Sarah Miller a sus 22 años, ya tenía toda su vida planeada, se casaría con el hombre que amaba Jason Cooper, con quien compartía una relación hacia 4 años. Nunca imagino que su vida cambiaría radicalmente, por los actos de una noche, y esto ocasionaría que de igual manera perteneciera a la familia Cooper.
¿Puedes enamorarte de alguien de la noche a la mañana?.
Acompañame a leer esta gran historia en donde encontraras: Amor, traición, dolor, odio, romance y venganza.
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Capítulo 20
Steven despertó con un fuerte dolor de cabeza, observó al otro lado de la
cama y al ver el espacio vacío se molestó bastante, por lo cual se levantó de
inmediato, iba a ingresar al baño cuando su mirada se desvió al sofá en el que
se encontraba Sarah, al ver que estaba dormida sintió curiosidad, se preguntaba
cómo era que ella no había pasado la noche con él.
Después de un largo baño, salió envuelto en una toalla, mientras se vestía
Sarah despertó.
Steven: Buenos días esposa.
Sarah no respondió solo lo fulminó con la mirada, ingreso al baño hizo sus
necesidades y se disponía a ducharse.
Steven: ¿Quieres desayunar aquí? ¿O bajamos al restaurante?
Sarah aún no respondía.
Por lo cual Steven se molestó e ingreso a la ducha sin aviso.
Sarah se estaba enjabonando cuando pegó el grito.
- ¿QUE TE PASA\, POR QUE INGRESAS ASI?
Steven: Te estoy hablando y no me respondes.
Sarah: Deja que por lo menos me bañe.
Steven la observo desde la cabeza hasta los pies, no podía negarlo su esposa
era muy hermosa y así con la espuma del jabón en sus partes hizo que sintiera
deseos por ella.
Él se abalanzó y empezó a besarla de manera desesperada, Sarah por su parte
quedó en shock por la reacción de su esposo.
Sarah: Stev, que te pasa, te vas a mojar.
Steven respondió algo agitado:
-No importa para eso tengo más ropa.
Él se desvistió y levanto a Sarah mientras ella enredaba sus piernas en la
cintura de él, la recostó contra los azulejos del baño y el empezó a devorar
los pechos de la chica, Sarah por su parte enredo sus dedos en el cabello de su
esposo, ambos jadeaban de manera desesperada, Steven de una estocada ingresó en
ella causando una mayor excitación.
Steven: ¿Te he dicho que eres muy hermosa?, tienes los pechos más bellos que
he visto.
Le decía mientras jadeaba en su boca.
Sarah gemía de placer.
- Y tú eres un cretino.
Steven: Pero este cretino puede hacer que te mojes en un instante.
Sarah: No seas tan convencido Jason.
Le decía mientras jadeaba.
Steven paro en seco y la bajo ocasionando que ella cayera al suelo.
- Mírame soy Steven\, no Jason.
Diciendo esto salió del baño furioso.
Sarah se levantó con algo de dificultad.
-ESO FUE EN VENGANZA POR LO DE ANOCHE.
Steven: No sé de qué hablas y la verdad nada justifica lo que acabas de
hacer.
Sarah salió del baño furiosa mientras se envolvía en una toalla.
- ¿Ahora vas a fingir amnesia?
Steven: No sé de qué hablas, ya te dije. Además, si tanto extrañas a Jason porque
no vas y lo buscas, total como dijo él puedes abrirle las piernas y así se
reconcilian.
Sarah abrió sus ojos con asombro, nunca imagino que Steven llegara a
ofenderla, no pudo evitar que las lágrimas cayeran por sus mejillas.
- Si piensas que soy una cualquiera\, ¿Entonces por qué te casaste conmigo?
Steven: Porque fui un imbécil que no pensó con la cabeza.
Sarah lo miró por última vez, en esa mirada refleja desilusión, ingreso al
baño y empezó a ducharse, no pudo evitar caer contra la pared del baño mientras
lloraba a mares.
Steven por su parte se vistió y salió de la habitación.
Después de casi una hora, Sarah salió del baño, se vistió y se maquilló tratando
de ocultar las ojeras por sus lágrimas.
Empezó a empacar sus cosas, recordó que no tenía dinero por lo cual saco de su
cartera la tarjeta que Steven le había dado. Tomo una hoja y un lápiz y empezó
a escribir una carta.
Steven se encontraba, cerca de la piscina del hotel.
📱Andrew necesito tu ayuda.
📲Andrew: ¿Ahora que paso Stev?
📱Steven: La embarre con Sarah y no sé qué
hacer.
Steven le contó a su amigo la última conversación con Sarah y lo que había
sucedido con su hermano el día anterior.
📲Andrew: ¿Eres idiota o qué?, como se te ocurre
decirle esas cosas. Stev Sarah no es como las mujeres con las que te enredabas
antes, no la puedes tratar como tratas a las demás, ella es tu esposa.
📱Steven: Si, si, si ya sé que la cague, pero
necesito tu ayuda no que me sermonees, tú eres un experto en eso de las
relaciones, dime que hago para que Sarah me perdone.
Andrew aconsejó a su amigo, quien fue y compró un hermoso ramo de rosas con
un costoso collar. Iba a subir al ascensor.
Hanna: Vaya cuñado, que sorpresa verte aquí.
Steven sintió fastidio.
- Hola Hanna.
Hanna: ¿Acaso no me vas a felicitar?
Steven: ¿Por qué lo haría?
Hanna le mostró la costosa argolla matrimonial que llevaba en su dedo
anular.
- Pues tu hermano y yo nos casamos anoche\, frente a Elvis.
Steven no podía creer que su hermano fuera tan estúpido, como para caer en
las redes de Hanna.
Steven: Bien, los felicito.
Diciendo esto ingreso al asesor hasta su piso, al ingresar a la habitación
noto que Sarah no estaba, dejó el arreglo floral en la mesa y un detalle captó
su atención, pues al lado se encontraba un sobre blanco y encima de este la
argolla de matrimonio de Sarah.
Steven abrió el sobre y saco la carta temiendo lo peor.
Steven:
Nunca pensé que llegaras a mi vida, fue extraño la manera en que nos conocimos,
pero quizás solo fue el destino.
Cuando me escribiste diciendo que tenía la opción de no casarme, decidí
hacerlo solo por el hecho de pensar que eras un hombre diferente y que ambos
merecíamos una oportunidad.
Me equivoque y tú también lo hiciste, pero creo que estamos a tiempo de
remediarlo, por lo cual decidí marcharme. Sabes que mi familia me dio la
espalda y tú eras el único con quien contaba, por lo cual abusare de tu confianza
y tomaré tu tarjeta prestada.
Por favor no me busques, en el momento en que me instale y consiga un empleo
te devolveré todo tu dinero, por ahora solo me resta agradecerte por lo que
hiciste por mí.
Como símbolo de mi agradecimiento puedes empezar el trámite para anular este
matrimonio, te mereces a una buena mujer que te ame, pero sobre todo que no sea
una cualquiera como piensas que lo soy yo.
Sarah Miller.