El Amor Alocado del Jefe del Pueblo

"Jefe, aquí tiene su chaqueta." Iqbal le entregó la chaqueta a Abi.

"Ok. ¡Gracias, hermano!" Respondió Abi.

"Con mucho gusto. Lo esperamos en la sala de reuniones. Toda la junta directiva y algunos empleados ya están allí", dijo Iqbal.

"¡Ok!" Respondió Abi levantando el pulgar.

"Vamos, cariño, acompáñame a la sala de reuniones", invitó Abi.

"¿Eh, no sería mejor que esperara aquí, Mas?" Preguntó Runi.

"Ven conmigo. Si no, te perderás." Abi, ya vestido con su ropa formal, le extendió la mano a Runi.

"¿Quién querría secuestrarme sino tú, Mas? ¿No te vas a desconcentrar si estoy ahí?", bromeó Runi.

"Anda, ven conmigo, me desconcentro más si no estás bajo mi supervisión. Se me está oxidando la mano, cariño, y no la recibes", dijo Abi.

"Está bien, está bien", Runi tomó la mano de Abi.

"Mas, me da vergüenza, Mas. ¿Qué pasa si molesto a los demás?", preguntó Runi.

"Mientras no corras, no grites, no invites a chismear, no molestarás", respondió Abi mientras caminaba agarrando la mano de Runi.

"Yeee, Mas cree que soy Almira, gritando mientras corro", protestó Runi, lo que hizo que Abi se riera.

Abi abrió la puerta de la sala de reuniones y dejó que Runi entrara primero, luego Abi la siguió y volvió a tomar su mano. Una vista que hace que cualquiera sienta envidia al verlos.

"Siéntate aquí." Abi movió una silla a su lado para que Runi se sentara.

Resultó que también habían preparado una silla para Runi a la izquierda de Abi. Mientras tanto, Danu e Iqbal estaban sentados consecutivamente a la derecha de Abi.

"Mas, ¿está bien esto?", susurró Runi a Abi. Se sentía avergonzada porque era el centro de atención de las personas que estaban allí.

"Está bien, cariño", respondió Abi con calma.

Runi se sorprendió un poco cuando se encontró con Surya, el hombre con el que la iban a emparejar.

Inmediatamente apartó la mirada, mientras que su mano apretaba reflexivamente la mano de Abi.

"¿Qué pasa, cariño?", preguntó Abi al sentir que Runi le apretaba la mano.

"Él está ahí, Mas", dijo Runi mientras miraba profundamente a los ojos de Abi, como si transmitiera su intención.

"Oh, qué bien. Así puede ver que eres mi mujer", respondió Abi con calma. Mientras tanto, Runi solo pudo exhalar con resignación.

"Empezaré primero, Mas", susurró Abi.

"Hm. Concéntrate, Mas. No quiero ser tema de chismes, Mas. Dirán que por mi culpa no te concentras y lo considerarán como una falta de respeto a esta reunión", susurró Runi para advertir a su amado.

"Njih, cariño", respondió Abi.

Llevaban dos horas en la reunión. Runi, que solo escuchaba, no parecía aburrirse en absoluto. Era la primera vez que asistía a una reunión de empresa como esta.

Era como si estuviera aprendiendo y ampliando sus conocimientos sobre otras cosas. El hombre a su lado, conocido por ser paciente, amable y humilde, resultaba ser todo lo contrario cuando estaba en la sala de reuniones.

A diferencia de cuando trabajaba en el pueblo, aunque parecía feroz, Abi todavía podía estar más relajado. Pero en esta empresa, la firmeza, la inteligencia y la agilidad de Abi realmente se ponían a prueba. Abi se ponía muy serio, cada decisión la tomaba con rapidez y con pleno cálculo y tenía una base clara.

Runi tuvo que frotar la mano de Abi varias veces para calmarlo cuando algunos directores provocaron sus emociones deliberadamente buscando lagunas por interés propio.

De verdad, el daño de Abi se multiplicaba aquí y eso hizo que Runi entendiera cada vez más cómo era Abi en realidad.

"Resulta que la autoridad y la firmeza de Mas Abi son así de grandes. No me extraña que Agil siempre diga que Mas es aterrador. Resulta que sí, es aterrador para las personas que tienen problemas con él", Runi se rió por dentro.

Los participantes parecían empezar a dispersarse. Algunos de ellos se acercaron primero a Abi, Danu e Iqbal solo para charlar antes de irse.

"Mas, ¿ya terminamos?", preguntó Runi.

"Sí, cariñ", respondió Abi mientras acariciaba la cabeza de Runi.

Algo que podría parecer trivial para los demás. Pero hizo que Runi sintiera que Abi la amaba tanto cuando el hombre le acarició suavemente la cabeza.

"Gracias por acompañarme, Mas", dijo Abi.

