La Elegida: Secretos De Una Vida Oculta.

**Narra Cleo**

Esa tarde subí a mi habitación y me quede con Akira encerradas lo que restaba del día, necesitaba de ella, de sus besos, de sus abrazos, de su aroma y de su calor corporal, porque tan pronto me recosté en sus brazos me quede profundamente dormida, que la noche se me hizo demasiado corta.

Al día siguiente que desperté, estaba sola en la habitación ella ya se había ido al trabajo y me había dejado una nota en la mesita de noche donde me decía que después ira a la escuela para que almorzáramos juntas, cierto, anoche le había dicho que hoy iría a la universidad para ver a Luna.

La verdad no estaba totalmente segura porque necesitaba verla, solo mi instinto me decía que debía de buscarla,

La verdad no estaba totalmente segura porque necesitaba verla, solo mi instinto me decía que debía de buscarla, dele el día del entierro de mi madre cuando Demian me hizo aquella pregunta, he tenido un mal presentimiento, sé que Luna sería incapaz de traicionarme o hacer algo contra mí, pero algo se sentía raro.

Ella siempre estaba conmigo, nunca se separaba de mí, y es más era raro que después de ver mi casa, no estuviera más aquí conmigo, ya que pareció impresionarle bastante esta vida, tal vez le estoy pensando demasiado y se está poniendo al corriente en la escuela, puesto que los días que falto debieron atrasarla mucho.

La buscaré y le pediré que me disculpe por todo, por no decirle nada, por hacerla cuidarme mientras estuve enferma, que me perdone por no ser una verdadera amiga, y también me disculparé por no poder decirle toda la verdad, yo sé que ella me entenderá, siempre lo ha hecho, no hay otra amiga como lo es Luna, la mejor siempre la mejor.

Me levante de la cama, tome una ducha rápida, me vestí como de costumbre, con mis playeras negras, jeans, chaqueta de cuero y mis botas, no iría en la moto, pero ya se me había hecho costumbre vestirme de esta forma.

Antes de salir de la habitación cogí mi teléfono y lo encendí después de varios días de tenerlo apagado, la bandeja de notificación se llenó en un santiamén, muchas personas habían escrito para darme las condolencias, la noticia de que mi madre había fallecido se extendió por la ciudad muy rapido, no lo pudimos evitar, después de todo ella era la dueña de una de las empresas más grande de toda Moor, pero al final todo era lo mismo, excepto por ese contacto, excepto por esa persona en donde solo el numero uno marcaba la diferencia de todos aquellos demás que eran infinitos, un solo mensaje y me descontrole de una mara indescriptible, pero ¿Por qué?

Le piqué con el dedo temerosa, es más creo que por un momento cerré los ojos, porque no quería ver que decía ese mensaje, lentamente dirigí mi mirada hacia esa pantalla diminuta, solo eran dos palabras, dos palabras que se sintieron como si me quitaran media vida, dos palabras que me des estabilizaron por completo, dos malditas palabras y mi mundo se fue de mis manos, me aferre a ese teléfono, me aferra a esas dos palabras y mi vista se hizo muy borrosa, estaba llorando, de verdad lo estaba haciendo, solo eran dos malditas palabras, que podían significar mucho, pero también nada, que podían ser algo o una simple broma.

Nunca imagine que un simple mensaje de texto podría doler más que aquella bala de plata que perforo el costado y mírame ahora aquí de rodilla en mi habitación sosteniendo mi teléfono en las manos y con las vista más borrosa gracias a las lágrimas que empezaron a brotar de un momento a otro, rota más rota que nunca, porque me prometí no perder a nadie más.

¿Por qué envió ese mensaje?,

¿por qué esas palabras parecían ocupar toda mi mente?, por alguna razón ella escribió ese mensaje y desapareció de mi vida como si nada, anoche todavía pensaba en que ella jamás me traicionaría, no, ¿acaso podría llamarle a eso traición?, ¿podría un mensaje con las palabras “Te Odio” considerarse traición?

Pero esas dos insignificantes palabras me desequilibraron, rompieron con todo lo poco que había podido componerme, con lo poco que me había podido controlar y con lo poco que había reconstruido, le di mucha importancia, pero aun así quería creer que se trataba de una broma, quería creerlo en verdad.

Solo eso y el resto estába en blanco.

¿Qué estabas pensando Luna cuando enviaste ese mensaje?, ¿Qué ha pasado para que escribieras eso?, ¿Qué he hecho mal?, ¿te ofendí de alguna manera?, ¿Dónde estás?, eran preguntas que se repetían en mi cabeza una y otra vez, las lágrimas no dejaban de caer y empecé luchar contra mi lobo.

Mi cuerpo de debilito y mi lobo quería tomar el control, enlace el vínculo con Dhar, ya que con los chico aun no lo había hecho y le avise que encendieran el coche, me incorpore a pesar del dolor y las lágrimas, y baje las escaleras lo más rápido que pude, los chico ya me habían estado esperando, se sorprendieron al verme en ese estado, sé que pudieron sentir a mi lobo luchando con mi conciencia humana por el control de mi cuerpo, mi aura de alfa que se me escapa por los poros, pude sentir su miedo, aun asi se subieron al coche y no dije nada, solo tome el volante.

