Segunda historia de la novela "Desde esa noche que te vi" ...
Emma y Leonel nunca imaginaron que su relación fraternal se convertiría en algo más. Aunque no comparten sangre, han crecido juntos como hermanos, pero un día, sus sentimientos evolucionan hacia una pasión profunda y prohibida.
Atrapados en un torbellino de emociones, ambos deben enfrentar el miedo a la reacción de su familia y amigos. ¿Qué pasaría si descubren su secreto? ¿Podrán superar las barreras sociales y familiares para estar juntos?
En este relato apasionado y emocional, Emma y Leonel deben decidir si su amor es lo suficientemente fuerte como para vencer los obstáculos y seguir su corazón, o si la presión del entorno los obligará a renunciar a su felicidad."
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Capitulo 19 - El plan de Emma
Una semana había pasado desde la desaparición de Emma y Aaron, Leonel estaba que en cualquier momento colapsaba, no había parado ni un segundo en buscarla por todo Seattle, desde que se enteró que Tobías estaba en libertad y que había viajado para donde estaban ellos, su desesperación aumentó tanto que hasta casi no dormía por buscar a su mujer y a su hijo
A la pequeña Aria ya le habían dado el alta y estaba al cuidado de Lorena, ya que no solo Leonel estaba en la búsqueda de Emma y Aarón, sino toda la familia
A Carol tuvieron que sedarla, ya que la depresión que le dio al no saber de su hija la derrumbó por completo emocionalmente
Máximo el amigo de Leonel había logrado rastrear el teléfono de Tobías, pero lo encontraron tirado en un bote de basura y eso los hizo perder la única pista que les quedaba para encontrar a Emma y Aarón
Habían buscado por todos lados al taxi que había llevado a Emma, pero no habían logrado encontrarlo, él era el único que les podría decir dónde estaba ella y no podían hallarlo
Leonel estaba entrando en una crisis emocional también al no saber nada de su familia, los únicos momentos de lucidez y tranquilidad que tenía, era cuando estaba con su pequeña Aria
La policía tampoco había logrado encontrarla, y al taxista tampoco, la empresa para la que trabajaba les habían informado que el hombre había renunciado y no sabían dónde vivía
Estaban estancados, sin una pista no había posibilidad de encontrarla, solo rezaban por qué ella estuviera sana y salva al igual que el bebé
— Ve a descansar unas horas, si sigues así vas a colapsar y en ese estado no lograrás concentrarte en buscar a Emma — le dice Leo a Leonel
— No puedo descansar, cada segundo que pasa ella puede estar sufriendo, como puedes pedirme que descanse? — le dice Leonel angustiado
— Entiendo lo que dices, pero hasta no encontrar al taxista o tener una pista de dónde pueden llegar a estar, vamos a seguir estancados, ve a descansar, te prometo que si llegamos a encontrar algo te avisaré de inmediato — le insiste Leo para que Leonel se vaya a descansar un rato
— Está bien, pero prométeme que me llamaras ni bien sepas algo de Emma?, prométemelo papá — le súplica Leonel
— Te lo prometo hijo, ve a descansar — le dice Leo y Leonel se va su habitación a descansar un poco para poder estar fuerte y consciente para poder encontrar a Emma
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Dos meses habían pasado ya desde que Emma y Aarón estaban desaparecidos
Emma los primeros días sufrió muchísimo, intentó escapar varias veces, pero no había tenido éxito, ya que Tobías la tenía bien encerrada, todas las ventanas de la casa tenían rejas y la ventana del baño estaba en el techo y era imposible salirse por ahí
Aunque siempre estaba perdido en su mente y la trataba cariñosamente, los momentos que llegaba a estar lúcido había llegado a golpearla en varias ocasiones por todo lo que había sufrido en la prisión
Emma estaba demasiado asustada, temía por su vida y la de su bebé debía buscar otra forma de liberarse de Tobías o en cualquier momento él la mataría, por lo que decidió seguirle el juego y fingir ser una familia feliz, aunque le repugnaba hacerlo, no le quedaba más opción, había planeado ya como deshacerse de él solo necesitaba tiempo
— Me duele mucho la cabeza, podrías comprarme paracetamol para calmar los dolores? — le dice Emma dulcemente abrazándolo
