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Enamorarse No Está En El Contrato

Enamorarse No Está En El Contrato

Status: En proceso
Genre:Malentendidos / Pareja destinada / Amor-odio / Romance / Yaoi / Matrimonio arreglado
Popularitas:3k
Nilai: 5
nombre de autor: Kaguya171310

La historia gira en torno a dos amigos-enemigos que por errores del pasado tuvieron un futuro casi desvanecido.
Advertencia, la novela contiene decripción explícita sexual.

NovelToon tiene autorización de Kaguya171310 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 21: La Obra de Teatro.

Sábado por la mañana, Aidan se despertó temprano para ir a la universidad. Tendrían un ensayo más antes de presentar la obra, además de probarse los trajes, el pelinegro no podía creer que llevaría un vestido. Él sólo esperaba que Gladys no se le ocurriera meterle la lengua hasta las amígdalas. Se levantó para darse una ducha, de pronto se acordó que no se había ido en buenos términos con Sayer, no sabía si su amigo iba a querer que lo pasara a buscar.

—Carajo— se tragó el miedo y lo llamó.

—¿Sí?— se escuchó con voz somnolienta del otro lado.

—Ha, Sayer quería saber si quieres que te pase a buscar. Bueno ya sabes por.

—Mierda me quedé dormido. Olvidé por completo que tenemos ensayo— lo interrumpió el pelirrojo—. Me daré un baño y te veo al rato.

Aidan escuchó el pitido de fin de llamada, supuso entonces que no habría problemas en ir a buscarlo, tal vez la discusión había quedado atrás. Con la mente más tranquila se metió al baño para ducharse y comenzar su jornada. Mientras lo hacía repasa sus líneas, cada acto duraría alrededor de diez a quince minutos, lo único que deseaba era poder sacarse pronto ese vestido. Ya sabía que varios estudiantes estaban en conocimiento que dos varones vestirían de mujer, y uno de ellos era el protagonista.

—Que termine pronto este día— suspiró enjuajándose.

Minutos más tarde salía del baño para vestirse y luego ir a desayunar. Debía comer primero, después de lo que le pasó no quería caer en el mismo error. Se miró al espejo, antes de salir de la habitación se aplicó perfume, algo que no hacía usualmente. La cadena de corazón brillaba. Salió de su cuarto y se dirigió al comedor, ahí vio a su madre.

—¿Tienes clases?— le preguntó Cleissy con algo de curiosidad.

—No, hoy comienza el aniversario de la universidad. Ya sabes para promocionar los departamentos de estudios, habrá mucha gente y debemos ayudar en todo— le dijo Aidan a su madre sin darle mayores detalles. Lo que menos quería era que sus padres supieran que haría una obra vestido de mujer.

—Que divertido— sonrió—. Te serviré desayuno.

El pelinegro le dio las gracias y se sentó.

Mientras en casa de Indigo el chico terminaba de tomar desayuno con sus padres. Les había contado que estaba participando de la obra junto a Aidan, para el castaño no había problemas en contar la verdad.

—Bien, permiso. Los veré más tarde— les dijo Indigo levantándose de su asiento.

Fue al baño para lavarse los dientes, mientras lo hacía recordaba las palabras de Gladys, realmente la chica había sido muy perspicaz y su idea era bastante buena. Tal vez al profesor le daría ataque surtido o a sus mismos compañeros, incluso a Aidan. El sólo hecho de pensar en el rostro que pondría el chico le daba una enorme satisfacción. Terminó de arreglarse, tomó sus cosas y salió de la casa.

Estaba abriendo su auto cuando vio salir a Aidan de su casa, el pelinegro sacó su moto. Se subió dándole sólo una mirada, se puso el casco y luego se echó a andar. La moto salió hacia la casa de Sayer.

Minutos más tarde llegaba donde el pelirrojo, ahí su amigo lo esperaba con rostro tranquilo.

—Hola— le saludó Aidan apagando la moto, le dio el casco.

—Hola— le dijo Sayer colocándoselo.

—Yo lamento lo de ayer— dijo el pelinegro con rostro arrepentido.

—No te preocupes, yo ya lo olvidé. Además me alegra que ya lo sepas, así no tengo que seguir fingiendo— sonrió el chico. Se subió a la moto y abrazó a su amigo.

Aidan se dio cuenta que no era la misma sensación cuando lo abrazaba Indigo, seguramente porque lo repelía. Sin pensar más se dirigieron hacia la universidad. Minutos más tarde llegaban al lugar, estaba con pocos alumnos pues la mayoría se encontraban en los sitios centrales preparando todo. En el estacionamiento vieron a Indigo y Odris, los chicos se bajaron de la moto, Aidan guardó los cascos. El pelinegro pensaba irse al salón de inmediato pues sus compañeras le dijeron que estuvieran temprano.

—Sayer— dijo llamando a su amigo, pero éste no lo escuchó.

