¡Casada Con Un Mafioso! ¡El Contrato!

Dean

Nuestra mañana fue tan buena que ahora no me importa tanto el hecho de que no hayamos hecho nada cuando llegamos aquí. La sensación que tuve cuando se entregó, sentirla por completo fue puro éxtasis.

Pasamos la mayor parte del día juntos en la habitación y solo paramos lo que estábamos haciendo porque ella tenía hambre, pero yo estaba hambriento de ella. Mi dulce obsesión, mis ojos recorren su cuerpo que me dejó como un volcán en erupción en la habitación, pero ahora estamos en la sala y ella está usando un bikini que hace que su cuerpo sea aún más invitante. Soy sacado de mi paraíso privado por el dulce sonido de su voz.

— Entonces, ¿qué vamos a hacer el resto del día? ¿Me vas a mostrar el lugar y sus encantos? Imagino que sí, ya que es una isla paradisíaca.

— ¡Sí, claro que te mostraré todo por aquí! Así como vamos a disfrutar de cada lugar escondido, y puedes estar tranquila, estamos solos aquí, la persona que preparó la comida viene en horarios específicos y se queda solo en la cocina.

Terminamos de comer y la llevo al centro de la isla donde hay algo que me pareció impresionante, una pequeña cascada, su caída de agua es más parecida a una ducha, pero es una delicia.

Parece una piscina natural donde se puede ver el fondo de arena. Yo entro y el agua no está tan fría como la del mar, ni tampoco salada, sino dulce. Hazel tiene los ojos brillando encantados por el lugar. Ella entra en el agua y yo me quedo allí admirándola. Me quito toda la ropa y entro allí con ella.

— ¿No es perfecto aquí?

— Sí, ¡es perfecto! ¿Vienes aquí a menudo? – beso su cuello sin responder a la pregunta, y siento su piel erizarse.

— A veces vengo, cuando necesito controlar mi otro lado. El lado que no quiero que conozcas. – la giro hacia mí y suelto la parte de abajo de su bikini, la tiro al lugar donde dejé mis ropas, luego me deshago de la parte de arriba. — ¿Te traje al lugar correcto para nuestra luna de miel?

— Silencioso, tranquilo, sin personas alrededor y un paraíso tropical. Otra mujer en mi lugar diría que al final de esta luna de miel me matarías y luego te irías tranquilo porque conseguiste lo que tanto querías... Pero yo no. Me gusta el silencio, me gusta la calma, me gusta no tener más personas aquí y me gusta que sea un paraíso tropical, así que si realmente me matas aquí, sería un hermoso lugar para un descanso eterno.

— ¡Hasta quiero matarte, pero de placer! – la beso y ella se entrega a mí como lo hizo antes.

Es tan bueno que no me rechace, es bueno tenerla tan libre en mis brazos. Aunque sea por causa de un contrato. Salimos de allí con la noche ya siguiéndonos, ella estaba cansada, no le di tregua en ningún momento. La dejaré tomar un baño, comer algo y dormir.

Despierto sintiéndola encajar perfectamente en mí. La sostengo firme y la atraigo hacia mí mientras susurro:

— ¿Cómo sabías que estaba soñando contigo así encima de mí?

— ¡Estabas soñando tan fuerte que pude escuchar!

— ¡Buena chica! Vamos a ser muy felices así. – continuamos y el día amanece viéndonos a los dos.

Es una lástima que la semana pase más rápido de lo que quisiera y tengamos que volver a nuestras vidas.

Llegamos a la mansión y Jordan debe estar disfrutando de su luna de miel, así que por ahora seremos solo nosotros dos, no completamente solos ya que hay empleados en la casa, pero por la noche seremos solo nosotros dos en nuestra habitación.

— Tendré que salir un momento para resolver un asunto, ya le pedí a los empleados que pongan tus cosas aquí en nuestra habitación. Sé que tendrás tus momentos para dormir en la otra habitación, pero quiero que entiendas que esta es tu habitación. – la beso y ella se queda allí parada solo observándome salir.

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Aprovechando la salida de Dean, voy a la cafetería y allí mis amigos me cuentan cómo están las cosas en la casa de los Sinclair.

— Hola Austin, hola Lind, ¿cómo están las cosas por aquí después de estos días que estuve fuera?

— Por aquí están geniales. – Austin habla animado – Las ventas han aumentado, la gente ahora me respeta más como gerente después de esa reunión que hiciste antes de casarte. Tu boda fue preciosa, incluso dadas las circunstancias que te llevaron a casarte.

— ¡Pero ni siquiera nos hablaste antes de salir como un cohete de allí! – se queja Lind — ¿Qué pasó?

— ¡La familia Sinclair es lo que pasó! ¿Puedes creer que estaban allí y ni siquiera vinieron a hablarme? ¡Ni siquiera para agradecer que estoy sacrificándome una vez más para salvar sus vidas! Y eso me enfadó mucho. Pero ahora ya no importa, me entregué al lobo malo y creo que me gustó.

— Sinceramente, no quiero escuchar esa parte. – Austin hace una mueca de asco — Pero en cuanto a tus padres, hay algo que necesitas saber.

— ¡Definitivamente quiero saber todos los detalles sobre esa parte! – Lindsay habla riendo, pero luego se pone seria mirando en dirección a Austin — Pero, Austin, no sé si es bueno contarle esto.

— ¿Contar qué? ¡Hablen ya! Y Lind, ven a mi oficina en breve para hablar.

— Tus padres están organizando un bingo nocturno en su casa con apuestas de dinero. – dice Austin y yo me quedo boquiabierta — Comienzan con apuestas bajas y van aumentando según avanza la ronda.

— Y creemos que podría salir mal si tu apuesto esposo descubre eso. – completa Lind.

— Definitivamente podría salir muy mal. Y tendría que arreglarlo como siempre... Ellos nunca madurarán. ¿Hasta cuándo tendré que limpiar su desastre con la mierda de mi vida? – irritada voy directo a mi oficina y me quedo allí hasta que Lind entra. — Dijiste que querías hablar conmigo aquí. Entonces, vine.

— Debo decirte que la luna de miel fue maravillosa. Realmente es ardiente y no estoy hablando metafóricamente. Su cuerpo se calienta hasta el punto de hacerme sentir calor y sudar.

— Cuéntame cómo fue la primera vez. Necesito saber si es grande abajo tanto como es alto.

— ¡Sí, lo es! Pensé que no podría, pero me equivoqué. No solo pude, sino que me gustó mucho. Él en la cama y fuera de ella es increíble. Fueron días perfectos. Pero todo lo que funciona entre nosotros es solo en esa parte.

— ¿Y no está bien? ¡Chica, déjate de ese asunto de amor! Eso duele y es una pérdida de tiempo. Lo que ustedes están haciendo es mucho mejor que ese sentimiento.

— ¡El sexo no lo es todo, Lind! Sé que has tenido tus decepciones amorosas, pero existen para hacerte más fuerte para la próxima.

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Estaba "eliminando" una pandilla que estaba robando de uno de mis clubes nocturnos, y cuando estaba regresando a casa paso frente a la cafetería y veo algo que me deja fuera de mí. Pero al pasar por allí veo a un hombre hablando con ella y poniendo la mano en su hombro.