Demetri Volkova, El Mafioso Cautivado Por Una Mirada

...CAPÍTULO. 22 ...

ROGER Y SAHARA

--- Qué piensas de cómo podemos resolver este problema. - dijo Roger.

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--- Disculpe que me entrometa, señorita Sahara con todo respeto su tío le comento algo de como conoció a la mujer que busca. - dijo Leo pensativo.

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--- Oh si, él me dijo que primero él la conoció en una de la casa donde tenían a mi hermana Amira, él estaba ayudando a mi tío y su hermosa gata le dio un batazo por las costillas, luego. - Sahara fue interrumpida.

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--- Es él, es él, recuerdo el día en que mi hermana llego asustada a la casa, porque se había presentado un problema en la mansión en donde estaba trabajando y que ese día agradecía llevar el bate que le di porque así se pudo defender. - dijo Roger mientras se le iluminaban los ojos.

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--- Si y después se la encontró en la boda de mi hermana con mi tío, me dijo que ese día ella estaba de mesera ayudando con los licores. - dijo Sahara recordando lo que le comentaba su tío Demetri.

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--- Por supuesto ese fue el día en que ella vio a ese hombre besando a la novia y ahí fue donde ella descubrió que él era el novio. - dijo Roger inquieto.

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Una sonora carcajada estremeció a los chicos que conversaban tratando de descifrar lo que sucedía, era Tito quien ya sabía que una simple confusión había separado al señor Demetri de la persona que ama.

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--- De que te ríes Tito. - dijo Sahara con su ceño fruncido.

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--- Es que por lo visto el señor Demetri y la señorita Rebeca fueron cómplices de la confusión, porque ella pensó que estaba en la boda del hombre que ama y él piensa que ella jugo con él y lo abandono. - respondió Tito.

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--- Tienes razón, pero nosotros ayudaremos a que se encuentren nuevamente. - dijo Leo con certeza

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Sahara se quedó mirando el rostro de Leo, era el niño más lindo que había visto, eso, incómodo mucho a Roger quien rápidamente saco conversación.

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--- Sahara, como haremos para que se encuentren. - dijo Roger.

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--- Yo tengo una idea. - volvió a comentar Leo.

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--- Aja, cuál es tu idea. - ya Roger se estaba molestando porque al parecer su amigo solo tiene buenas ideas.

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--- No te molestes hermano, no me gustas las bebes. - dijo Leo al oído de Roger haciendo que este palideciera un poco.

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--- Bueno, bueno, cuál es la idea. - dijo Sahara.

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--- Iremos a la casa de Roger, así conoces a Rebeca, luego llamaras a tu tío y le inventaras una excusa para que te vaya a buscar y así ellos dos se encuentran. - dijo Leo con una gran sonrisa.

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--- Wow, me parece súper tu idea, bueno no tenemos nada que esperar, levántense iremos inmediatamente a tu casa Roger. - dijo Sahara con voz de mando.

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---Pero es que yo tengo que entrenar. -dijo Roger algo tímido.

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--- Por un día que no entrenes no te van a sacar de las grandes ligas, así que la prioridad es mi tío, tu hermana y ese hermoso bebe que es mi futuro primo o prima, así que andando y no me hagas molestar. - dijo Sahara dejándolos solos en la mesa para esperarlos afuera.

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--- Vamos Roger la enana tiene razón. - dijo Leo, para luego levantarse e ir al auto que ya los esperaba.

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Ambos jóvenes corrieron rápidamente y subieron a la camioneta que esperaba por ellos, todo el camino fue silencioso, Roger dio indicaciones de la dirección de su casa, después de unos quince minutos el auto estaciono en frente de una hermosa y humilde casa.

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--- Mi casa es humilde, espero no se incomoden. - dijo Roger nervioso.

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--- Tranquilo Roger, ahorita lo importante es que mi tío y Tu hermana se encuentren, no pierdas el objetivo, esa es la prioridad. - dijo Sahara mirando de reojo a Roger y a Leo, era una situación incómoda, como dos chicos le daban curiosidad al punto de sonrojarse.

Roger entró junto con Leo y luego paso Sahara junto con Tito.

