Beso De Ángel

Alexia esquivo el ataque de la maldición, miro a la otra que quedaba se mantenía al margen de la batalla.

-¿Estás bien? - Pregunto Mila acercándose.

-Lo estoy, pero no debemos confiarnos las dos que quedan son diferentes.

-Ustedes dos...-Se acercó Lea mientras tenia un arco en sus manos. - Ataquen yo les cubro las espaldas, debemos purificar a las maldiciones restantes-Dijo de manera autoritaria.

Mila y Alexia se lanzaron contra aquella maldición, la cual esquivaba sus ataques con facilidad y al atacar se enfocaba más en Alexia que en Mila, esto lo observó Lea quien seguía en video llamada con Dominic, él también observaba cada movimiento de aquella maldición y no perdía de vista la que se mantenía observando.

-Alexia, se el anzuelo...Mila purifica cuando la maldición se enfoque en Alexia-Ordenó Dominic, aquellas chicas escucharon la indicación mediante los transmisores que llevaban en sus orejas.

-Prepárate Alexia - Mila se separó de su amiga, mientras que la chica de ojos azules se enfocó en distraer a la maldición no fue difícil pues desde el principio estaba enfocada en solo atacarla a ella.

La maldición atacó con sus filosas garras, Alexia esquivo dando un gran salto, lanzó su espada contra aquella bestia, quien la detuvo con sus garras, dejando sorprendidas a las tres chicas, incluso a Dominic pues era la primera vez que veían una reacción así de una maldición.

Aquella maldición soltó un horrible rugido contra Alexia, provocando una gran onda, lastimando los oidos de las chicas, sobre todo en Alexia los transmisores cayeron sobre la arena, sus oídos comenzaron a sangrar, la chica en el aire comenzó a caer sin tener control.

-¡Alexia! - Grito Mila corriendo hacia su amiga.

Lea reacciono ante el shock, tenso su arco y apuntó hacia la maldición, sintió una fuerte punzada en su pecho y su mirada se nubló.

-Basta, Lea... Has usado demasiada energía-Susurró Dominic.

Les suspiro y se puso firme nuevamente sin dudarlo disparo su flecha hacia la maldición, aquella flecha dio directo en la cabeza de la maldición poco a poco se empezó a convertir en ceniza pero aún así atacó a Alexia quien estaba confundida por la pérdida del sentido del oído.

-¡No toques a mi amiga! - Dijo furiosa Mila, cortando por la mitad a la maldición quien termino de volverse ceniza antes de tocar a Alexia.

-... Mila... - Susurró Alexia, mirando a su amiga pelirroja acercarse a ella, la chica miro a los lados poco a poco volvía a escuchar, su habilidad curativa estaba funcionando.

-¡Cuidado! -Lea disparo otra fecha pero esta no tuvo efecto contra la maldición que quedaba.

La maldición atacó a las amigas con sus filosas garras, Mila se puso enfrente pero las garras de la maldición partieron su espada a la mitad, Alexia rápidamente jalo a Mila hacia atrás y se coloco enfrente para atacar con su espada pero repentinamente la chica abrió sus ojos de sorpresa y se quedó inmovilizada sin siquiera atacar o defenderse, aquella maldición atravesó su estómago.

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-Alexia.... - Susurró Derek, sus manos tomaban formas de filosas garras, trataba de mantener el control pero Dici estaba furioso.

-Mierda... - Golpeó el volante Liam, por más que acelerara aun estaban lejos.

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-¡Señor Zaharie, funcionan! - Grito un hombre refiriéndose a los portales-Mandaremos un escuadrón... - Callo al ver que Dominic se había colocado en la cabina de transportación.

-¡¿Qué esperan, bastardos?! ¡La señora Maximus esta en peligro! - Grito con furia, los hombres presentes no dudaron más y activaron el transportador, era la primera vez desde que tomo el poder de la organización que purificaria maldiciones.

Dominic apareció en la playa, miro a las tres chicas estar juntas, Alexia estaba en medio de ella la chica vomitaba gran cantidad de sangre y la herida en su estómago era grave.

Saco un arma de fuego color plateada y disparo seis veces, seis balas azules atravesaron el cuerpo de la maldición quien no parecía querer tomarle importancia. Dominic tiro el arma, corrio y salto sobre la maldición apareció una daga color dorada y le hizo varios cortes a la maldición quien se convirtió en cenizas dando un grito desgarrador, Dominic se puso frente de las tres chicas y las rodeo con su cuerpo para aquellas ondas ocasionadas por el grito de la maldición las lastimaran.

-Alexia... - Lloro Mila mirando a su amiga.

-Debemos... - Susurró Lea mirando aquella herida en la chica la cual no dejaba de sangrar.

-Transportenos y preparen a los médicos, la señora Maximus fue herida-Ordenó Dominic mirando al frente Derek y Liam llegaban con prisa.