"Aduh, el jefe, presumiendo de afecto. Todavía hay humanos aquí", bromeó Danu mientras miraba a algunos empleados que estaban a punto de salir de la sala.

"Si eso es un humano, ¿entonces qué soy yo? ¿Un ángel?", se rió Abi.

"¡Un ángel que arrebata la dignidad!", dijo Danu, que se echó a reír.

"Afortunadamente está el domador. Si no, este ángel que arrebata la dignidad ya habría explotado, como los gastos en el mes de Ramadán y Eid al-Fitr", susurró Iqbal, que antes había visto a Runi calmar a Abi frotándole la mano.

"La próxima vez, cuando haya una reunión, por favor, acompáñeme, señora jefa", pidió Iqbal juntando las dos manos.

"In syaa Allah, si Mas Abi me invita", respondió Runi.

"Por favor, limpia a los rebeldes de antes, Bal. Si se dejan, roerán la empresa", ordenó Abi.

"¡Sí, jefe! De hecho, los estaba esperando, y el golpe fue que un Abimanyu los devoró por completo", Iqbal se rio con satisfacción.

"¡Ch! ¡Están jugando! No saben cómo es la trayectoria del CEO cuando se enfada", añadió Danu.

Los cuatro fueron el último grupo en salir de la sala de reuniones. Parecían charlar relajadamente y de vez en cuando bromeaban, lo que provocaba risas.

Caminaron juntos por el pasillo desde la sala de reuniones hasta la oficina de Abi, que seguía estando en la misma planta.

Runi trató de parecer normal cuando se cruzó con Surya, pero el movimiento de su mano en la mano de Abi no se pudo negar.

"¿Ese, cariño?", preguntó Abi de repente.

"¿Eh, qué? Sí, Mas", respondió Runi nerviosamente.

"¿Quién era ese? Creo que es la primera vez que lo veo", preguntó Abi a sus dos compañeros.

"¿Cuál?", preguntó Iqbal. Él y Danu se volvieron inmediatamente.

"El que acaba de pasar con una camisa azul marino", explicó Abi.

"Oh, ese es Surya Adinata. Personal experto en Recursos Humanos. De hecho, se unió un mes después de que volvieras a tu casa", respondió Iqbal.

"¿Qué pasa, Bi? ¿Hay algún problema con él?", Danu sintió curiosidad.

"No, solo parecía extraño en la reunión de antes", mintió Abi.

"¡Eh!, ¿cuándo nos reunimos? Echo de menos charlar juntos. Aprovechando que todavía estás aquí, Bi", preguntó Iqbal. Ahora estaban en la oficina de Abi.

"¿Qué tal esta noche? Como siempre, en la cafetería de Gombloh. Ese mocoso me está preguntando por ti todo el tiempo, Bi", dijo Danu.

"Esta noche les informaré de nuevo. Porque todavía tengo asuntos pendientes", respondió Abi.

"¡Ok! ¿Te vas a ir ahora?", preguntó Iqbal.

"Terminaré el trabajo un poco, luego me iré. Porque quiero acompañar a Runi al hospital", respondió Abi.

"¿Runi está enferma?", preguntaron Iqbal y Danu al unísono.

"¡Qué compenetrados estáis los dos, como un coro!", se rio Abi.

"Bueno, eres extraño, estás encerrando a la hija de otra persona cuando está enferma", dijo Danu.

"Sí, ¡en lugar de llevarla al hospital primero! ¡Qué loco eres!", añadió Iqbal.

"No, Kak. Quiero presentar mi informe durante mi servicio", respondió Runi.

"¡Ooo, lo imaginaba!", dijo Danu.

"¡Vaya! ¡Sois vosotros dos los locos! Sacáis conclusiones sin buscar explicaciones", reprendió Abi, mientras que Danu e Iqbal solo pudieron sonreír con ironía.

Tringgg....

Tringgg....

Sonó el teléfono de la oficina de Abi. Iqbal, que era el que estaba más cerca del teléfono, respondió inmediatamente a la llamada.

"Sí...."

"............"

"¡Eh! ¿Cómo es posible? Ya he dicho que tiene prohibido entrar en la empresa. Deshazte de él, que no llegue arriba." Iqbal parecía aturdido.

"................."

"¡Vale!", respondió Iqbal, que inmediatamente colgó el teléfono.

"Bi, es mejor que te quedes aquí primero. Hay una loca intentando entrar a la fuerza. Los guardias de seguridad se están encargando de ella", dijo Iqbal.

"Después de desaparecer durante mucho tiempo, ¿cómo supo que Abi estaba aquí?", añadió Iqbal con asombro.

"¿Quién es la chica loca, Kak?", la voz de Runi hizo que Iqbal se sobresaltara, se olvidó de que Runi estaba con ellos.