VUELVE A MI

(Narra Daniela).

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El domingo dormí todo el tiempo libre hasta que me recupere por completo, mi ánimo cambio y solo me importa ir a trabajar por la mañana y platicar con Nando sobre nuestro tiempo separados.

Termino de arreglar mi cabello para dormir y Carlos toca a la puerta de sorpresa, justo antes de caer la noche lo que es muy extraño.

— Disculpe pero ya voy a dormir, mañana debo trabajar — Pero este hombre realmente no conoce el no.

— Vamos, te llevaré a un lugar — Sin más opciones, me visto rápido y tomo mi bolso, el primero que eh encontrado. Me lleva a un bar con música blues en vivo, bastante lindo pero la música me duerme.

— ¿Por qué me ha traído aquí? — Pregunto más por obligación, en realidad no me interesa ni un poco.

— Este es mi lugar favorito, si algún día no me encuentras sin duda estaré aquí, así que no te preocupes por esas noches que no llegue a dormir — El tipo es un raro, ¿no llegar a dormir? ¿Qué clase de vida se supone que tendremos entonces?.

— Espera aquí — Se levanta dejando su trago de coñac y sube al escenario a cantar; Tiene cualidades interesantes, por un momento no parece tan malo, quizá solo es un cretino con la mayoría de las personas, debe tener doble personalidad o algo por el estilo.

— ¿Por qué no subes a cantar algo? tu mamá me dijo que no desafinas tanto, dedícame una canción, algo que nazca de ti para mí Daniela — Me niego por un segundo, pero tengo que subir cuando su actitud cambia por una desagradable; La mirada nada amigable que lanza sobre mi es suficiente motivación, no acepta un no por error. Me asusta esa forma de ser y sus cambios de humor repentinos.

¯〳 •̀ o •́ 〵_/¯ * ¿Qué se supone que cante? debería provocarlo aunque eso me lleve directo a una muerte segura, no puedo pensar en una canción perfecta para este tipo ya que quisiera decirle tanto. Veamos si le gusta la canción que creo es perfecta para él* (｡•̀ᴗ-)✧ .

El encargado es muy gentil en dejar que ponga una rolita, pero creo que no le gusta ya que cuando bajo del escenario el hombre tiene tanto odio en la mirada.

— ¿Te gustó? — Pregunto de manera inocente, está tan serio que tengo que apretar los labios para disimular la sonrisa de burla; Pero a quien no le gusta Paquita la del barrio, ( Rata de dos patas….).

— Ya veo que te gusta hacer bromas, podríamos hacer otra cosa si así lo deseas ya que tienes tanto humor — Viejo cochino que no se ilusione, primero muerta antes que estar en su cama.

— Mañana tengo que trabajar así que debo ir a casa ahora, tengo tanto trabajo pendiente, lo siento pero creo que lo veré hasta el viernes — Porque claro ese día es la boda.

— No lo creo, te veré mañana temprano, te llevaré al trabajo es lo menos que puedo hacer y no es una pregunta te estoy avisando para que estés lista a tiempo, no me gusta que me hagan esperar — Mientras habla saca su cartera, tiene bastante dinero en efectivo y sus tarjetas son diferentes a las que yo conozco, además, sus palabras suena más como una amenaza. Yo solo trago saliva ante la advertencia, no digo nada más durante el camino de regreso, y respiro de nuevo hasta que se aleja de mi casa.

Esta mañana es diferente, siento náuseas desde muy temprano. Recuerdo entonces a la única persona que podría ayudarme en esta vida ya que la otra tía no pudo ayudarme, mi tía Susana. Busco el número de teléfono del pueblo entre todos mis papeles guardados. Es una caseta telefónica que se encuentra en el centro del pueblo, es la única tienda que hay en el lugar; Llamo y pido traer a mi tía. Marco media hora después y ella se encuentra en el lugar esperando.

— Mi niña hermosa que milagro que llamas, no he sabido nada de ustedes desde hace ya un tiempo, ¿Cómo está tu papá? — Se escucha tan animada.

— No lo sé tía, ya no vivo con mis padres — Platicamos un rato mientras ella crítica a mi madre, pero tiene razón en todo lo que dice aunque me duela.