El pelirrojo caminó hacia los dos mayores, saludó a Indigo y luego se acercó a Odris y le dio un beso en los labios. Los tres presentes se quedaron en shock, el chico no se imaginó que Sayer le daría un beso de buenos días.

—Bien, nos veremos en el auditorio. Nosotros tenemos que ir a vestirnos— les dijo con toda naturalidad el pelirrojo.

Los mayores asintieron, Aidan espabiló y siguió a su amigo hacia el salón de clases. Sayer esperaba que Aidan dijera algo, pero la boca del pelinegro estaba sellada por la impresión. Ese atrevido movimiento fue algo que lo dejó perplejo, realmente el pelirrojo no se andaba con pequeñeces.

—Vas muy callado— le dijo de pronto Sayer.

—Voy pensando en la obra— mintió Aidan con naturalidad. Para ser sincero no quería entrar en otra disputa con su amigo.

Continuaron hasta el salón de clases, ahí lo esperaban sus compañeras con el maquillaje y los vestidos que usarían para la obra. Los zapatos fueron buscados para que no les fuera incómodo caminar con tacones.

—Esto es una pesadilla— le dijo Aidan.

—Parece que las chicas disfrutarán con esto— dijo Sayer viendo la cara de sus compañeras.

Estuvieron alrededor de una hora y algo más arreglando a los chicos. Las pelucas que usaron realmente les hacía ver como otras personas, el maquillaje que aplicaron no fue pesado pero lo necesario para cubrir bien sus rostros. Los vestidos llegaban casi hasta el piso, por lo que debían subirlos por si querían ir por las escaleras.

—¡Están perfectos!— dijeron las chicas complacidas con su propio trabajo. Varias les tomaron fotos, Aidan y Sayer estaban tan avergonzados como sorprendidos.

Los dos amigos se quedaron sin palabras al verse en el espejo de cuerpo entero. Realmente las personas en el reflejo eran otras.

—Bueno, nos vemos irreconocibles— le dijo Sayer a su amigo tratando de alentarlo.

—Media universidad sabe que los personajes principales serán dos chicos vestidos de mujer, no creo que pasemos inadvertidos Sayer— dijo Aidan mirándolo—. Ya no importa, debemos ir al auditorio para ensayar.

Las chicas se quedaron ordenando el salón y otras salieron para ayudar con los últimos preparativos para el festival. El par de amigos salieron del lugar tratando de caminar rápido, pero para su mala suerte debían atravesar el patio hasta el otro edificio. El lugar estaba lleno por los estudiantes que adornaban la universidad con stand de comidas, juegos y demases, además de hacerle promoción a Crisol.

Aidan y Sayer trataron de caminar rápido para llegar al auditorio, pero al pasar por el patio de la institución comenzaron a sentir todas las miradas encima. Incluso algunos los molestaban haciendo silbidos, tirando besos y también piropos. Los chicos estaban rojos, y para peor los tacones no servían mucho para correr, al menos para caminar rápido si les daba.

—Juro por Dios que el próximo año ayudaré tras bambalinas— le dijo Aidan a su amigo.

El pelirrojo sonrió.

—Estaré contigo. Por cierto Odris me contó que la fiesta del aniversario será en la parcela de Indigo. ¿Es cierto?— le preguntó Sayer ignorando a los estudiantes que los molestaban.

—Sí, Indigo accedió a arrendar la parcela— le dijo Aidan. El chico no paraba de pensar en sus días de verano y las constantes peleas que tuvieron por juegos tontos. Suspiró.

Sayer lo quedó mirando, seguramente se habría acordado de las disputas con el castaño. Después de un largo camino al fin llegaban al auditorio, habían perdido la cuenta de cuantos celulares vieron tomándoles fotos.

—Fue una odisea llegar— dijo Aidan suspirando.

—Al menos ya estamos aquí— le dijo Sayer con una sonrisa.

Abrieron la puerta del auditorio, apenas entraron las miradas fueron a dar sobre ellos. Indigo y Odris ya estaban vestidos con sus trajes, para ambos fue una enorme sorpresa ver a los chicos vestidos de mujer. Además del maquillaje y las pelucas que los hacía ver más reales. Se iban a acercar para hablarles, pero Kilian y Mael se encontraban frente a ellos.

—Se ven increíbles— les dijo Kilian con una sonrisa—. Y tú me dejas sin palabras— miró a Aidan.

El pelinegro se sonrojó.

—Gracias— le dijo con una pequeña sonrisa.

Kilian se acercó y le acarició la mejilla, Mael se notó ligeramente incómodo. Sayer miró al chico pero ya no estaba en él hacer algo, menos ahora que estaba con Odris que por cierto no dejaba de mirarlo.

—Creo que deberían ensayar, queda poco para que la gente pueda entrar— les dijo Mael llamado la atención de todos.

Hicieron caso y se dirigieron al escenario, Aidan pasó por el lado de Indigo sin mirarlo, pero aún así sintió los ojos del castaño sobre su nuca.

