La mayor cobardía de un hombre es despertar el amor en una mujer sin tener la mínima intención de amarla, como curar aquellas heridas si es difícil de cerrar, y cada día el precio de vida es más difícil de pagar, después de alejar el dulce amor de su esposa, sin imaginar que su búsqueda en el amor termino cuando la conoció, de la cual la vida convirtió a Rafael Castro un mendigo del amor,
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el número de ella
Rafael.
Me sentí aliviado cuando hable con el abogado, acepte todos los acuerdos no me interesa si tengo que darle algo de mi propiedad a Sara, si quiere la villa pues que se quede con ella y una suma de dinero resolverá mi problema, solo pido a Dios que Leonela me espere, se que me ama y me espera...volveré a su lado y al fin estaremos juntos para siempre.
Llegué a mi oficina, no estaba Pamela respire profundo me senté en mi escritorio, me siento tranquilo y con muchas ganas de trabajar, que hace un mes no me sentía así de feliz, Pamela llegó leyó mi agenda mostró enojo pero no le dije nada, tampoco me interesa lo que ella piense, mi relación con ella solo será por un corto tiempo ya que con ella puedo desahogar mis necesidades, continue con mi trabajo, no moleste a Pamela la dejé que sea feliz con su rabieta, Marlon llegó y me invitó a un bar está noche, mire a Pamela y ella me miro con enojo, sonríe y acepte la invitación de Marlon, recompensaré a Pamela por el desplante de anoche la llevaré conmigo al bar, se que Marlon ya tiene una mujer para mí, pero yo iré con mi asistente.
Marlon salió y me quedé a solas con ella, la mire y sonríe, ella iba salir de la oficina pero yo la detuve, la abrace y la bese, sus besos eran apasionado y yo me embobe con ellos. Pero lo único raro fue que se me vino la mente imágenes cuando besaba a Sara, no se porque pensé en aquellos recuerdos insignificantes para mí, aunque mi mente se aturdió por un momento, el resto del día trabaje tranquilo, Pamela me coqueteaba con sus miradas, ese día almorcé en un restaurante, la comida no era igual, que por un momento extrañe los almuerzos de Sara..
Por la noche salí de la oficina en compañía de Pamela, me quedaré con ella no regresaré por hoy a casa quiero celebrar, el abogado de la familia visitará a Sara el viernes y si ella firma solo quedarán dos semanas y el divorcio se efectuará y seré libre de este absurdo matrimonio, mi padre quería honor pues se la di, jamás dejo explicarle lo que realmente sucedido esa tarde.
Por la noche Rafael celebraba en el bar el estaría divorciado en dos semanas y después ira a España por la mujer que realmente ama, por su parte Pamela tambien disfrutaba y celebraba junto a Rafael y Marlon, ella pensaba dentro de si,... que si Rafael se divorciaba era por ella porque Rafael jamás le había hablado que en su vida existía una mujer llamada Leonela, que realmente era dueña del corazón de Rafael, también Pamela se sentía superior a Sara ya que Rafael la rechazaba por estar con ella sin imaginarse que ella también era un pasa tiempo para él.
Después de salir del bar, llegaron hasta el departamento de Pamela, ella vivía sola y no tenia a quien rendirle homenaje, entre besos ingresaron a la sala dónde tropezaron y cayeron al mueble. ellos rieron y se dirigieron a la habitación donde no quedó ninguna prenda de vestir en sus cuerpos, La noche les quedó corta para hacer el amor, aunque Pamela era ardiente, sus besos apasionados no satisface el deseo del corazón de Rafael, pero de igual manera durmieron entrelazados el resto de la madrugada hasta que el sol dió sus primeros rayos que atravesaron por el cristal de la ventana.
Pamela---: ¡Buenos días! ( risa).
Rafael---: ¡Buenos días!.... hay que ducharnos.
Pamela---: Si, en el restaurante de la esquina hacen unos deliciosos desayuno si nos apuramos llegaremos a tiempo a la oficina.
Rafael---: No preparas tu mismo el desayuno.
Pamela---: Ahí no amor, yo no nací para eso.
Rafael sonrió con mala ganas, a él no le gusta comer en la calle, el se había acostumbrado a los deliciosos desayunos que Sara le preparaba, subieron al vehículo en busca del restaurante al llegar Rafael ordenó a Pamela que pidiera el desayuno para llevar, tampoco quería llegar tarde a la oficina y ser regañado por su padre.
Pamela---: No te gusta comer dónde la gente nos vea, tienes temor que le vayan con el chisme a tu mujer (sería)
Rafael---: No es eso, es solo que no me gusta comer en la calle, me gusta la comida casera (recordando a Sara).
Pamela---: Tranquilo comerás el almuerzo de tu esposa más tarde
Rafael---: No, ella no enviara el almuerzo piensa que estoy de viaje, pediremos almuerzo del restaurante del al frente es todo
Pamela entre cerro los ojos de las irás, como era posible que si el se estaba por divorciarse, el se cuidara de su esposa y sobretodo que se entere que él tenía una aventura, durante la mañana Pamela hacía planes, quería que la esposa de Rafael se entere que ella existe y sobre todo que ella es la mujer que él ama , para Pamela si Sara los encontraba en una situación comprometedora, ella no dudaría en firmara el divorcio rápido, busco el número en la agenda y no lo encontró, busco la manera de tomar por descuido el celular de Rafael, cuando lo hizo busco en sus contacto y no lo encontró, ella se sintió frustrada, Rafael no tenía guardado el número de su esposa, miro su escritorio y una foto que tenía con Martin, que enseguida dedujo que Martin tenía el número de la esposa de Rafael.
Pamela---: Ingeniero mi jefe, le pide envié el número de su esposa.
Martin---: Espera un momento ya lo busco.
Pamela sonrió de la emoción al fin tendría el número de aquella mujer insignificante para la vida de Rafael, Martin no dudo en darle el número, tampoco imagino que se trataba de una trampa hecha con tanta malicia para la inocente Sara.
Pamela📱¡Hola! ¿hablo con la esposa de Rafael Castro?.
Sara📲 Dígame.
Pamela 📱 Señora soy la nueva asistente del economista Rafel Castro, el señor me indico que le haga el favor de traerle el almuerzo.
Sara📲 Está bien, Martin lo viene a ver.
Pamela 📱 No,... el no puede.. será que usted se lo puede traer personalmente.
Sara 📲 Claro no hay problema a la 13:00 estoy ahí, gracias por avisar.
Cuando Sara colgó Pamela sonrió de emoción su plan saldría a la perfección, mientras tanto Sara sonría de la emoción era la primera vez que Rafael le pedía que vaya a la empresa, eran las 10:30 de la mañana, la comida no estaría a tiempo así que apresuró sus manos para hacerle un buen almuerzo a su esposo.