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---Tomen asiento, vere si mi hermana está en su habitación y si no la llamare. - dijo Roger soltando su bolso con su uniforme y dirigiéndose a la habitación de Rebeca.

Con tres toques a la puerta se escuchó una voz del otro lado.

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--- Adelante.

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--- Hola hermanita, como te sientes, como está mi primo hermoso. - dijo Roger colocando su mano en el vientre de Rebeca.

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--- Bien manito, hoy he tenido mucho sueño y asi con los sentimientos alborotados, ganas de reír, de llorar y sobre todo ganas de comer mucho pero mucho pastel de zanahoria. - comenzó a reír Rebeca mientras le contaba a su hermano.

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--- Hermana, me gustaría que me acompañaras a la sala, quiero que conozcas una amiga, además de que Leo también está aquí.

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--- Oh, claro hermano, me hubieses avisado con anticipación y hubiese preparado algo para merendar.

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--- Tranquila, hermana solo vamos acompáñame.

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Ambos salieron de la habitación y se dirigieron a la sala, Rebeca como siempre saludo con una enorme sonrisa a Leo a Sahara y a Tito.

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--- Eres una hermosa niña. - dijo Rebeca a Sahara.

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--- Y usted también es muy hermosa, me contó Roger que está esperando un bebito.

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--- Oh si pequeña.

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--- El papa del bebito debe de ser muy feliz, yo quiero un hermanito, pero mi mamá me dice que ya no está para eso, que me conforme con mis primos.

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--- Ja, ja, ja, ja, eres un amor, bueno si tu mamá lo dice sus razones tiene, y el papa del bebito no lo sabe.

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En ese momento Sahara se dio cuenta de que Rebeca, es una buena mujer, por ende, será una buena madre para su primito o primita y una excelente tía para ella, debería de movilizarse y traer a su tío inmediatamente.

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Su mirada se dirigía a los movimientos de su futura tía, como se desplazaba en la cocina preparándoles una deliciosa merienda, porque eso si el olor le estaba haciendo salir la baba de lo exquisito que olía, además de la sonrisa y de los chistes, ambos hermanos contando experiencias en los partidos de beisbol y como comparten entre familia.

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--- Tía. -dijo Sahara de repente dejando a Rebeca sorprendida.

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--- Ehm, bueno disculpa, te puedo llamar tía verdad. - dijo Sahara de manera inocente.

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--- Si, pequeña, no hay ningún problema, puedes decirme tía, cuéntame que necesitas.

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--- Tía, voy un momento al auto con mi amigo Tito, compraremos chocolate y regresaremos.

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--- seguro, puedo mandar a Leo.

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--- Tranquila tía, eso será rápido ya verás. - dijo Sahara mostrando una hermosa sonrisa dejando a Roger sonrojado por estar mirando demás a esa chiquilla.

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Sahara y Tito salieron de la casa y se subieron al auto.

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--- Mi princesa, espero sus órdenes.

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--- Vamos a algo cercano debemos comprar el chocolate, mientras yo localizo a mi tío.

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---- Perfecto. - respondió Tito movilizando el auto.

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Después de más de diez timbradas, por fin el celular de Demetri fue contestado.

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--- Aló, pequeña Tasmania, que quieres.

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--- Tío, que son esas maneras de hablar, te necesito urgentemente.

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--- Pequeña, que sucedió, que tienes, que está pasando, donde estás.

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--- Tío, necesito que me vengas a buscar estoy en casa de Roger y no sé cómo devolverme a la mansión.

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--- Pero como demonios llegaste allí, quien te llevo, porque no te esperaron, sabes que mejor no respondas, ya salgo inmediatamente para alla.- dijo Demetri cortando la llamada y alistándose rápidamente para salir en busca de su pequeña sobrina.

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Mientras en el auto Sahara con una enorme sonrisa chillaba de emoción, en eso entra tito al auto.

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--- Listo mi princesa, aquí tiene el encargo, unos chocolates.

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--- Perfecto tito, vayamos a casa de mi futura tía, ya tío Demetri viene en camino. -

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--- Como usted mande princesa.