El Rey Licántropo Ama A Su Compañera Mestiza

Narrado por Samira:

Sabía que Shane era capaz de matarlo, pero si lo hacía estaría poniendo en riesgo su condición. El príncipe estaba bajo observación por una supuesta traición y conspiración secreta en contra del Reino, si asesina a Yápix, para el juicio que se tiene reservado será una clara desobediencia al mandato del actual rey, todos en el castillo están bajo escrutinio, y esto solo empeora la posición de Shane.

- No lo hagas_ susurré con la voz cortada

- Quería tocarte_ apretó los dientes y miraba como Yápix se incorporaba

- Quería humillarte maldito mocoso entrometido_ decía este último

Estaba a punto de marcar a la chica mestiza _ decía

- Ella ya ha sido marcada por mi_ respondió

Yápix parpadeó y su expresión de furia se encendió, al máximo.

- Así que en mi castillo, te atreviste a tocar lo que me pertenecía_ argumentó

- Ella nunca iba a ser tuya, ¡ella es mía! ¡Es mi compañera!_ casi grito con un rugido Shane

Shane corrió con velocidad y embistió a Yápix en el suelo, el piso se abrió por el golpe, en su forma Lycan Shane era increíblemente fuerte. Su lobo blanco y sus ojos Calipsos le conferían un aura imponente que asustaba a cualquiera.

- Maldito mocoso, ¿cómo es posible que seas más fuerte?_ decía sin aliento Yápix

- He sido de los más fuertes siempre, deberías haberlo sabido con Tiberio, ah es verdad, también él te utilizó_ argumentó él con ironía

Yápix saco algo sospechoso, y yo salté para quitárselo, sabía por su ritmo cardíaco de que se trataba. Era lo que hacía que alguien perdiera un don.

- ¡¿Crees que por qué tengo un don soy el más fuerte?!_ agregó él a ver que tenía la dichosa fórmula en mis manos.

- No lo mates Shane, recuerda lo que dijo el rey_ mencione

Yápix en solo segundos se inyectó algo que potenció sus fuerzas y le dio un puñetazo a Shane quien se cubrió con sus brazos. Sus músculos aumentaron de tamaño, sus intenciones eran claras, y ambos lo sabíamos.

La puerta estaba trabada por los impactos de la lucha, sentía que Vane y los demás hablaban desde afuera. Mis padres, sansón, el rey Icarus y Vane estaban intentando entrar, esperaban que las cosas no se volvieran graves.

- No tengo más opción Samira, o es él o somos nosotros_ respondió Shane mientras le devolvía los golpes

A esas alturas yo no era capaz de llegar a su nivel, no tenía mucha experiencia en combate en mi forma Lycan y ellos eran demasiado fuertes, no solo su estatura, músculos, sino en rapidez y experiencia. Me angustiaba que sucedería con Shane, Yápix usando un tipo de esteroides, logro hacerse más fuerte.

Punto de vista de Shane:

Mientras daba golpes, esquivaba y devolvía los ataques, comencé a recordar muchas cosas que marcaron este momento. Podía sentir que mi compañera estaba ansiosa de mí, mi lobo me lo decía. Por años oculté mis sentimientos por Samira, desde que éramos niños, Vane había sido el primero en admirar su carácter alegre y directo, yo me avergonzaba de que me gustará, incluso llegué al punto de ser grosero con ella y distante.

Papá me regaño por ello, ya que creía que al igual que mi madre me molestaba que Samira fuera una Lycans mestiza, como ella lo señalaba.

Sabía que si algún día descubría que la niña que me gustaba resultaba ser mi compañera tendría que arreglar el asunto de que era mestiza en mi país, de que tendría diferencias con mi gente y discusiones como le sucedía a mis padres, por causa de las decisiones de mi abuelo. A veces pensaba que lo mejor era que Samira descubra que su mate sea otro, y no yo o no Vane, con los años no saque de mi mente el recuerdo de sus cabellos de fuego y sus ojos azules. En otros momentos, era Vane quien me decía que ella sería su futura compañera, y que yo sería rey junto a Helen; a ella también la conocí de niña, pero me molestaba su actitud orgullosa y soberbia, fue demasiado consentida y mimada. Fingí que me agradaba por el bien de mi familia, porque era lo que todos esperaban de mí y le rogué a la diosa que Helen no fuera mi compañera. Si Samira lograba ser feliz con Vane, estaría conformé, buscaría la manera de que ellos fueran aceptados. Y yo sería capaz de hacer 'Todo', lo que fuera necesario... Pero para mi sorpresa, cuando volví a verla mi lobo enloqueció al percibir su aroma a rosas, menta fresca y chocolate. Vane también se flechó, lo que me llevo a reservarme y no decir lo que descubrí aunque mi lobo me delató con el lobo de Vane, mi hermano estaba triste, ya que sentía que todo me tocaba a mí.

- Es increíble Shane que seas tan fuerte, con solo, 18 años vendiste a nuestro gamma_ fue una de las ocasiones en que entrenaba junto a Vane y mi padre me dijo aquello.

- Naciste para gobernar hijo mío_ argumentó mi madre

Pude ver en esa ocasión la expresión de mi hermano y sentirse débil. Aunque nunca lo fue, a él le tomo solo 1 año más vencer al gamma de mi padre. Aun así, veía que Vane se sentía inferior a mí...

- Shane, me aseguras que no sientes nada por Samira_ fueron sus palabras cuando sabíamos que pronto vendría a nuestro país.

- Hermano estoy seguro de que ella no tiene nada que hacer acá, me desagrada los mestizos_ respondí

Desde que cumplí los 18, estaba buscando la manera de cambiar la forma como veían a aquellos con linaje diferente. Eso solo causaba conflictos, y mi familia era la prueba de ello.

Mientras luchaba con Yápix, decidí que no podía dejar que se saliera con la suya. Si tenia que huir lo haría y de ser necesario Vane sería el futuro rey del país y él lo haría mejor.

- Shane, no lo hagas_ grito mi hermano golpeando la puerta y tratando de derribarla.

- Jajajajjaja no puedes matarme porque serás enjuiciado_ decia Yápix

- Jajajaja ¡¿y tú crees que eso me importa?!_ dije inmovilizándolo y sosteniendo su cabeza. Sus ojos me observaron con burla, ya que creía que no lo haría y lo hice. Hice tronar su cuello y su cuerpo cayó inerte al suelo, los ojos llorosos de Samira me decían lo aterrada que estaba:

- No te asustes amor, no dejaré que nadie te lastime_ y acto seguido, tome el dichoso experimento de Yápix y lo usé en mí. No debía seguir eso dando vueltas y causando daño, por lo menos así Samira vería la sinceridad de mis emociones. Sus lágrimas caían al ver lo que hice, mi don era involuntario, no es como si lo controlará. Había sido Tiberio el que descubrió que nada me afectaba, bueno eso ya no importaba ¿o si?

- No puede ser, ¿por qué? decía ella, mientras la enorme puerta cedía. Yápix intento violarla para lastimarme

- Tú ya lo sabes amada mía_ respondí y salte por la ventana, rompiendo el cristal y cayendo en altura. Podía oír que todos entraban a ver a Samira, y yo simplemente escaparía.

Por lo menos ella estará bien, ¿no?