Obsesión, Maltrato Y Sufrimiento

De camino a la nueva casa puedo sentir la tensión en el aire, Mateo sigue muy furioso, lo puedo ver por como aprieta el volante y por las venas que se le marcan en las manos y el cuello, yo solo me mantengo en silencio, no quiero decir nada que lo pueda enfurecer más

Encima siento dolor en mi vientre cada vez más fuerte y ya se esta tornando inaguantable

— Ma...Mateo — le digo apretando los ojos por el dolor y sosteniendome el vientre

Él sigue conduciendo y no me responde y mis lágrimas comienzan a salir cuando siento otro dolor punzante

— Haaaa Mateo — digo comenzando a llorar — Me duele, me duele mucho

Siento mi entrepierna mojada, me tocó para ver qué es y mis manos se manchan con sangre

— Oh dios no, mi bebé no – digo llorando mientras continúo observando mis manos con sangre

Mateo en ese momento voltea a verme, ya que aún seguía sin prestarme atención, y al ver mis manos con sangre frena de golpe el auto

— Que tienes? que sucede? — me dice desesperado y yo no puedo parar de llorar

Él volvió a arrancar el auto y comenzó a manejar hasta una clínica más cercana lo más rápido posible

— Lo siento mi amor, lo siento, esto es mi culpa, todo esto es mi culpa, siento causarte tanto dolor, siento ser tan posesivo, pero es que no lo puedo controlar, tu eres mia Samara y no tolero verte cerca de alguien más, aunque las pastillas controlan demasiado mis ataques de ira, no controlan los celos y yo tampoco, perdóname mi amor — dice Mateo mientras continúa conduciendo, yo no le respondo nada, ya estoy cansada siempre del mismo discurso y ya no tengo mas ganas de refutar sus palabras

Llegamos a la clínica y Mateo se baja de prisa, me saca del auto cargada en sus brazos y corre hasta adentro buscando un médico

— Buenas noches, dígame qué le sucede? — pregunta él médico cuando llega junto a nosotros

— Comenzó a sentir dolor en su vientre y le empezó a salir sangre de su entrepierna — le dice Mateo

— Bien, llevenla a la sala de urgencias — le dice a los enfermeros que habían llegado con una camilla — Usted es?

— Soy su esposo, Mateo Reed — le responde Mateo y enseguida me trasladan a otra sala

Me quitaron la ropa, y comenzaron a revisarme el sangrado, me hicieron una ecografía y pude escuchar el corazón de mi bebé, eso significaba que él estaba bien y eso me tranquilizaba

— Bueno señora Reed, su bebé se encuentra bien, lo que sufrió fue una amenaza de aborto, esto es peligroso señora Reed, si no se cuida puede perder al bebé. Dígame qué ocasionó la amenaza de aborto? — me explica y pregunta él médico

— Muchos nervios y estrés doctor, estoy atravesado un momento difícil — le explicó sin darle detalles de lo que me está pasando

— Bueno señora Reed, si quiere llegar a terminó con el embarazo, yo le recomiendo que se cuide de ahora en adelante, debe hacer reposo absoluto y principalmente estar tranquila, me entiende? — me dice el médico regañandome

— Entiendo doctor — solo le respondo

— Ahora la pasarán a una habitación, por esta noche se quedará en observación y mañana si él sangrado se detuvo se podrá ir — me dice haciéndole señas a los enfermeros para que me lleven a una habitación — Iré a avisarle a su esposo — dice antes de salir

El médico se fue y yo quede ahí con los enfermeros que me estaban preparando para llevarme a una habitación

Una vez que terminan, me llevan a la habitación y al llegar Mateo ya estaba ahí esperando, me pasaron a la cama, acomodaron el suero y luego se fueron dejándonos solos a mateo y a mi

— Sam — me dice intentando tomar mi mano, pero la quito enseguida — Lo siento Sami, hoy casi perdemos a nuestro hijo y todo es por mi culpa — dice comenzando a llorar, "está llorando en verdad?" — te juro que intenté olvidarme de ti y dejarte tranquila cuando estaba internado en hospital psiquiátrico, pero no pude, no puedo sacarte de mi cabeza Sam, te amo demasiado, yo sé que es un amor enfermizo el que siento, pero no puedo evitarlo — continúa diciendo, pero yo no lo miro ni le respondo

Ya estoy cansada de todo esto, de esta vida y de Mateo, ahora solo debo enfocarme en mi bebé y en estar tranquila para que nada malo le pase

