Me Odio Por Amarte

Cuando Aiden llega al apartamento al día siguiente, encuentra a su hija lista.

- Cariño, ve por tu abrigo.

- Sí, mami.

Espera unos minutos para que la pequeña no escuche.

- Hablé con ella y le expliqué que el día de hoy le presentarás a alguien muy importante en tu vida. Lo demás te toca a ti.

- ¿Lo tomó bien?

- Es muy pequeña, no creo que resulte complicado.

- Gracias, te llamo más tarde.

La niña regresa y antes de tomar la mano de su padre se despide con un beso de su mamá.

Sophie se dispone a encender la cafetera cuando su celular comienza a vibrar.

📲 Hola, amiga. ¿Cómo va todo?

📲 Elena, justo iba a marcarte hoy. Han sido días difíciles.

📲 ¿Te reuniste con la familia de él?

📲 Sí, ayer. Lo más difícil fue volver a ver a Ava.

📲 Me imagino, supongo que al final escucharon tus razones.

📲 Así es y me aceptaron nuevamente.

📲 Te escucho triste, ¿qué más ha pasado?

📲 Hoy Aitana conocerá a la novia de su papá.

📲 Y por supuesto que eso te pone mal...

📲 Si hubiera actuado diferente...

📲 El hubiera no existe, solo tienes el presente y de ti depende cambiar las circunstancias.

📲 Algunas cosas no tienen remedio.

📲 Yo no lo veo de esa manera, estoy convencida de qué él aún tiene sentimientos fuertes por ti y ko hablo de odio. ¿Hablaste con mi pequeña antes de que se fuera con su papá?

📲 Únicamente le dije que conocería a alguien muy importante para él, no supe que más decir.

📲 Esperemos que lo tome bien.

📲 Ojalá.

📲 ¿Cómo va el trabajo?

📲 Bien, pero extraño a mis niños y a ustedes muchísimo.

📲 Acá todos las extrañamos. En cuanto pueda tomarme unos días iré a visitarlas.

📲 Sí, por favor. No tardes demasiado.

Sophie se queda conversando con Elena por un largo rato.

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- ¿A dónde vamos, papi?

- Vamos a casa de los abuelos a desayunar.

- ¡Sí!- grita aplaudiendo- ¿Ahí están mis primos?

- Claro, además quiero que conozcas a alguien más.

- ¿La persona que es importante para ti?

- Así es. Ella se llama Ximena y es mi novia.

- Mmm, ¿ya no quieres a mi mami?

- Nosotros hace mucho tiempo que ya no estamos juntos. Ambos te amamos y siempre serás nuestra prioridad.

- Yo quería que estuvieras con mami- dice con tristeza.

- Lo sé, mi niña, pero eso no es posible.

Aitana guarda silencio el resto del viaje y Aiden también se concentra en sus pensamientos. Llegan a casa de James y Samantha.

- Vamos, hija. Llegamos.

En cuanto cruzan la puerta, Aitana corre con su primo Connor que la esperaba ansioso.

- ¿Ximena no viene contigo?

- No debe tardar en llegar, mamá.

- ¿Hablaste con tu hija sobre ella?

- Un poco, papá. Sophie le dijo que conocería a alguien muy importante en mi vida.

- ¿Cómo reaccionó?

- No muy bien, hermana. Ella quiere que esté con su mamá.

- Es una reacción natural, todo niño quiere a sus padres juntos.

Llaman a la puerta principal y saben que se trata de Ximena. La reciben con cordialidad.

- Pasemos al comedor- sugiere Samantha.

- Iré por los niños- anuncia Ava.

- Te acompaño.

- No, quédate con tu novia. Yo los traigo.

Antes de pasar al comedor, Ava se asegura de que los niños se laven las manos y después se reúnen con los demás.

- Hija, ven. Quiero que conozcas a Ximena.

La pequeña se acerca dudosa.

- Me da mucho gusto conocerte, tu papá me ha hablado mucho de ti- le dice Ximena mientras se inclina hasta alcanzar la altura de la niña- Te traje un pequeño obsequio.

Aitana toma el paquete en sus manos y observa a su papá esperando su aprobación.

- Puedes abrirlo, mi amor.

Al abrirlo se encuentra con un portafolio lleno de colores, crayolas y acuarelas; además de varios libros para colorear. Su rostro se ilumina y deja salir una sonrisa hermosa.

- Gracias, me gusta mucho.

- Me alegra que te guste. Espero que podamos ser buenas amigas.

La niña se limita a asentir.

- Guardemos esto para después del desayuno- Ava toma el regalo y lo coloca en una cómoda que se ubica junto a la mesa del comedor.

El desayuno se desarrolla con tranquilidad, los niños acaparan la atención de todos los adultos.

Aitana se siente un poco más cómoda con Ximena y deja que la ayude a cortar sus panqueques. Aiden se mantiene atento a la interacción entre ambas, de verdad desea que se lleven bien.

Ximena muestra un gran instinto materno, juega con los niños y se involucra en los pequeños detalles. Camila en especial no se aparta de ella.

