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Suertucienta... La Otra Cara Del Cristal.

Suertucienta... La Otra Cara Del Cristal.

Status: Terminada
Genre:Familias enemistadas / Secretos de la alta sociedad / Batalla por el trono / Reencarnación / El Ascenso de la Reina / Completas
Popularitas:68.8k
Nilai: 4.9
nombre de autor: abbylu

Griselda murió… o eso cree. Despertó en una habitación blanca donde una figura enigmática le ofreció una nueva vida. Pero lo que parecía un renacer se convierte en una trampa: ha sido enviada a un mundo de cuentos de hadas, donde la magia reina… y las mentiras también.

Ahora es Griselda de Montclair, una figura secundaria en el cuento de “Cenicienta”… solo que esta versión es muy diferente a la que recuerdas. Suertucienta —como la llama con mordaz ironía— no es una víctima, sino una joven manipuladora que lleva años saboteando a la familia Montclair desde las sombras.

NovelToon tiene autorización de abbylu para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capítulo 21

La mañana en el palacio de Marbella amaneció tranquila, con un cielo despejado y una brisa tibia que acariciaba las cortinas de las grandes ventanas. Los sirvientes se movían en silencio, con una mezcla de respeto y discreción, sabiendo que los recién casados aún descansaban tras la majestuosa celebración de la noche anterior.

En el salón oriental, donde la luz del sol pintaba el mármol con destellos dorados, la reina Amalia tomaba un té de jazmín sentada frente a una de las galerías abiertas al jardín. A su lado, la duquesa Evelyne Montclair, elegante como siempre, observaba el paisaje con expresión reflexiva.

—La boda fue magnífica —dijo la reina, dejando su taza sobre el platillo—. Su hija brilló como una verdadera princesa.

—Gracias, su majestad —respondió Evelyne con una leve inclinación de cabeza—. Fue un día inolvidable para todos nosotros.

La reina la observó con detenimiento, notando el leve matiz melancólico en su voz.

—Duquesa, si me permite… quisiera hacerle una propuesta.

Evelyne giró apenas el rostro, curiosa.

—Por supuesto.

—He estado pensando —continuó la reina, con tono suave pero firme—. No quiero ver a mi nuera, mi nueva hija, triste por la partida de su familia. Ella ha encontrado un nuevo hogar aquí, sí, pero ustedes… ustedes son sus raíces. Me encantaría que considerara quedarse a vivir en el reino.

La duquesa la miró con ojos abiertos por la sorpresa. No era una propuesta que hubiese esperado, y mucho menos de manera tan directa.

—Su majestad… agradezco su generosidad —dijo, sincera—. Y créame que lo he pensado. Especialmente por Griselda. Pero hay asuntos que aún requieren mi presencia en el Reino de Cristal.

La reina asintió, sin molestarse. Era una mujer sabia, acostumbrada a las respuestas cuidadosas.

—¿Por Anastasia? —preguntó, sonriendo levemente.

Evelyne soltó una risa baja.

—Exacto. Anastasia aún no ha formalizado su compromiso. Y el ministro de guerra, su familia… todos están allá. No puedo abandonarlos cuando aún hay cosas por decidir.

Hubo una breve pausa. La reina se limitó a asentir mientras bebía un sorbo más.

Pero Evelyne bajó la mirada unos segundos, como si dudara si debía añadir algo más.

—Además… tengo otro asunto pendiente —dijo, finalmente.

—¿Lucinda? —preguntó Amalia, sin rodeos.

Evelyne alzó la vista, sorprendida.

—¿Cómo lo supo?

—Mi nuera me contó lo justo. Nada detallado… pero suficiente. —La reina dejó el té a un lado—. Sé que no es su hija de sangre. Pero también sé que su corazón… no ha sido indiferente.

La duquesa suspiró, dejando que el aire tibio se llevara parte del peso en su pecho.

—No lo ha sido, majestad. Cuando me casé con el general, le prometí cuidar de su hija. Y aunque Lucinda ha hecho hasta lo imposible por disgustarme —esbozó una sonrisa irónica—, no le deseo un destino solitario… ni menos, uno amargado.

—Es admirable su sentido del deber —murmuró la reina—. Pero también es un acto de amor. Aunque ella nunca lo entienda.

—Quizá algún día. O quizá no —respondió Evelyne—. Pero quiero volver para asegurarme de que no intente sabotear su propia vida por despecho. Aún creo que puede encontrar su felicidad… sin tener que destruir la de los demás.

La reina la observó por un momento más, y luego sonrió, cálida.

—Entonces no insistiré. Pero espero que esta no sea su despedida. Marbella es su casa, siempre que lo desee.

—Volveremos —aseguró Evelyne—. Cuando Anastasia reciba su propuesta formal, será nuestra excusa perfecta.

—Las estaré esperando.

Ambas mujeres se levantaron con elegancia, y la reina tomó la mano de Evelyne con afecto. No era común ver ese gesto entre dos mujeres de poder, pero ahí, bajo la galería, se sintió como una alianza natural. Como la comprensión entre madres que entienden lo que es soltar a una hija, sin soltar el amor.

***

Mientras tanto, en la terraza alta del ala este, Griselda disfrutaba de la calma de la mañana recostada contra el pecho de su esposo. El sol acariciaba su piel y el aroma de flores frescas llegaba con el viento.

