Caprichos De Amor

Martina.

Es el día esperado, al fin me caso con Sebastián aunque todo es muy sencillo y privado, pues no me importa mi madre está feliz, porque continuaré en la sociedad como la joven señora Delgado, la señora Tahis me ha apoyado en todo hasta me ayudó a escoger el vestido, pero mi suegro solo me esquiva... Es como si no me aceptará más como su nuera, lo único malo es que talvez tenga en mi vientre al hijo de Alberto, no puedo tener esa sombra en mi nueva vida, después del matrimonio me voy a deshacer de este bebé, quiero darle hijos solo a Sebastián sin duda que pueda ser de Alberto.

Yo quise mucho Alberto, pero en realidad yo no lo ame, así que no puedo tener a este bebé, mi amiga Danna me fue a buscar, ella feliz porque siempre gusto de Sebastián desde el inicio, ella terminó de ponerme una vincha y salimos de la habitación que una vez compartimos con Alberto, ahora en adelante compartiré la habitación de Sebastián, caminamos hasta el pasillo puede ver pocas personas como invitados, eso no me importó, porque al fin me caso con Sebastián como debió ser desde el inicio.

Espere a Sebastián por unos minutos en el pasillo y salió guapo como siempre, nada comparado con Alberto frágil y débil, nos tomamos de la mano y bajamos juntos las escaleras, aunque solo había familiares yo estaba feliz. Era inicio de una nueva vida junto a Sebastián.

Durante la reunión todos celebraban, nos tomamos muchas fotos para dejar en la inmortalidad este momento, lo raro que mi suegra se ausentó, pensé iba a estar con nosotros, pero no fue así ella solo desapareció. Sin embargo, esa ausencia incómodo mucho a Sebastián sus padres no estaban en este momento especial, mis padres trataron de cubrir esa ausencia, pero nada es reemplazable porque se sentía ese vacío de los anfitriones.

Cómo era nuestra noche especial, nos fuimos a cenar a un restaurante luego a un hotel a consumar nuestro matrimonio, no sé si es el embarazo, pero dentro de mí sentía un fuego que necesitaba ser apagado.

Martina---: (entre besos) Espere tanto estos momentos.

Sebastián---: Chica loca, ya vez aquí estamos.

Esa noche Sebastián fue tan gentil conmigo, había dejado lo salvaje a un lado, hicimos el amor como nunca, él cuidaba de mí en cada posición, temía hacerle daño al bebé, pero no me importó si estábamos ahí amándonos hasta el amanecer.

Cuando despertamos, era medio día teníamos que levantarnos, y conversar yo no quería volver a la casa Duarte porque ya no me sentía bien recibida en ese lugar, no por mi suegra... Pero mi suegro él era diferente cuando estaba casada con Alberto, ahora más bien era como si ya no le gusta que sea su nuera.

Martina--: Sebas, no quiero regresar a la casa de los Duarte.

Sebastián---: Quieres quedarte un día más aquí en este hotel.

Martina---: Sí.

Sebastián---: Está bien, le pediré a Nery que nos alquile un departamento.

Martina---: Que sea cerca de la empresa, así estaré más cerca de ti.

Sebastián sonrió, ahora lo más importante era complacer a su esposa, llamo a Nery para que le alquile un departamento lo más pronto posible, sin imaginar que esa era la escusa perfecta para llevarlo a una trampa y a un hoyo sin salida, Alberto que escuchaba cada detalle de la información, sonreía con malicia y desdén.

Alberto---: Quiere un departamento cerca de la empresa, (ríe) vaya que mi hermanito ya es un hombre responsable, entonces que alquile un departamento en el condominio norte.

Nery---: Señor, pero ese es su departamento.

Alberto---: Es precisamente donde los quiero tener, pon cámaras por todas partes hasta en el baño, cuando una persona es infiel, siempre será infiel y Martina caerá tarde o temprano.

Nery---: Como puede estar seguro.