- Has conquistado a mi hija- asegura Ava.

- Es una niña preciosa.

- Supongo que algún día deseas convertirte en madre.

- Sin duda, es algo que deseo enormemente.

- Debió ser difícil crecer sin tu mamá.

- Lo fue, me hizo mucha falta. Mi padre siempre se esforzó por estar presente, pero no es lo mismo.

- Entiendo, hay cosas que no puedes compartir con tu padre por mucha confianza que le tengas.

- Así es. Aiden me contó que estás embarazada.

- Sí, será nuestro último bebé.

- ¿Ya saben el sexo?

- No, queremos que sea sorpresa. ¿Puedo hacerte una pregunta?

- Claro.

- ¿Cómo está mi hermano? Él acostumbra ser muy reservado y nunca sabemos cuando está mal. Reencontrarse con Sophie y saber de la existencia de Aitana no debió de ser nada fácil.

- En un principio estaba furioso, pretendía pelear la custodia. Afortunadamente, entró en razón y ahora lo veo más tranquilo.

- Me tranquiliza saber que estás a su lado para apoyarlo. A todos nos afectó la forma en como Sophie manejó las cosas, sobre todo porque durante los años que pasó con nosotros siempre la tratamos como parte de la familia.

- Tenía entendido que su relación no duró mucho.

- La relación entre ellos fue corta, pero Sophie fue la niñera de mi hijo por más de dos años.

- Entiendo.

- Pensé qué lo sabías.

Ximena niega con la cabeza, sin duda no esperaba recibir esa información.

Ava se da cuenta de que acaba de cometer una indiscreción y prefiere retirarse con la excusa de llevar a Camila a tomar una siesta.

Ximena se queda pensativa, la información que acaba de conocer la hace entender que a su novio no le fue sencillo conquistar a la madre de su hija y por ese motivo le afectó más su abandono.

- ¿Estás bien, linda?

- Sí, amor. Solo pensaba en algunos asuntos de trabajo.

- Quiero agradecerte por estar aquí, por involucrarte con mi hija y aceptar esta situación aunque sé que no debe de ser nada fácil.

- Aitana es una niña encantadora y estoy feliz de poder compartir con ella y con tu familia.

- Eres una mujer excepcional.

Recibe un beso en la frente por parte de su novio, algo que se ha vuelto más habitual de lo que le gustaría. Extraña que la trate como lo que es: su novia.

En un intento por recobrar esa chispa, toma el rostro masculino entre sus manos y se acerca para besar esos labios que tanto le gustan. La reacción de Aiden no puede ser más inapropiada, apenas deja que sus labios se rocen y la separa.

- Los niños están presentes, no creo que sea apropiado que vean este tipo de escenas- dice en un intento de justificar su acción.

- Dudo que tus sobrinos no hayan visto a sus padres besándose antes. Además, no buscaba besarte de forma "indecente".

- Es claro que ellos han visto muestras de afecto entre sus padres, pero Aitana no está acostumbrada.

- Ok, entiendo. No volverá a suceder. Ahora vuelvo.

Busca refugiarse en el tocador hasta que pase su molestia. Ha sido comprensiva, pero se está cansando. Ahora ni siquiera puede besar a su novio y ni soñar con que él la bese a ella.

- Tengo un asunto importante que atender en la oficina- explica Ximena.

- ¿En domingo?

- Sí, es un asunto grave de violencia familiar- miente.

- ¿Nos vemos más tarde?

- Desconozco cuánto tiempo me tome, te escribo cuando me desocupe.

Ximena se despide del resto de la familia y se marcha.

- ¿Todo bien, hijo?

- Sí, papá. Cosas de trabajo.

La experiencia le dice a James que esa fue una excusa, más no quiere entrometerse.

El resto del día lo disfrutan en familia, a los niños les cuesta despedirse y Ava le hace prometer a su hermano que llevará a Aitana a Roma muy pronto.

Aiden olvida llamar a Sophie para avisarle que ya van de regreso. La pequeña se queda dormida y decide llevarla en brazos hasta el apartamento para no alterar su sueño.

Llama una y otra vez sin obtener respuesta, quizá Sophie salió a comprar algo y extrae de su bolsillo la llave extra que tiene. Al abrir la puerta el lugar se encuentra en penumbras, recuerdos desagradables se hacen presentes.

Camina hasta la habitación de su hija y la acomoda cuidadosamente sobre la cama. La idea de que Sophie pudo haberse marchado abandonando a Aitana pasa por su cabeza.

Con eso en mente camina hasta la otra habitación, enciende la luz y abre el armario. Siente alivio al ver las pertenencias de ella en su lugar.

Apaga la luz y nota un breve destello en el cuarto de baño, supone que Sophie dejó encendida la luz y se dispone a apagarla.

Se queda inmóvil ante la imagen que tiene enfrente. Es ella tomando un baño relajante en la tina. No hay espuma que cubra su cuerpo y él no puede evitar recorrerlo detenidamente de pies a cabeza.