El Amor Verdadero

_ Que no mes estoy burlando de ti, ándale chiquilla, confía en mí aunque sea por una vez y Acompáñame _ insistió el hombre llevando casi a rastras a su esposa hacia las caballerizas en donde pidió a uno de los muchachos que le alistara un caballo.

_ Esto es ridículo Antonio en serio en que playa lo que nos iremos, además yo no sé montar un caballo _ seguía quejándose, a pesar de que una y otra vez su marido le decía que confiara en el.

_ Ya deja de quejarte, y no te preocupes por lo de montar nos iremos juntos _ se subió al caballo Antonio para luego pasarle la mano a su esposa, que aún seguía dudando de ir a la playa.

_ Vamos chiquilla, soy un muy buen domador no tengas miedo _ dijo guiñándole un ojo a su esposa que negó con la cabeza, pero al final tomo la decisión de subirse al caballo pero atrás de su marido.

_ Acá en frente estarás mejor _ volteo para verla y al hacerlo los dos quedaron muy pegados que tranquilamente ambos sentían sus alientos.

_ Ya vámonos antes de que me arrepienta _ al hablar Antonio podía sentir el aliento de su esposa y no pudo evitar dejar un corto beso en los tibios labios de su esposa.

Cuando estaban por el camino Ana observo que había una pequeña reserva de árboles parecía ser que fue plantados en círculos, cuando se adentraron a la reserva luego de un corto camino llegaron a una pequeña laguna que parecía artificial, pero que por su alrededor tenía arenas y vaya que se parecía a una pequeña playa.

_ Increíble!!, parece artificial _ exclamo llena de emoción la chica que no espero que su esposo lo ayudara a bajarse lo hizo sola saco sus zapatos y empezó a caminar descalza hasta el agua que estaba azul, se agachó para tocar el agua y estaba tibia cosa que hizo sorprender más a la chica.

_ Si y no, ves esa pequeña altura que hay, justo en la raíz del "Inga" (Árbol de la familia de mimosáceas) _ apunto hacia la orilla de la pequeña laguna en donde se encontraba un gran árbol del "inga".

_ Si _ respondió la chica prestándole toda la atención a su marido.

_ De hay salía "yvu" (manantial, pozo de agua surgente) y a mi papá se le ocurrió la idea de crear esta pequeña reserva, por lo que mando a cavar alrededor de "yvu" y la base de la tierra era todo piedra plana, por eso el agua es así de cristalina y además siempre me encargo de mantenerla limpia _ contó la maravilla historia de como surgió esta pequeña playa.

_ Es increíble, de verdad pensé que estabas loco cuando me dijiste que nos iríamos a la playa y más a caballo _ dijo la chica sonriendo

_ Que bueno que te haya gustado _ susurro acercándose a ella para acariciarle las mejillas.

_ Gracias _ dejo salir la chica también en un susurro.

_ por que ?? _ pregunto el hombre acercándose más a la chica hasta rozar sus labios con los de ella.

_ Por traerme a este lugar, se siente tanta paz, parece que estoy respirando otro aire _ respondió alejándose un poco de su marido le era muy incómodo estar muy cerca de él.

_ Por qué no entras, y te relajas un poco _ le propuso el hombre colocándose unas gafas negras para poder cubrirse del sol, si algo lo caracterizaba a Paraguay eran sus altas temperaturas en verano.

_ Mejor no, no traigo ropa adecuada, será en otra ocasión _ respondió dejándose caer a la arena disfrutando así del maravilloso lugar.

_ Como está tu hijo Ana? _ pregunto sentándose al lado de su esposa que se encontraba recostada en la arena.

_ Dentro de su panorama bien, con los tratamientos y cuidados que recibe en la clínica está muy bien _ respondió sentándose también.

_ Recibe quimioterapia? _ volvió a preguntar Antonio.

_ No, ya no, antes lo hacía pero ahora su cuerpo ya no lo tolera por eso necesita el trasplante de células madres _ explicó Soltando un largo suspiro.

_ Entiendo, y que piensas hacer con respecto a su papá? _ cuestiono nuevamente quería saber muchas cosas.

_ No lo sé, por el momento solo me importa que mi hijo reciba el trasplante y nada más _ respondió sin más la chica.

_ El papá de tu hijo es esposo de una de mis socias de Estados Unidos, capas pueda ayudarte con eso _ se ofreció para ayudarla.

_ No hace falta, ya después me preocupará por eso _ respondió la chica sin más.

_ Cuéntame de los rumores que hay sobre ti en el pueblo _ esta vez fue Ana la que cuestiono volteándose para mirar a su esposo.

_ Él sufría la misma enfermedad que tu hijo, tenía 9 años cuando murió. Me casé muy joven con mi anterior esposa, y siempre soñamos con ser padres, se nos dificultó esa idea, pero después de muchos intentos lo logramos, pero lastimosamente, su embarazo era muy riesgoso tenía la presión arterial muy alta, y falleció en el parto, después de su muerte me cerré totalmente en mi dolor en la tristeza y puse de lado a mi hijo, y cuando me enteré que estaba enfermo ya era demasiado tarde no había nada que hacer _ respondió Antonio evitando las ganas de llorar al recordar lo que pasó en el pasado.

_ Juan y yo siempre discutíamos por tu caso, siempre te defendía, pero tampoco nunca me dijo que fue lo que realmente paso _ confesó la chica sonriendo un poco.

_ Porque te casaste conmigo Antonio?. Porque decidiste darme ese contrato? _ pregunto la chica mirando fijamente a su marido.

_ Para quitarme de encima a la hija de los Martines y no solo a ella sino también. A sus padres _ respondió el hombre respirando profundamente

_ Así que era cierto los rumores de que esa chica te acechaba, y que pasó de ella durante este tiempo que estoy en casa no la e vista ni una vez _ dijo Ana un poco molesta, no sabía por qué le molestaba que le dijera que se casó con ella solamente para utilizarla.

_ Están de viajes por Buenos Aires tienen negocios por hay, pero me dijeron que regresaran la próxima semana, y créeme que tendrás que tener mucha paciencia para soportarla.

_ Otra loca más con la que tendré que lidiar, aparte de tu sirvienta favorita < dijo con burla la chica.

_ Ana de verdad yo no sabía, lo que Rocío pensaba sobre mí no quiero que imagines cosas que no son _ intento explicar el hombre pero fue interrumpido por su esposa.

_ No tienes por qué darme explicaciones, puedes hacer lo que quieras y si es querer también a Rocío puede hacerlo _ dijo la chica un poco dolida, ni ella misma entendía por qué se sentía así.

_ Claro que tengo que darte explicaciones tu eres mi esposa, tu eres mi mujer quiero que entiendas eso Ana _ hablo el hombre volviéndo a juntar su frente con la de su esposa sintiéndose nuevamente muy extraña Ana ante la cercanía de sus esposo.