En Esta Segunda Vida Seré Villana

Por fin llegó el día de la fiesta y todo estaba listo para celebrar el cumpleaños de Dayana.

Aquella última estaba lista, y tenía un hermoso vestido que su madre desde donde estaba le había mandado.

Acompañado de ese vestido, llegaron un montón de regalos costosos.

Dalia ha logrado establecerse bien, y gracias a la fortuna que le dio el emperador, compró un título de duquesa y ahora ella maneja el ducado más próspero del lugar, el cual se dedica al cultivo de vinos de calidad.

Ella también en su tiempo libre entrenaba espada y magia, y se ha dado muy buena en el asunto. Dalia ya no es una damisela en apuros. No pretende ser un estorbo para su hija en el futuro.

Su éxito ha sido conocido por todo ese imperio, y le han llovido propuestas de matrimonio por montones, mismas que ella rechaza constantemente, puesto que, no tiene tiempo para el amor y menos le interesa.

Ella en su corazón estaba desilusionada de los hombres, y no tenía amor más que por su hija.

Por el momento solo se dedicará a vivir para llenar de orgullo a su hija, quien al saber los logros de su madre, estaba muy orgullosa de ella.

***

Con Dayana.

La niña tras cambiarse, sale de la habitación; fuera de esta estaba Sebastián con un hermoso traje hecho a medidas. El pequeño le ofrece su brazo, y ambos salen con destino a dónde estaba la fiesta.

Al llegar, el vocero real anuncia la llegada de los niños, y lo hace de la siguiente manera.

“Con ustedes damas y caballeros del imperio de Azure, la princesa heredera Dayana Azure y Sebastián, compañero de juegos de la princesa heredera” anunció el vocero real.

Ambos niños entran al lugar, y todos allí hacen una reverencia, y el emperador pasa adelante para agradecer a los allí presentes.

Luego de eso, él ordena a que la fiesta de inicio, y la fiesta de cumpleaños de la niña se comenzó a celebrar.

A medida que la fiesta se celebraba, la hora de dar los regalos llegó, y como era tradición, el primer en dar regalos era el padre, y luego los demás miembros de la familia imperial, los últimos eran los invitados.

Después de que el emperador le diera su regalo a su hija, el cual era un hermoso collar de diamante rosa, pasaron Marta y Tania a dar sus regalos.

Luego pasó la familia materna de Dalia, puesto que, los padres del emperador habían muerto hace años, y el resto de su familia vive en otro continente.

La familia materna de Dayana pasó a traer los suyos. Aquellas personas estaban descontentas con el divorcio de Dalia, pero nada podían hacer, puesto que, cuando se dieron cuenta, Dalia se fue sin dejar rastro.

Ellos se mantuvieron en silencio hasta ahora, puesto que, aún pueden mantener su estatus, gracias a que la única hija de Dalia, es la princesa heredera al trono de Azure y eso le da prestigio a toda su familia.

El cabecilla de familia, pasó a dar su regalo, el cual constaba con un fino juego de joyas importadas del imperio Kaito.

—Es un honor para mí saludar a la princesa heredera Dayana Azure, yo su bisabuelo, estoy más que orgulloso de tener una nieta tan hermosa e inteligente como tú— dice el patriarca de esa familia. Ese es el abuelo de Dalia, un hombre honorable, pero muy codicioso.

Dayana con una sonrisa agradece por los regalos, y los manda al lugar en donde estaban los demás.

Luego de aquello, los invitados pasan a llevar los regalos a Dayana, quien con una sonrisa radiante, agradeció amablemente a todos su amabilidad de darle un regalo.

Cuando todos los invitados dieron sus regalos, el emperador hizo un brindis en honor a su hija y la fiesta continuó.

Marta no perdió tiempo para inyectar el veneno en el joven corazón de Tania, diciendo que si Dayana no estuviera, todos esos hermosos regalos fueran para ella.

Eso hizo que Tania sintiera un profundo odio por su hermana, y la miraba con odio puro.

**

Después de un rato, el padre de Dayana la invitó a abrir el primer baile, y ella amablemente aceptó.

Marta creía que Dayana iba a pasar la mayor de la vergüenza, pero, la niña lo hizo más que excelente, todo el mundo halagó sus buenos modales.

Cuando el emperador terminó de bailar con la niña, un grupo de jóvenes de su edad se acercan para hablar con ella, y Dayana entre esos niños, ve a la pequeña rata de Cristian Sandoval, quien tiene unos 12 años.

Aquel niño era un niño hermoso, pero Dayana sabe, que ha de tener un corazón lleno de malicia.

Amablemente, Dayana pide permiso para retirarse al balcón, pero Cristian la toma del brazo para que no se vaya. Al tener contacto con la piel de aquel niño, Dayana se siente desagrado.

—¿Me pregunto si la princesa Dayana me puede dar el honor de bailar la próxima canción?—pregunta el joven y Dayana con una sonrisa decide dejarlo en ridículo.

—¿Usted es?—pregunta ella y Cristian se sonroja, los niños que estaban cerca de él se ríen por lo bajo.

Apenado, Cristian decide presentarse.

—¡Oh me disculpo! Mi nombre es Cristian Sandoval, hijo de los duques Sandoval. Un gusto estar en su fiesta de cumpleaños princesa Dayana — le suelta Cristina el brazo a la niña, para luego hacer una reverencia.

Dayana sin hacer inclinación, solo dice.

—Un gusto, y respondiendo a su pedido para bailar, ya tengo con quién hacerlo, me disculpo con el pequeño duque Cristian— dice ella con una sonrisa. Los niños que estaban alrededor de ellos, se reían en silencio.

Según las leyes de la nobleza, la familia imperial no puede inclinarse entre nadie, y los nobles le hacen inclinación, a quien es de mayor estatus que su título, no al menor.

Berta y Gabriel veían todo desde lejos, por si tienen que hacer algo para defender a la niña, pero esta parece ser que tiene todo controlado

—

Dichas esas palabras, Dayana se retira de ahí, y su amigo Sebastián, sale a su encuentro, y ella le toma de la mano y lo arrastra a la pista de baile.

—Sígueme el juego, me estoy quitando de encima una mosca molesta— le susurra la niña a su amigo y él lo entiende.

Al estar en la pista de baile, ambos con una perfecta sincronía, comienzan a bailar.

Sebastián, quien ha estado siendo educado por Dayana y el maestro, tiene una buena educación y Berta también lo ha estado ayudando con sus modales, eso sí, cuando está a solas con Dayana, ambos no siguen la etiqueta.

Pero ahora que están en público, ambos aparentan ser las personas más educadas del mundo, cuando en realidad son un par de villanos.