— Tía… quiero preguntarte ¿qué puedo tomar para sentirme mejor? estoy enferma desde hace como una semana, le llamé a otra tía pero ella dijo que debía desparasitarme y que con eso quedaría bien, también me preguntó sobre mi regla, como que me metió una duda pero no soy sexualmente activa —.

— ¿Que síntomas tienes mija? — No es difícil explicar que son náuseas por la mañana y desorden alimenticio, a veces sin hambre y de pronto un hambre que podría comer un pollo entero sola, pero toda mi enfermedad le pareció gracioso ya que solo se ríe.

— Hay mija ¿enserio no sabes lo que tienes? —.

— No tía, por eso te llamé, pero la verdad estoy ahorrando dinero y no quiero ir al médico, ayúdame por favor — No pude comprender al principio sus extrañas palabras.

— Haber mija, dices que hace una semana te sientes así, entonces dos semanas le calculo y una semana de síntomas son tres de eso que hiciste, si ya debes sentirte diferente, mira para tu enfermedad de nueve meses tienes que tomar jengibre en las mañanas, además necesitas vitaminas de preferencia ácido fólico y hierro, toma jugo de betabel con zanahoria y come muchísimo, ahora comes por dos — Cuando mi madre dijo que tía Susana había enloquecido, no bromeaba.

— Ahh... ya entiendo tengo bajas las defensas — Eso es lo que yo comprendo, además, tiene mucho sentido.

— Jajaja las bajaste de más mija, ¿y quien es el papá el hombre con el que te vas a casar?, ya veo que ese tipo logro hacer que cayeras en sus encantos, ni modos tu madre se salió con la suya — ¿Qué es lo que está mujer dice?.

— ¿Perdón? ¿el papá de quién?, no… no estoy embarazada si es lo que intentas decir — No puedo estarlo, es imposible.

— ¿Entonces hace como tres semanas no tuviste nada de relaciones con un hombre? — Vaya que es directa con sus palabras, siento pena y eso que no la estoy mirando de frente.

— Tía tengo que irme, te llamaré mañana lo prometo debemos hablar sobre algo importante — Cuelgo la llamada y me quedo en el sillón un momento.

(●_●) *No entiendo cómo ella sabe lo que pasó aquella noche, ¿alguien más lo sabe entonces?, ¿pero quién?, ¿y por qué se lo contaría a ella que está tan lejos de aquí?, quizá si está loca, ¿O yo soy la que está loca y eh perdido la razón? por eso ahora creo que tengo a un bebé en mi de un hombre que no conozco ni recuerdo su rostro y que jamás volveré a ver, pero si es real Carlos me hundirá en la cárcel y no quiero terminar embarazada en prisión sola * , (个_个).

Saco de la bolsa las pruebas caseras que había comprado antes y las guardo en mi bolsa de mano para llevarlas conmigo, todo debe ser un error, quizá algo psicológico, de hecho mi regla es… ¡Hay no! , me tocaba hace ya varios días, ¡¿Cómo no le preste tanta atención a ese detalle?! Eh pasado los últimos días con Nando que olvide todo lo demás, es que Nando es tan…, ¡concéntrate Daniela!, no más Fernando, ¡esto es importante!

Salgo corriendo de casa antes de que Carlos me atrape, también paso rápido por las oficinas para que Nando no me vea y me hable. En mi oficina ya a salvo, Raúl me espera con trabajo nuevo y una noticia extraña.

— Buenos días jefa que bueno que llegó, justo el presidente acaba de llamar preguntando por usted, le dije que ya casi llegaba y me pidió que fuera a su oficina en cuanto él llegue, pero ¿está bien?, se ve pálida de nuevo ¿tuvo un fin de semana difícil? — Tiene razón, además tiene un sobre en las manos y pregunto sobre eso, resulta que es la carta de renuncia de Rosa y Amelia; Son exclusivas para mí y antes de leerlas, le pregunto a Raúl sobre un tema que sé, me ayudara ya que ha tenido más novias que calzones.

— ¿Qué tan confiables son las pruebas de embarazo caseras? — Pregunto dejando caer las manos en el escritorio, él frunce el ceño ante mi pregunta.

— Muy confiables, en realidad casi no fallan ¿pero por qué me lo pregunta jefa? — Aún no sé si contarle esto pero creo que…

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