— Si lo intentamos una última vez?, prometo jamas dejar las pastillas, será diferente, ya no existirá el lado agresivo en mi con esas pastillas, solo dame una última oportunidad — me sigue diciendo y yo continuo en silencio, que le voy a decir ? si le digo que no igual me tendrá retenida en esa casa, así que no le respondo, que haga lo que quiera, yo ya no tengo vida, ni voz en todo esto

Al ver que no le respondo, él se queda en silencio y no dice mas nada. Ambos permanecemos en silencio por un buen rato, hasta que él decide volver a hablar

— Iré a comprar algo para comer, ninguno de los dos hemos cenado y tú debes alimentarte — me dice levantándose de la silla y yo continuo sin responderle ni mirarlo

Mateo sale de la habitación y yo quedó sola y es ahí donde puedo soltar un respiro, me duele la cabeza de nuevo, todo esto me altera y aunque intento mantenerme tranquila, teniendo a Mateo a mi lado no puedo hacerlo, él revoluciona todos mis miedos.

Después de 15 minutos él vuelve con dos bolsas con comida, las deja sobre una mesita y se acerca a mi para ayudarme a sentar

— Ven, siéntate así colocó la bandeja para que comas — me dice ayudándome a sentarme — Seguirás sin hablarme?

— Que quieres que te diga? quieres que sea falsa y te diga que todo está bien entre nosotros? , bueno entonces todo está bien Mateo, siéntate y come — le respondo, ya que no se que quiere que le diga, si diga lo que diga el controla mi vida, yo no tengo opinión ni voto sobre ella

— Solo quiero que nos llevemos bien Samara — me dice sentandose a mi lado

— Cómo quieres que me lleve bien con la persona que estuvo meses abusando y golpeándome hasta casi matarme?, como puedes pensar que después de todo eso yo pueda llegar amarte?, si accedo a todo lo que quieres es porque te tengo miedo Mateo, no porque realmente quiera estar contigo — le respondo con sinceridad, si eso es lo que él quería, ahí está

— Me arrepiento de todo eso Sam, solo quiero estar bien contigo, que seamos una familia junto a nuestro hijo — me dice mirándome a los ojos

— Que quieres que te diga? si me niego de igual manera me mantendrás encerrada en esa casa, entonces haz lo que quieras conmigo Mateo — le contesto indiferente sin mirarlo

Él ya no dijo más nada y yo solo me dedique a comer en silencio, no tenía hambre, pero debía comer algo por el bebé

Después de comer, Mateo retiró la bandeja de encima mío y yo me volví a acostar dándole la espalda para dormirme

Me sentía cansada, física y mentalmente y solo necesitaba descansar un poco, relajarme y estar tranquila por mi bebé

Resignarme a vivir bajo el mando de Mateo nuevamente para no pasar estrés, ni nervios, otra no me quedaba

Quizás en algún momento de mi vida sea feliz, o solo le pongo fin a todo mi sufrimiento y ya

Después de un rato me terminó quedando dormida, hasta el día siguiente que despierto por el sonido de la puerta y era el médico que me atendió el día anterior

— Buenos días señores Reed, vengo a revisarla para ver si el sangrado se detuvo — dice el médico y lo veo colocarse un par de guantes, luego se acerca a mi entrepierna y levanta la bata hospitalaria para revisarme

Mateo estaba serio y apretaba sus puños al ver al médico mirando mi entrepierna, pero no decía nada porque sabía que estábamos en la clínica y era trabajo del médico revisarme

— Bien señora Reed, el sangrado ya paró, todo está bien y ya se puede ir, igual está demás recordarle que debe guardar reposo si quiere llegar a terminó con el embarazo — me dice el médico

— Si doctor, lo sé y lo haré, me cuidaré — le digo al médico

— Bien señor Reed, pase por recepción a firmar el alta y luego se pueden ir — le dice ahora a Mateo

— De acuerdo — dice Mateo saliendo de la habitación junto con el médico y yo quedé sola

Me levanté con cuidado y me iba a cambiar la bata y ponerme mi ropa pero recordé que estaba manchada de sangre y no tenía nada más para ponerme

Unos minutos después Mateo vuelve y me ve sentada en la cama con mi ropa en la mano

— Que sucede? — me pregunta

— Podrías ir hasta el auto y traer mi maleta? , la ropa que use ayer está manchada con sangre y no me la puedo poner así — le digo avergonzada

— Si, está bien, ya vuelvo — me dice saliendo de vuelta de la habitación

Yo me quedé sentada esperando a que volviera, unos minutos después volvió sin la maleta, pero con ropa en la mano, me la entregó para que me cambiara y me levante para ir al baño

Luego de cambiarme salimos de la clínica, subimos al auto y ahora sí vamos rumbo a la casa nueva, a mi infierno, a mi cárcel.