— Si mi amor, recuestate y yo iré a la farmacia a comprarte eso — le dice Tobías besándola
— Gracias cariño — le dice Emma sonriendo
Emma se acostó en la cama como le dijo Tobías y él se fue a la farmacia a comprarle lo que ella le había encargado
Media hora después él volvió con el analgésico y se lo entregó a Emma para que lo tomara
— Gracias mi amor iré a tomarme el medicamento así se me pasa el dolor, y enseguida comienzo con la comida cariño — le dice Emma abrazándolo
Estas últimas dos semanas que habían pasado, ella había estado muy cariñosa con él, necesitaba ganarse su confianza y ser lo más sumisa que podía para que él bajará la guardia con ella y así llevar su plan a cabo
Aunque tuvo que soportar varios días el estar con él y fingir amarlo, era necesario para que él bajará la guardia y confiara en que ella estaría a su lado siempre
Después de tanto esperar había llegado el día, hoy se desharía de él para siempre, aunque la puerta siempre la mantenía cerrada con llave, ya no la controlaba tanto como al principio, que cualquier cosa que hacia ella, él le estaba detrás para ver qué no hiciera nada imprudente
— No has comprado pan por casualidad amor ? — le pregunta Emma, ella sabía que no había comprado pan y se deshizo de los últimos pedazos para que él se vuelva a ir para comprar
— No amor, había pan, que ocurrió? — le pregunta él
— Cariño, lo poco que quedaba lo hice en tostadas para el desayuno — le dice ella mirándolo tiernamente
— Bueno preciosa, iré a comprar más pan entonces — le dice él besándola
— Está bien mi amor, yo empezaré a preparar el almuerzo, te haré una rica sopa de pollo y verduras como a ti te gustan — le dice ella abrazándolo
— Mmm que delicia, me encantan tus sopas mi amor — le dice él saboreandose los labios
— Ve cariño, no te tardes o te comenzaré a extrañar — le dice ella coqueta
— De acuerdo mi amor iré lo más rápido posible, te amo preciosa — le dice él volviéndola a besar
— Y yo te amo a ti mi amor — le dice ella siguendole el beso
Una vez que Tobías se fue, Emma corrió a la cocina sacó de adentro de una caja bien escondida una tableta de paracetamol que había guardado de la primera vez que le encargó, más la que le había comprado hoy y puso todas las pastillas en la licuadora y las licuó hasta que quedaron hechas polvo
Luego las pasó a una taza y lavó la licuadora para que él no se diera cuenta y comenzó a preparar la comida
— Ya llegue mi amor — le dice Tobías entrando a la cocina
— Que bueno amor, esto ya casi está, solo unos minutos más — le dice Emma
— Esta bien princesa, iré a darme un baño en lo que tú terminas de cocinar — le dice él acercándose para darle un beso y luego yéndose al baño para darse una ducha rápida
Cuando Emma terminó de cocinar le puso a la comida bastante sal, para que él gusto del paracetamol no se sintiera en la comida, se sirvió un plato de sopa para ella y otro para él
En el plato de él, colocó bastante del polvo del paracetamol y lo mezcló con la comida y la otra parte lo iba a poner en el jugo, ya que al estar un poco salada la comida él atinaria a tomar mucho jugo
Preparó jugo en una jarra, se sirvió un poco para ella y luego en la misma jarra colocó el resto del polvo del paracetamol, lo mezcló bien hasta que se disolviera por completo y luego le sirvió un vaso a él y llevó todo a la mesa
Justo cuando estaba terminado de llevar las cosas a la mesa, Tobías llegaba ya bañado
— Siéntate amor, vamos a comer — dice ella sentándose
— Mmm huele delicioso — dice él comenzando a comer, hasta que sintió que estaba un poco salado — Esta salada la comida — dice mirándola serio
— Que? Cómo que salada? Si yo… a ver — dice ella probando de su comida — Hay es verdad, como sucedió si yo no le eche tanta sal, dame prepárare otra cosa — dice ella levantadose de la silla para llevarse los platos
— No, déjalo así, tampoco es que está incomible, se puede comer igual, déjalo así y comamos — dice él sonriendo para que ella no se preocupara
Él comenzó a comer al igual que ella, por cada cucharada que le daba a la sopa era un trago que se tomaba de jugo, así continúo hasta terminarse el plato de sopa y la jarra de jugo
Emma lo miraba sonriente, ya solo debía esperar a que las pastillas hicieran efecto.
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