En esta apasionante novela, "María" Gómez, una joven y talentosa periodista, se encuentra con un misterioso hombre llamado Alejandro, cuya sonrisa enigmática la deja sin aliento. A medida que se conocen mejor, María descubre que Alejandro esconde un secreto que podría cambiar su vida para siempre
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La espera
Alejandro se sentó en la sala de espera del hospital, su corazón latiendo con fuerza. María estaba en operación y él no podía hacer nada más que esperar.
La sala de espera estaba vacía y silenciosa, solo interrumpida por el sonido de las máquinas y el susurro de las enfermeras. Alejandro se levantó y caminó por la sala, intentando calmar su nerviosismo.
Pensó en el bebé y en Cindy, y se sintió lleno de rabia y desesperación. ¿Por qué había hecho esto? ¿Por qué había puesto en peligro la vida de María y su hijo?
Alejandro se detuvo frente a una ventana y miró hacia afuera. La ciudad estaba oscura y silenciosa, solo iluminada por las luces de los coches que pasaban por la calle.
De repente, escuchó pasos detrás de él. Se giró y vio al doctor salir de la sala de operaciones.
"¿Cómo está María?", preguntó Alejandro, su voz llena de ansiedad.
El doctor se acercó a él y se detuvo.
"La operación fue complicada", dijo. "Pero pudimos salvarla"
Alejandro se sintió aliviado.
"Gracias", dijo.
"Pero hay algo más", continuó el doctor. "María tiene una conmoción cerebral grave. No sabemos si se recuperará completamente."
eso debido al golpe que se dio al caer.
Alejandro se sintió como si hubiera recibido un golpe en el estómago.
"¿Qué significa eso?", preguntó.
"Significa que María puede tener problemas para recordar cosas", dijo el doctor. "O incluso puede perder la memoria completamente."
Alejandro se sintió horrorizado.
"No", dijo. "Eso no puede pasar."
El doctor puso una mano en su hombro.
"Lo siento", dijo. "Pero debemos ser realistas."
De todas maneras esta en coma inducido , para desinflamar el cerebro, esperemos que no sea eso.
Alejandro se sintió como si su mundo se estuviera derrumbando.
¿Qué iba a hacer sin María? ¿Qué iba a hacer con un bebé que no conocía?
De repente, escuchó un ruido detrás de él. Se giró y vio a un policía entrar en la sala de espera.
"¿Alejandro?", preguntó el policía.
"Sí", respondió Alejandro.
"Tenemos noticias sobre Cindy", dijo el policía. "La encontramos."
Alejandro se sintió aliviado.
"¿Dónde está?", preguntó.
"En la comisaría", respondió el policía. "Pero hay algo más."
Alejandro se sintió intranquilo.
"¿Qué es?", preguntó.
"El bebé no está con ella", dijo el policía.
Alejandro se sintió como si hubiera recibido un golpe en el corazón.
"¿Qué?", preguntó.
"No sabemos dónde está el bebé", dijo el policía. "Pero estamos buscando."
Alejandro se sintió desesperado.
"Tenemos que encontrarlo", dijo.
"Lo encontraremos", respondió el policía.
Mientras tanto María luchaba por su vida
Alejandro se sintió como si su mundo se estuviera derrumbando. El bebé había desaparecido y María estaba luchando por su vida.
"Tenemos que encontrarlo", dijo Alejandro, su voz llena de desesperación.
"Lo encontraremos", respondió el policía. "Pero necesitamos tu ayuda."
Alejandro asintió.
"Haré cualquier cosa", dijo.
El policía sacó una foto de Cindy.
"Esta es la última vez que se vio a Cindy", dijo. "Estaba en un coche negro con matrícula..."
Alejandro escuchó atentamente mientras el policía le daba los detalles.
"Creemos que Cindy puede haber tenido ayuda", dijo el policía. "Alguien que la esté protegiendo."
Alejandro se sintió intranquilo.
"¿Quién?", preguntó.
"No lo sabemos aún", respondió el policía. "Pero estamos investigando."
De repente, el doctor salió .
"¿Cómo está María?", preguntó Alejandro.
"Está estable", dijo el doctor. "Pero necesita descansar."
Alejandro se sintió aliviado.
"Gracias", dijo.
El doctor se acercó a él.
"Hay algo más", dijo. "María tiene una nota en su mano."
Alejandro se sintió intrigado.
"¿Qué dice?", preguntó.
El doctor le mostró la nota.
"¿Lee?", dijo.
La nota decía: "No confíes en nadie."
Alejandro se sintió confundido.
"¿Qué significa?", preguntó.
"No lo sabemos", respondió el doctor. "Pero puede ser una pista."
Alejandro se sintió determinado.
"Voy a encontrar al bebé", dijo. "Y voy a descubrir quién está detrás de todo esto."