-Estaré bien...pronto sanará-Susurró Alexia tratando de ponerse de pie pero al moverse sintió un dolor desgarrador, sus ojos se inundaron de lágrimas era la primera vez en su vida que sentía tanto dolor en una herida, volvió a vomitar sangre, su cuerpo temblaba, su corazón se aceleró, su vista comenzó a nublarse, miro a Derek llegar a su lado, su fría mirada no estaba, era diferente noto preocupación en el rostro de su esposo.-¿Por qué? - Susurró Alexia con su voz quebrada antes de quedar inconsciente.

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Mila lloraba desconsolada en la sala de espera del hospital, habían pasado dos horas desde que Alexia estaba en cirugía y no había noticias de ella. Liam la miro sintió tristeza al ver a la chica así, no dudo en acercarse y abrazarla.

-Tranquila... Estará bien - Dijo tratando de creer en sus propias palabras pero con solo recordar aquella herida en Alexia comenzaba a dudar.

-¿Estás bien? - Pregunto Dominic al ver como Lea apretaba su pecho y hacia un gesto de dolor

-Lo viste ¿Cierto? - Lo miro tratando de olvidar su dolor-Esas últimas dos maldiciones no eran normales... Desde el inicio parecía que solo nos observaban y cuando atacaron parecía como si siguieran sus propias estrategias, mente propia...No, no solo eso, ellas querían solo a Alexia-Dijo la chica, Derek escucho sus palabras y dirigió su mirada a ella, recordó lo que vio gracias a Dici y lo que decía Lea tenía sentido.

-Lo sé... Esas maldiciones parecían tener mente propia-Hablo Dominic, mirando a Derek.

Paso un largo tiempo hasta que el doctor salió de la cirugía, todos los presentes se acercaron esperando buenas noticias.

-La señora Maximus perdió mucha sangre, pero hemos logrado controlar la hemorragia... milagrosamente ningún órgano fue dañado, así que esta fuera de peligro-Dijo el Doctor e hizo una reverencia a Derek quien soltó un largo suspiró.

-¿Puedo verla? - Pregunto Mila con el rostro rojo e hinchado de tanto llorar.

-Dadas las circunstancias no podemos descartar que la señora aun pueda correr peligro, la mantendremos en observación, por lo que lo más conveniente es que solo una persona pueda estar con ella - Dijo el doctor mirando a Derek pues siendo el su esposo era el indicado para permanecer junto a Alexia.

-Ustedes dos necesitan ir a checarse y descansar, fue una larga noche... - Hablo Dominic.

-Mila, Derek cuidará de ella-Susurro Liam colocando sus manos sobre los hombros de la pelirroja.

-Lo sé, por favor...-Se acercó al hombre-No la deje sola, ella puede despertar en cualquier momento y se asustará al saber que está en un hospital, no le agradan... Tiene miedo que descubran su secreto-Susurró a Derek quien entendía las palabras de la chica.

-Entiendo, ve a descansar en cuanto ella despierte las llamaré a ambas-Dijo de manera amable, aquella pelirroja apreciaba mucho a su esposa y eso le agradaba.

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Derek entro a la habitación donde tenían a su esposa, la miro postrada en aquella cama conectada a aquellos aparatos, su piel estaba más blanca de lo normal debido a la perdida de sangre, se sentó sobre el sofá y no dejaba de observarla, recordó todo lo que vio a través de Dici, aquellas maldiciones siempre la tuvieron en la mira, apretó sus puños con coraje no había estado cerca para protegerla.

-Maldita sea... - Soltó en susurro.

Aquella fue una larga noche, Derek no podía conciliar el sueño, Mila podía tener razón y en cualquier momento Alexia despertaría, se acercaba a ella en momentos y notaba que recuperaba su tono habitual de piel, la enfermera entró nuevamente y cambió la bolsa de sangre, revisaba sus signos vitales y los anotaba en una carpeta después se marchaba.

Al amanecer Alexia comenzó a despertar, miro a los lados todo era blanco, miro sus manos tenía conectado aquellos aparatos, su respiración se agitó.

-Alexia, tranquila-Dijo Derek acercándose a ella, Alexia al mirarlo comenzó a tranquilizarse.

-¿Qué hago aquí? - Trato de quitarse los aparatos, pero Derek la detuvo.

-Fuiste herida de gravedad, no los quites-Susurró.

-Yo...me curaré pronto, no puedo seguir aquí, si los doctores se dan cuenta de mi habilidad curativa, querrán usarme como sujeto de prueba…. - Dijo con temor, mientras sus ojos se humedecian.

-¿Crees que lo voy a permitir? Nadie usará a mi esposa, los destruiré si lo intentan-Susurró haciendo que Alexia lo mirara sorprendida, Derek sonrió y beso su frente con ternura.

-Señor Maximus-Dijo, Derek la miro con una leve sonrisa-Anoche antes de que la última maldición me hiriera, me distraje... - Susurró Alexia recordando.

-Actuaron extraño, logré verlas esas dos eran diferentes a las demás-Dijo pero Alexia negó.

-Derek, la maldición habló - Dijo, dejando a Derek sorprendido. - Ella dijo... "Te encontré" - recordó las palabras de aquella maldición.