¿Por Qué Una Emperatriz?

DANNA

El plan es un rotundo fracaso, ha pasado ya un mes de que Amaro y yo comenzamos con el entrenamiento, durante los descansos que tomamos intento mostrarme ante él como soy, un hombre, pero eso solo parece gustarle más, y lo que es aún peor cada vez que estoy cerca de él empiezo actuar como una adolescente con las hormonas alborotadas, eso no era en absoluto parte del plan.

Estoy total y absolutamente perdida, así que hago lo    que cualquier persona con más de dos neuronas haría, pedir ayuda, en verdad lo necesito, necesito que alguien me ayude a comprender que es lo que está pasando y en caso de que sea lo que estoy pensando me ayude a saber cómo proseguir.

En este lugar solo hay tres personas a las que les puedo pedir consejo, pero una queda totalmente descartada por lo que las opciones solo se reducen a dos.

-     Mi señora ¿me mando a llamar? – me dice Anna entrando al jardín de la emperatriz donde ya mande a preparar un poco de té y bocadillos

-     Si así es, por favor toma siento – le pido a lo que ella un tanto confundida me responde

-     Mi señora porque no me mando a llamar para que la ayudara con su reunión – me dice mientras señala la mesa

-     No lo hizo porque tú eres una de las invitadas, y es de mala educación hacer trabajar a tus invitados, ahora toma asiento – le digo mientras literalmente la arrastro a la mesa

-     Pero su majestad como podría compartir la mesa con usted – me dice mientras pone algo de resistencia y debo admitir que tiene mucha fuerza

-     Porque más que ser mi dama yo te considero mi amiga – le digo mientras le pongo ojos de cachorrito

Veo como mis palabras la ablandan y me deja ahora si guiarla a la mesa donde toma asiento un tanto aturdida, poco después una de las sirvientas del palacio anuncia que me otra invitada a llegado y Alicia hace su aparición, ella en este último mes se ha convertido en más que una amiga, se ha convertido en mi confidente, se ha convertido en una hermana, junto con Camila y Anna, las tres se han convertido en mis hermanas del alma y las quiero como tal, pero lo que son a las únicas a las que puedo acudir por consejo, pero debido a que Camila es la hermana de Amaro y como esta conversación gira en torno a él ella no estará presente.

-     Alicia bienvenida, adelante siéntate – la saludo mientras la guío al asiento a lado de Anna, quien se ve un tanto incomoda con la situación pero aun así se queda en su sito

-     Se preguntaran por que las he reunido – le digo mientras tomo asiento frente a ellas una vez me he asegurado de que nadie está cerca, ellas asienten antes mis palabras – sé que nunca les confesé esto, pero la razón por la que empecé a interesare en los negocios y busque aprender a defenderme era porque mi objetivo era divorciarme del emperador y necesitaba poder mantenerme por mi misma una vez divorciada – les digo

-     Pero su majestad una mujer divorciada nunca será bien vista en la sociedad, además se nota que el emperador la adora – me dice Anna muy alterada ante mi revelación

-     Y ¿Cuál es tu objetivo ahora? – me pregunta Alicia más calmada que Anna, ella claramente vio mi duda

-     ¿De qué habla lady Camila? – le pregunta  Anna un poco confundida

-     Su Majestad dijo era, no dijo es – le responde Alicia, a lo que Anna respira claramente aliviada

-     Como bien dijiste ese ERA mi plan, pero las cosas han cambiado

-     ¿En qué? – me pregunto Anna

-     Al principio como sabrán, me case obligada por mi padre, yo no amaba a Amaro y mis prejuicios sobre él eran tales que me intente quitar la vida con tal de escapar de mi destino, pero ahora las cosas ha cambiado, yo he cambiado, y la verdad es que Amaro me agrada, es más creo que me gusta, no estoy segura, pero lo que si se es que Amaro siente algo por mí, solo un ciego no se daría cuenta, incluso tú lo mencionaste Anna y temo ilusionarlo y lastimarlo si es que no lo amo como él a mi, yo nunca me he enamorado, así que no sé cómo me debo sentir o más bien no sé lo que es sentirse enamorada – les digo, es la mejor explicación que puedo dar, lo de la reencarnación suena loco y seguro no me creerían, así que esto es la más cercano que puedo decir, es verdad que mis prejuicios fueron los que me alejaron de Amaro en primer lugar, soy un hombre, como puedo enamorarme de un hombre, y sobre mis sentimientos, yo nunca me enamore en mi vida pasada así que no tengo punto de referencia.

Las dos me miran, luego se miran y comienzan a reír, las muy desgraciadas comienzan a reírse, tener amigas para esto.

-     ¿de qué se ríen? – les pregunto ya muy enojada por sus risas

-     Amiga, nos reímos por que la respuesta a tu incógnita es muy sencilla, y creo que tú ya la sabes – me dice Alicia con una sonrisa

-     Su majestad usted ama al emperador – me especifica Anna, al ver que no reacciono

-     ¿Qué voy a hacer? – expreso en voz alta, en mi vida anterior mi padre nos abandonó y durante toda mi vida tuve miedo de ser como él, es por eso que nunca tuve una pareja formal, pero ahora que la sombra de mi padre estaba lejos de mi ¿sería capaz de formar una familia?

-     Pues creo que la respuesta es sencilla, continúe casada y confiésele al emperador sus sentimientos, él la ama y usted lo ama, no veo el problema – me expresa Alicia

-     Pero ¿y si no soy capaz de formar una familia a lado de Amaro? – les expongo mi mayor miedo

-     ¿Por qué no sería capaz mi señora? – me pregunta Anna mientras toma mi mano para consolarme, seguramente debo parecer muy alterada.

-     Mi padre, él no fue el mejor y no conocí a mi madre, y si soy como ese hombre y solo hago sufrir no solo a Amaro sino también a mis hijos – les digo, se que debo cuidar lo que digo, pero para mí fortuna Danna tampoco una figura paterna excepcional, si no todo lo contrario, quien como mi padre la abandono, así que puedo pedir consejo sin tener que inventar una historia mega complicada para justificar mi actuar.

Hace no mucho ya les había contado a las chicas la historia de este cuerpo, por lo que ellas ya estaban al tanto de lo que hablaba así que no tuve que dar más explicaciones de las necesarias.

-     no sé de qué habla mi señora usted es la mujer más buena, amable, generosa, autentica, valiente e increíble que he conocido en mi vida, para mi es el mayor de los honores servirle y sé que puede hacer lo que sea que se proponga y si su objetivo es formar una vida a lado del emperador sé que lo hará magníficamente – me dice Anna y antes sus palabras yo solo puedo llorar, son las mejores amigas que podría haber pedido.