Amargo Adiós

Isabella despertó despues de un largo y plácido, necesitaba un buen descanso después de un largo viaje y todo el drama de los días pasados.

La cama era cómoda y tibia, pero almver toda la habitación una extraña sensación recorrió su cuerpo, tal vez sería que no estaba en su propia cama, tal vez que no era su hogar o tal vez que nisiquiera tenía un lugar donde llamar hogar.

Lejos de familia y amigos todo parecía tan irreal, que apenas podía creer que tuvo el coraje para separarse de su gran y único amor, era algo que nunca imagino poder hacer.

Ahora que todo estaba hecho sentía su corazón ligero, aún le dolía como fue la ruptura, tal vez un poco de arrepentimiento al no tener una última charla con Massimiliano, pero ya no había vuelta atrás.

Fue un mueble de ornato por mucho tiempo, ahora comenzaba a recuperar su propia esencia y con eso en mente todas las penas comenzaron a diluirse.

Pidió el desayuno a la habitación, pero después de unos minutos pensó que sería mejor comenzar a familiarizarse con el lugar, así que cancelo el servicio y se lavo para bajar restaurante.

Busco una mesa para tomar asiento, encontró una cerca de una ventana que daba a la calle, en la avenida había bastante gente que iba y venía, el ambiente era tan diferente que en Ciudad Capital o tal vez era porque estaba muy cerca de la Avenida más concurrida de New York.

Después de tomar un delicioso almuerzo se sintió mucho mejor.

Descansaría otro rato antes de comenzar a pensar en su siguiente paso.

Llamo a su padre para informale en que estaba en el Hotel Pestana Park Avenue.

Gerónimo de inmediato supo que era Isabella cuando vio el número extranjero en la pantalla de su celular.

— Mi niña ¿cómo estás?

— Estoy bien papá, ya descanse y estoy en un hotel hermoso, además el personal es muy amable, me siento muy bien. ¿Cómo está todo en casa?

— Todo está bien, no tienes nada de que preocuparte.

— Mamá ¿esta bien?

— Si, si, tu mamá está muy bien, ya le dije que estás en América, se sorprendió por tu alocada desición, pero está feliz de que estés bien y no te quedarás a sufrir sola en tu casa, diciendo que todo está bien como siempre.

— Lo siento papá, no quería que fueran miserables por mis desiciones, por eso no podía decirles sobre mis momentos amargos.

— Sabes que tu madre, tu hermano y yo te amamos mucho, siempre estaremos para ti.

— Gracias papá, los amo, con todo mi corazón.

— Hija, debes de pensar cuánto tiempo te quedarás a vivir allá, o si solo son vacaciones, debes de tener un hogar para que tú bebé se desarrolle bien, ya sabes lo que dicen "Mamá feliz, bebé feliz"

— Si papá, mi hijo es demasiado pequeño, pero tomaré en cuenta tu sugerencia, pensaba en relajarme un poco en lo que encontraba un departamento para instalarme.

— Me entusiasma saber que por fin seré abuelo, tu mamá está muy feliz también, está emocionada, ahora salí de casa para arreglar unos asuntos, pero espero que cuando vuelvas a llamar puedas saludar a tu mamá.

— Si papá, pensé que estarías en casa con mamá.

— Tuve que hacer algunas cosas pero me alegra escucharte, ahora te dejo hija, cuida de ti y de tu embarazo.

— Gracias papá... espera...

— Dime

— ¿Alguien ha ido a buscarme?

— Si a alguien te refieres a Massimiliano, si fue a buscarte, pero después de saber que no estabas en la casa se fue directo al registro civil a reconocer al hijo de esa mujer, así que no tienes que preocuparte de nada, sé que está noticia es dolorosa para ti, pero es un dolor inevitable, debes de saberlo para que no te hagas falsas ilusiones.

Isabella pensó que al irse tal vez Massimiliano pensaría un poco en ella y esperaría para reconocer al hijo de Eloísa, pero nada lo detuvo, la parte positiva era que ahora el divorcio procedería sin ningún problema.

— Gracias papá, pero me refería a Phillen

Isabella mintió a su padre, no quería admitir que aún esperaba un poco de atención de parte de Massimiliano, pero los años que estuvo a su lado no significaban nada para él.

Pensó que pronto le llegaría la noticia del nuevo matrimonio de Massimiliano ella ya estaba fuera de s vida, así que tenía que pensar en nuevos proyectos, una nueva vida y no mirar al pasado nuevamente.

— Oh, Phillen, ahora mismo lo iré a ver, la noticia del avión seguramente lo alteró, necesito hablar directamente con él.

— Está bien papá, veo que estás ocupado, te amo, me saludas a mamá, llamaré más tarde.

— Cuídate mucho mi amada hija, si necesitas algo no dudes en llamarme o llamar a casa, solo no llames a la oficina, por favor.

— Si, papá.

Isabella sintió que algo extraño sucedía pero tal vez, solo tal vez eran sus nervios.

...*****...

En Ciudad Capital, Gerónimo Castelli estaba llegando a las oficinas de la aerolínea donde habían citado a todos los familiares de las víctimas del atentado.

Junto a él estaba Phillen que había llegado horas antes a visitarlo.

...*****...

Un par de horas antes

Después de que Phillen hizo un escándalo en el hospital fue directo a la casa de Isabella, quería hablar con Gerónimo, pensar en una estrategia para acabar con Massimiliano, quitarlo de la presidencia de la empresa o algo similar.

Aunque realmente Phillen deseaba asesinar a Massimiliano, pero comenzaría por plantear removerlo de su puesto, dependiendo de la respuesta de Gerónimo le plantearía contrar a alguien para desaparecer de forma permanente a Massimiliano.

Pero al encontrarse con Gerónimo y verlo tranquilo, imagino que no sabía aún la trágica noticia.

Gerónimo tomo la iniciativa y hablo con él.

— Isabella está bien, no debes preocuparte demasiado – dijo Gerónimo al ver el rostro angustiado de Phillen.

— Señor, lamento informarle pero Isabella no está bien.

— Hijo, confía en mí, ella está bastante bien, acabo de hablar con ella.

— ¿Entonces ella...no tomo el avión? yo vi su nombre en la lista de pasajeros, todos a abordaron, lo dijo el representante de la aerolínea.

— No, Isabella compro el boleto, iría a la villa con su hermano, pero en el último momento cambio de parecer, así que quedate tranquilo, ella está muy bien – dijo Gerónimo mientras ponía su mano sobre el hombro de Phillen, como si fuera un refuerzo de sus palabras.

— Vaya, si que es buena noticia, sentí que moría al ver la lista de pasajeros, ella dejo de responder a mis llamadas.

— Estaba demasiado sencible, lo que ha vivido en los últimos días ha sido muy difícil, pero ahora está bien.

— Me alegra que me diga eso, ¿dónde está ella, sigue en la ciudad?

— Jaja, no, esa niña loca se fue a América, yo no podré ir tan fácilmente por la salud de mi esposa, pero tú si, así que te pediré que vayas a visitarla en cuanto se calmen las aguas.

— Señor, que sabe de Massimiliano.

— Nada importante, solo que se difundió la noticia de que reconoció al hijo de Eloísa, era cuestión de tiempo para que él abandonará a Isabella, mi hija tomo la decisión correcta, no se dejó humillar por ese bastardo, que deseaba arrastrarla nuevamente a esa maldita casa.

— Señor, ¿entonces no sabe?

— ¿Saber qué?