Alberto---: El trabajo consumirá gran tiempo de Sebastián y abandonará un de a poco a su esposa porque de eso me voy a encargar yo.

Nery---: Como diga señor.

Por la tarde Nery ponía con mucho cuidado cada cámara ocultándola muy para que no sean descubiertas, en el departamento que una vez Alberto compro para ella, antes de descubrir la traición el tenía una sonrisa cuando compro el departamento, ese iba a ser el regalo que le tenía para navidad como le gustaba complacer a su esposa no dudo en comprar el mejor departamento de la ciudad para ella, ahora ese elegante departamento se convertirá en un arma para destruir a los que una vez amó que al final destruyeron su vida, su sueño, sus emociones y sobre todo su amor y confianza.

Mientras tanto Sebastián indicaba a sus padres la decisión que había tomado junto su esposa, eso entristeció a Tahis, ya que ella quería ver cómo crecía el bebé dentro del vientre de su nuera.

Rubén----: ¿Deciden irse a vivir lejos de aquí?

Sebastián---: Si papá, pero los visitaremos con frecuencias.

Rubén----: No sé porque siento que todo esto ha sido planeado, es como si ya ustedes dos...

Tahis----: Que dices Rubén, insinuás que mi hijo...

Rubén----: Pero que puedo imaginar.

Sebastián---: Papá, siento mucho si piensas mal de mí, solo te pido que comprendas, voy por mis cosas.

Rubén salió de la presidencia de su esposa, pensando que todo era imaginación de él, y que su hijo hacia las cosas por el bien de su sobrino, pero al imaginar que ellos se fueron a su noche de bodas, era algo que no le cabía dentro de su cabeza, trato de concentrarse en su trabajo, pero no pudo algo le carcome dentro de él que lo estaba asfixiando, se levanta para abrir la ventana y observa a su hijo con unas maletas que ingresa a su vehículo y se marcha de resistencia Duarte.

Tahis----: Hiciste sentir mal a nuestro hijo.

Rubén----: Crees que hago mal en sacar mis propias conclusiones, dígame abogada Duarte a caso es un delito.

Tahis----: No es un delito sacar tus propias conclusiones, pero la calumnia si es un delito.

Rubén----: Mujer, yo amo a mis hijos incluso más que a mi propia vida, pero saca tus conclusión, nuestro hijo murió hace dos meses, cuando le propusiste a Sebastián que se case con Martina él no se rehusó como lo hizo cuando se casó con Valentina, ahora se casan, pero ellos van a disfrutar de su noche de bodas como una pareja enamorada y para poner la cereza del pastel deciden vivir a solas como una feliz pareja de recién casados, amor cuando es un matrimonio por conveniencia no actúan así porque no se aman.

Tahis----: No sé que decir, no me quiero imaginar cosas, Rubén estás diciendo que talvez ellos fueron...

Rubén----: Si, y por eso Alberto hablo de las mujeres ajenas.

Tahis----: Eso no puede ser, nosotros les enseñamos buenos valores a nuestros hijos.

Rubén----: La lealtad no estaba en esos valores para Sebastián, en qué fallamos mujer, y lo peor es que caímos en su juego, Sebastián busco la manera de separarse de Valentina y tú usaste a esa pobre niña como si fuera un pagaré y luego te deshiciste de ella así sin nada.

Tahis----: Yo solo buscaba lo mejor para el hijo de Alberto.

Rubén----: Y si no lo es.

Tahis----: Ya, deja de insinuar e insultar a mi hijo, deja imaginar tonteras, si sigues pensando de esa manera no solo perderás al único hijo que te queda, sino que también me perderás a mí.

Tahis salió con lágrimas en sus ojos, no podía creer que su esposo juzgue mal a su hijo menor, sacando conclusiones nefasta en contar de su hijo, para Tahis aunque las evidencias estaba en frente de ella, el amor protector y maternal no la dejaba ver más allá de su campo de visión.