Pise el acelerador, no me estaba importando nada, ni que mis ojos ya se hubieran cambiado de color, solo quería llegar y mirar a Luna a los ojos y que me explicase por qué había escrito aquellas palabras, porque no me ha dado la cara desde que ese día.

Que me diga que hice mal, que me diga por qué yo no lo puedo entender, porque yo no pedí esta vida, porque yo no pedí siquiera nacer, que me diga por qué, porque ahora, porque cuando los necesito a todos a mi lado.

Llegue más rápido de lo que imagine y aparque el coche, no sé si en un lugar correcto solo me detuve y me fui directamente a su facultad, la busqué por cada salón, en a cada puerta que encontré entre y la busque, pero parecía habérsela tragado la tierra.

Me detuve en la escaleras, me di cuenta que nunca solté el móvil, lo sostenía con mucha fuerza, y volví a llorar —¿Dónde estás luna? — me dije a mi misma.

—¡¿Cleo?! — escuche.

Me gire para ver si eran los chicos, pero no había nadie, el pasillo estaba vacío estaba sola.

—¿Cleo? — nuevamente escuche,

Esa voz, no la conocía en ningún lado, pero me estaba hablando, solo que no se dé donde provenía.

—¿Cleo? — otra vez, pero ahora estaba segura que yo sola la escuchaba, estaba en mi cabeza, era un enlace mental, igual al vinculo que hago con mis betas.

—¿Quién eres? — pregunte

—Ven a mi — me dijo

—¿Quién eres? — pregone nuevamente

La voz se quedó un momento en silencio, pero después la volví a escuchar en mi cabeza —Ven a mí y sabrás quien soy.

Ir a ella, pero ¿Cómo saber a dónde?, no será otra trampa de Evans, y aun no estaba lista para enfrentarme a él.

—¿A dónde? — pregunte.

—Bosque — fue solo una palabras y de ahí, nada, silencio, solo silencio.

Baje corriendo las escaleras, corrí por todos los pasillos para salir de ahí y llegue hasta el coche, los chico también corrieron hacia mi cuando me vieron salir.

—¿la has encontrado? —

—No — respondí — pero necesito que hagan algo por mí, ¿podrán hacerlo? — pregunte dirigiéndome a mis tres betas.

—Sí — respondieron los tres.

—Bien, escuchen muy bien lo que van hacer — les dije — Dhar iras a la mansión y buscaras a mi padre, después que llegues esperaras una hora, si en ese tiempo no llego le dirás a mi padre que me busquen en el bosque, Saul, iras a la empresa y buscaras a Akira, te quedaras con ella todo el tiempo no le quitaras los ojos de encima, esperaras igual una hora y si en ese tiempo no te llamo, me buscaran en el bosque, Tom tu iras con Demian, le dirás que se prepare con todo lo que pueda y después de una hora si no me pongo en contacto que me busque también en el bosque, todos aran asi como le he dicho, no lleguen antes de esa hora, debe de ser después si en dado caso no me contacto, ¿entendido?

—Si alfa — me respondieron.

Los miré y después corrí en dirección al bosque, pude notar que me miraban, y tal vez tenían la intención de seguirme en ese momento, pero una no queríamos llamar más la atención y dos debían de obedecer mis ordenes, los tres eran mis Betas, estaban bajo mi mando, y aun que fueran mis amigos, no debían de desobedecerme y si yo dije que debían de seguirla al pie de la letra debían de hacerlo.

No me detuve, confiaba en ellos, seguí corriendo hasta adentrarme más y más en el bosque, pronto los ruidos de la cuidad se disiparon y se transformaron en susurros que el viento llevaba y traía, se convirtió en los cantos de las aves, se convirtió en más que carros y trenes.

Llegue hasta un lugar, cansada y agitada, no sabía en donde estaba, pero sabía que estaba en el lugar correcto, nunca había llegado hasta este lugar, era distinto al claro de luna, pero este era el lugar, mi instinto me decía que aquí era.

Gire a todas las direcciones, alguien me observaba, lo sabía, alguien me miraba, pero no sabía de qué dirección saldría, esa persona solo me dijo el bosque, pero no dijo más, probablemente Evans me quiere tender una trampa y he caído redondita.

—¿Cleo? — me hablo esa voz, me gire para encontrarla y la mire a los ojos.

—¿Quién eres tú? — pregunte.

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Hola...soy la autora de la Elegida; quiero aprovechar este pequeño espacio para saludar a mis pequeñas lectoras, y agradecerles el tiempo que se dan para leer sé que ha sido todo muy confuso hasta ahora,

¿pero cuando va ser diferente si se te oculta la verdad?

En esta historia hay muchos secretos, secretos que parecen no llevar a ningun lado, pero que siguen un curso...¿a donde terminara?

Quedate y sigue leyendo....veras que la verdad llegara.

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Este es un regalo para ustedes.