me prometió lealtad absoluta, si le ganaba en combate cuerpo a cuerpo, cuando estuvo tirado debajo de mí, sin poder moverse, se inclinó ante mí dándome obediencia eterna y hace cinco años que es mi fiel escolta, y jefe de ese grupo oculto que creé.

-Señorita, delante hay un grupo de bandidos-

-¿Pueden encargarse?-

-Claro-

-Antes que lleguemos, no tengo ganas de hacer ejercicio-

-Si, mi señorita-

Vemos que en un segundo desaparecen, mi hermana suspira

-Nunca me acostumbraré a esas sombras tuyas, me asustan cuando aparecen así de la nada y desaparecen como fantasmas-

Comencé a reír tiernamente y la abracé

-No hace falta que les prestes atención, todo es para que podamos ser felices, sin que nos molesten-

-Lo sé hermana, eres la mejor-

-Si, lo sé-

Seguimos el viaje hablando de cosas triviales, cuando el cochero pega un grito, me asomo a la ventana para ver qué pasaba. Mi grupo había llegado hace un rato e hizo una hermosa masacre con los bandidos que allí estaban. Lo siento, pero en esta vida no pienso arriesgarme que otro malviviente me quite la vida que me costó construir.

Le digo al cochero

-Sir Marco siga su camino, no se preocupe, ya vendrán los soldados que custodian los caminos y lo limpiaran-

Con la voz temblorosa, me contesta

-Si mi señorita, seguiré mi camino-