Ariane reencarno en la protagonista de una novela, una de las cual no le gusto el final, así que planea cambiarlo, pues no le gusto para nada que se quedará con el protagonista que la engaño.
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capítulo 15- nuevo hogar
El mayordomo de Aldo le hizo saber que en su habitación ya fue llevado un baúl enviado desde la mansión del Marqués Blanc, ante ello, Aldo deja su estudio para ir rápidamente a ver de que se trataba; al abrir el baúl, observa que se trata de los regalos que le había estado a Alice, desde hace años, joyas, vestidos, zapatos, incluso adornos para el cabello, también en encuentra un sobre, que al abrirlo, solamente dice "adiós" ante ello, Aldo sale rápidamente de su habitación, pidiendo tengan listo su caballo, no sabe de que trata, pero necesita hablar con Alice, no puede dejar las cosas solo así; cuando llega a la mansión, la madre de Alice le dice, que ella se ha ido del país desde el día después de que fue echada del palacio.
- perdone que lo diga majestad, pero no tiene derecho a buscarla, perdió todo, desde el día que usted rompió la promesa que le hizo.
Aldo no podía refutar ante eso, pues tenía razón, desde el momento que Eleonor entro al palacio como concubina, su promesa hacía Alice fue rota.
- ella no pudo haberse ido, no puede dejarme solo así, se que el amor que tenemos, es más fuerte que todo lo que ha pasado.
- majestad, mejor continúe con su vida y deje a Alice, buscar su felicidad, algo que usted no pudo darle.
Dicho esto, la Marquesa, hizo que escoltaran al rey fuera de la casa, por supuesto Aldo se resiste, pero como todos los presentes observan, no le queda de otra que salir. Al día siguiente ya se sabe que el rey fue desesperado buscando a su ex prometida, pero ella, se ha marchado de la ciudad, la noticia también llego a Eleonor, quien golpea con fuerza el espejo ante ella, causando que su mano se corte.
- ¿como es posible que busque? Ella nisiquiera es tan hermosa como yo, nisiquiera tiene una estatus alto.
- tranquila mi lady, esa mujer esta fuera de la ciudad, no será problema para usted. Si no vuelve, el rey finalmente entenderá que ella no lo quiere y entonces puede aprovechar la oportunidad para acercarse a él.
Saly toma la mano de Eleonor, para envolverla con un trapo, mientras que saca de un cajón, un botiquín para limpiarle la herida y colocar un vendaje.
- cierto, espero que ella no vuelva nunca, pero nada puedo hacer si sigo encerrada aquí.
- tengo una idea, hagamos que el médico le diga al rey que su salud esta empezando a decaer debido al encierro, le pondré maquillaje para que parezca enferma.
- Saly eres una genio, bien, hagamos eso, rápido.
Eleonor se sentó frente a otro espejo, para que Saly la ayude con el maquillaje, incluso la herida de su mano, puede ser usada, dirá que es debido a la desesperación de estar encerrada. Por otro lado, Alice se había dormido en el carruaje, ya llevaban tres días viajando, pero Hilda la despierta, diciendo que han llegado, era ya de noche, pero se podía ver las luces de las casas, era un pueblo, algo grande, recorren la calle hasta llegar a la mansión del joven Barón, la cual era vigilada por guardias, el Marqués que iba a caballo, es quien habla con los guardias y estos abren las rejas para dejar pasar los carruajes, dentro de la mansión, Artis es informado que sus invitados han llegado, al dirigirse a la puerta, a quien saluda primero es a su padre, dándole un abrazo y cuando la puerta del carruaje se abre, el chico corre hacía Alice, para cargarla sosteniendo su cintura y le da vueltas.
- Ali, mi pequeña princesa.
Alice se sostuvo de los hombros del chico, mientras le daba vueltas, fueron unas cuantas y la baja.
- estas hermosa, definitivamente ese rey no te merece.
- hermano Artis, estoy feliz de verte de nuevo. Agradezco que me dejes vivir aquí.
- no tienes nada que agradecer, eres mi preciosa hermanita, prefiero que estés lejos de esa basura. Vamos, entren, tengo todo preparado ambos. ¿Padre, cuando tiempo se quedará?
- solo esta noche, mañana debo partir, no me gusta que tu madre este sola.
- de acuerdo, entonces vengan, cenamos y se van a descansar.
Los dos son llevados al comedor, al estar ahí, la comida es servida, mientras platican, Artis estaba feliz de verlos a ambos, aunque era una pena que su madre no fuese, pues suele verlos muy poco, debido a sus ocupaciones como general de los caballeros. Al acabar la cena, estando en su habitación, Alice se sentía feliz de estar lejos de aquellas personas, salió al balcón a disfrutar de la brisa nocturna, pero, al mirar hacia abajo, vio a los caballeros que estaban llegando a la mansión, entre ellos, uno destacaba por su elegante vestimenta, este, miro hacía arriba, cruzando miradas con Alice, el chico sonríe y continúa su camino, llevando a su caballo hacía los establos; Alice supone que es uno de los generales como su hermano.
Ya era tarde, así que se metió a descansar, por suerte estaba en el segundo piso y al cerrar la ventana, ya nada se podía escuchar, Hilda también se fue a dormir, a ella le dieron una habitación al final del pasillo, por si su señorita la llegase a necesitar. Al día, Alice fue a despedirse de su padre, hablaron por un rato y quedaron en que ella enviaría cartas al menos una vez por semana, mientras el Marqués y su grupo de escoltas partía, Artis le decía a Alice que podía salir al pueblo cuando quisiera, pero que, se llevase con ella al menos dos guardias por seguridad.
- habrán días en los que este fuera, pero, todos ya tienen la orden de que, mientras yo no esté, eres tú quien manda.
- eso creo que ya es exagerado hermano, pero agradezco que cuides de mi.
- ya lo dije, eres mi hermanita, por supuesto que cuidaré de ti. Si quieres hacer fiestas de té para conocer a las señoritas del pueblo, adelante, así no te aburrirás.
- gracias hermano, pero, hay algo que quiero, necesito un maestro que me enseñe a usar la espada.
- ¿e-espada? Pero Ali, eso peligroso, tus manos no son para blandir una espada son para...
- no lo digas, no son para tejer, además antes de venir, estuve practicando con un maestro que papá contrato.
- Ali...
Aunque si lo piensa, saber luchar es una ventaja, por si llegase a estar en peligro, aunque espera eso nunca suceda.
- bien, buscaré a un caballero para que te enseñe.
- te lo agradezco, espero sea el más guapo.
Menciona con burla, pero Artis se queda pasmado ante lo dicho.
- de ninguna manera, veré si encuentro una mujer que sepa de espadas.
- es una broma, solo no me busques al más gruñón.
Alice observa por todo el lugar, viendo a los guardias que van y vienen, notando nuevamente a aquel chico que vio la noche anterior, por aspecto, se va bastante joven, pero por su vestimenta parece de rango superior, tal vez solo es un noble invitado de su hermano.