Filip jugaba con un mechón suelto de su cabello, mientras acariciaba su brazo con delicadeza.

—¿Te duele algo? —preguntó con tono divertido.

—Solo las piernas… y el cuello… y, bueno, básicamente todo lo demás —respondió ella con una sonrisa pícara.

—Lo tomaré como un cumplido.

Ella se estiró con placer, sin despegarse de él.

—No puedo creer que ya soy tu esposa —dijo en voz baja—. Todo pasó tan rápido.

—Y sin embargo, tan perfecto.

Griselda suspiró.

—Voy a extrañarlas. A mi madre… a Anastasia.

—Podemos visitarlas pronto. Y además, mi madre me dijo que está considerando ofrecerle a tu familia un puesto permanente en la corte.

Griselda lo miró con asombro.

—¿En serio?

—Le agradas —afirmó Filip—. Aunque no creo que lo diga en voz alta. Ella admira a mujeres fuertes… y tu madre lo es.

Griselda sonrió con ternura. Pensó en Evelyne, en su manera de ordenar el mundo con la mirada, en su elegancia implacable, en sus silencios calculados… y también en sus caricias sutiles, esas que no cualquiera notaba, pero que ella sí aprendió a reconocer con los años.

—Tengo una buena madre —dijo con orgullo—. A veces demasiado estricta, sí, pero siempre justa.

—Y ahora, tú serás madre algún día. Y serás increíble.

Griselda se sonrojó y lo miró de reojo.

—¿Ya estás pensando en hijos?

—Claro —bromeó Filip—. Al menos cuatro. Uno con tu sonrisa, uno con tus ojos, uno con tu mal genio… y uno con tus ganas de comer pasteles a medianoche.

Ambos rieron. Luego se miraron, y el silencio se volvió cómodo, sereno.

Filip besó su frente y murmuró:

—Gracias por casarte conmigo.

—Gracias por elegir a la pastelera —respondió ella, cerrando los ojos con una sonrisa.

El sol siguió subiendo, testigo silencioso de un nuevo comienzo.

Y aunque la vida no prometía ser fácil, ni libre de desafíos, en ese momento ambos sabían —sin necesidad de decirlo— que ya no caminarían solos.

1
SANDRA
Muchas felicidades autora por esta historia tan original, por que así es la realidad de la vida, no todas somos perfectas ni tenemos un cuerpo escultural,pero todos tenemos el derecho a ser felices.
Barbarasl73 🇨🇱
necesito ese hechizo de liposuccion 😁
Barbarasl73 🇨🇱
🤭🤭🤭
Barbarasl73 🇨🇱
😔😔😔😔😔😔😔😔😔
Aida Luz Tenorio Maceda
Muy linda historia.
Topy71 🇦🇷
Y que paso con la loca de la hermana?
Topy71 🇦🇷
Ay en que te metiste 😂
Topy71 🇦🇷
No autora, aon las dos de la mañana, dentro dw de un rato me dan un empujon de la cama por reirme aola 😂😂😂😂
Topy71 🇦🇷
🤣🤣🤣🤣🤣
Topy71 🇦🇷
Apenas empezamos y ya me estoy partiendo de la risa 🤣
Cruz Mejia
Excelente me encanto de principio a fin, el toque humorístico me hizo el día, muchas gracias autora, felicidades y bendiciones 🙏🙏un saludo desde Nezahualcóyotl Estado de México
Cruz Mejia
No importa cuantas veces caemos, si no la fuerza con la que nos levantamos, una cosa es la vida que te toco vivir y otra como la quieres vivir. Me encantó de principio a fin.
Cruz Mejia
Cada una de sus hijas encontró al hombre echo a su medida, siendo su complemento.
Cruz Mejia
La Suertucienta no fue tan villana como se pensaba, si esta arrepentida y dispuesta a cambiar, merece una oportunidad de ser feliz.
Cruz Mejia
Siempre hay alguien que escupe veneno, pero Griselda ha sabido responder con diplomacia pero poniendo un poquito de humor en sus respuestas, ya tiene escudo antiveneno/Right Bah!//Shy/
Pilip esta como apoyo a su esposa, tiene la confianza que ella se puede defender sola.
Cruz Mejia
Lucinda será una reencarnada y quiere seguir el guión que ella es la protagonista y la que merece ser feliz con un príncipe o solo trae telarañas en la cabeza, que le nublan la razón 🤔
La duquesa sabe que por el carácter de Suertucienta puede acabar mal e intenta salvarla de ella misma. /Whimper/
Cruz Mejia
Pilip sabe como enamorar aún más a Griselda 😍 cuanta pasión al hablar de ella, y el toque humorístico de los dos hacen qué se entiendan a la perfección /Angry//Drool/
Cruz Mejia
Estando con la persona correcta el mundo desaparece, hasta que llegan a interrumpir y te dan un golpe de realidad o se apuran o no hay boda 🤭🤣😂🤣
Cruz Mejia
Pilip es todo un romántico 😍 bella declaración, siempre hay un rotó para un descosido. /Angry//Drool/
Cruz Mejia
Jajajaja como te quedo el ojo arpía venenosa Vivían 😏🤭
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