El Eco De Los Desaparecidos

Con el sello de Nocturnus reforzado, San Andrés disfrutaba de una relativa calma. Los guardianes continuaban entrenando y fortaleciendo las defensas, pero Ana no podía ignorar una sensación persistente de inquietud. La presencia de Nocturnus en sus sueños se había desvanecido, pero algo nuevo, algo más sutil, parecía estar acechando en las sombras.Un día, mientras Ana supervisaba una sesión de entrenamiento, recibió un mensaje urgente de un explorador. "Ana, hemos encontrado algo en el bosque al norte. Algo extraño que no podemos identificar."Ana reunió a un pequeño grupo, incluyendo a Elias y Laura, y se dirigieron al lugar indicado por el explorador. Al llegar, encontraron un claro donde el suelo estaba marcado con símbolos oscuros y extrañas estructuras hechas de ramas y huesos."Esto no parece obra de criaturas de sombras," dijo Laura, examinando uno de los símbolos. "Parece... humano."Elias asintió, frunciendo el ceño. "Podría ser algún tipo de culto. Algo o alguien está jugando con fuerzas que no comprenden."Ana sintió un escalofrío. "Debemos investigar esto más a fondo. No podemos permitir que una nueva amenaza crezca en nuestras tierras."El grupo comenzó a buscar pistas en el claro, encontrando más símbolos y rastros que llevaban hacia el interior del bosque. A medida que avanzaban, la sensación de inquietud crecía, y Ana no pudo evitar pensar en los recientes sueños y la constante presencia de la oscuridad.Finalmente, llegaron a una cueva oculta detrás de una cascada. El aire estaba cargado de una energía opresiva, y Ana sabía que habían encontrado el origen de la nueva amenaza. Entraron con cautela, iluminando el camino con antorchas y hechizos.Dentro de la cueva, encontraron un altar rodeado de símbolos oscuros y velas negras. Una figura encapuchada estaba de pie ante el altar, murmurando palabras en un idioma antiguo. Cuando el grupo se acercó, la figura se giró, revelando un rostro pálido y ojos que brillaban con una luz oscura."¿Quién eres?" demandó Ana, empuñando su espada.La figura sonrió, una sonrisa que no llegó a sus ojos. "Soy Arachne, la heraldo de Nocturnus. He venido a preparar el camino para su regreso."Elias levantó una mano, creando un escudo protector. "No permitiremos que eso suceda. El sello ha sido reforzado."Arachne soltó una carcajada siniestra. "El sello puede ser fuerte, pero la oscuridad siempre encuentra una grieta. Y yo soy esa grieta."Antes de que Ana pudiera reaccionar, Arachne lanzó un hechizo oscuro hacia ellos. Elias y Laura bloquearon el ataque, pero la fuerza del impacto los hizo retroceder. Ana se lanzó hacia adelante, atacando a Arachne con su espada infundida con la luz del Corazón de la Luz.La batalla fue feroz, con hechizos y golpes resonando en la cueva. Arachne era una oponente formidable, utilizando la oscuridad a su favor. Pero Ana, con la ayuda de sus compañeros, finalmente logró derribarla.Arachne cayó al suelo, su cuerpo convulsionando mientras la oscuridad se desvanecía de sus ojos. "Esto no es el final," murmuró. "La oscuridad siempre encontrará una forma."Ana, respirando con dificultad, miró a sus compañeros. "Debemos asegurarnos de que no haya más seguidores de Nocturnus. La oscuridad puede estar sellada, pero siempre habrá quienes intenten liberarla."Con Arachne derrotada, el grupo regresó a San Andrés, donde informaron a Isabel y Samuel de lo sucedido. Se decidió intensificar la vigilancia y la búsqueda de cualquier rastro de cultos oscuros en las tierras aliadas.En las semanas siguientes, los guardianes trabajaron incansablemente para purgar cualquier influencia oscura que pudiera haber quedado. Ana, aunque exhausta, encontró consuelo en la unidad y la fuerza de su gente. Sabía que mientras se mantuvieran juntos, podrían enfrentar cualquier amenaza.Una noche, mientras Ana observaba las estrellas desde el balcón de la escuela, Isabel se unió a ella. "Has hecho un trabajo increíble"

Una noche, mientras Ana observaba las estrellas desde el balcón de la escuela, Isabel se unió a ella. "Has hecho un trabajo increíble, Ana. La paz que tenemos ahora es gracias a ti y a los esfuerzos incansables de todos los guardianes."Ana asintió, su mirada fija en el cielo nocturno. "Lo sé, Isabel. Pero no puedo evitar sentir que algo más se avecina. La oscuridad es persistente y siempre encuentra una manera de regresar."Isabel puso una mano en el hombro de Ana. "Es natural sentir esa preocupación. Pero recuerda, no estás sola en esto. Todos estamos aquí para proteger nuestro hogar, y mientras estemos unidos, podemos superar cualquier desafío."Ana sonrió levemente. "Gracias, Isabel. Necesitaba escuchar eso." Tomó una respiración profunda y miró hacia el horizonte. "Mañana comenzaremos a entrenar a más reclutas. Debemos estar preparados para cualquier eventualidad."