—¡Comencemos con el último ensayo de la obra!— les avisó el profesor sentándose como espectador.

El ensayo tuvo todo, exceptuando el beso por parte de Gladys quién dijo que se lo guardaría para el final. Esas palabras lograron preocupar a Aidan que ya se imaginaba el tipo de beso que le daría la chica.

—Señor, comenzarán a entrar los alumnos— le avisó uno de los encargados de la escenografía.

—Bien, vayan tras el escenario y esperen hasta que sea el momento, para los que están nerviosos traten de relajarse, saldrá bien— les dijo el docente.

Los alumnos hicieron caso y fueron tras bambalinas, algunos se sentaron y otros fueron al baño. Aidan se acomodó en un lugar y se sentó. Sayer estaba con Odris hablando algo escondidos en un rincón.

—Te ves irreconocible.

Aidan miró a su costado viendo a Indigo, el chico se veía bastante bien en su traje.

—Burlate, ya me da lo mismo. Varios idiotas me dijeron cosas en el patio, algo más no me sorprenderá— le dijo el pelinegro mirando a otro lado.

—¿Qué te dijeron?— le preguntó Indigo mirándolo con curiosidad.

Aidan frunció el ceño.

—Que éramos lindos, algunos nos ofrecieron matrimonio, muchas chicas nos tomaron fotos, tal vez creyeron que era cosplay— dijo el pelinegro.

—Bueno, pronto sabrán que estás casado. Se pueden meter sus ofrecimientos por donde les caiga— le sonrió Indigo.

Aidan se sonrojó y miró a otro lado. ¿Qué le pasaba a ese idiota?. Seguramente quería ponerlo inseguro para que se equivocara en la obra y quedar en ridículo delante de todos. Pero no lo permitiría, sabía muy bien sus líneas.

Kilian estaba buscando a Aidan, al verlo con Indigo se molestó pero no se movió del lugar, se quedó observando a la parejita.

El profesor de teatro salió a dar la bienvenida al público y presentó la obra Día y Noche, una historia de amor donde dos hombres se pelean por el amor de una mujer y ella debe decidir que hacer al final.

La obra comenzó bastante bien, los alumnos que estaban nerviosos lograron calmar ese penoso estado y dar lo mejor de si sobre el escenario. Sayer fue bastante aplaudido cuando salió, algo que no le gustó a Odris, a quién también las chicas elogiaron. Aidan también fue bien recibido por parte del cuerpo estudiantil, varios le tiraban besos.

Finalmente la obra llegaba a su clímax y la última escena era la primordial para cerrar una romántica historia.

Estaban los tres protagonistas sobre la tarima, ambos hombres esperando la decisión de la amada.

—Entonces debes decidir es él o yo— dijo Gladys.

—Eres tú, es a ti a quién amo— le dijo Aidan, pero antes que le tomara las manos, Gladys retrocedió. El pelinegro quedó confundido.

—Sabes que no es verdad lo que dices, sólo lo haces para complacer a tú padre. Te he visto durante este tiempo y sé que lo amas a él— dijo Gladys dejando confundido a todo el elenco y más al profesor. Aidan estaba desconcertado con aquella actuación—. Ahora me iré— se dio media vuelta y salió del lugar dejando a los otros dos solos.

Odris y Sayer se miraron sin entender que pasaba, Kilian estaba molesto por lo que estaba viendo.

Indigo tomó las manos del chico y sonrió.

—Sabía que me amabas a mí, no podía equivocarme al ver en tus ojos el reflejo de nuestras almas.

—¿Qué?— fue todo lo que alcanzó a decir Aidan antes de sentir los labios de Indigo sobre los suyos.

El pelinegro quedó literalmente en shock después de aquella actuación, Indigo lo acercó más a su cuerpo mientras le metía la lengua. Aidan apenas reaccionaba, el profesor que estaba con ataque surtido avisó a los encargados que soltaran el telón para terminar la obra. Los aplausos fueron ensordecedores así como los gritos de aprobación por la buena obra y el mejor final. Los alumnos habían grabado la obra, además de sacar un montón de fotos.

Sólo unos segundos después que cayera el telón, Indigo se alejó de los labios de Aidan, el chico tenía la cara roja hasta las orejas. El profesor se acercó indignado, pero Gladys lo detuvo.

—Fui yo la de la idea, si quiere tener un arranque de ira que sea conmigo— le dijo la chica con rostro serio.

—¿Por qué lo hiciste?— le preguntó el docente.

—Porque era necesario— sonrió Gladys viendo al parcito. Aidan aún no salía del shock por haber sido besado por un hombre delante de toda la universidad.

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Criskeilis Brito
subiste el mismo capitulo😭
Kaguya: lo siento!! de inmediato lo corrijo. Muchas gracias 🙂
total 1 replies
Puji Lestari Putri
🤗 Excelente, más por favor.
boing fortificado
No puedo dejar de leer📖
Alida
No puedo esperar a leer el siguiente capítulo, sigue adelante! 💪
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