¿Ahora Quién Es El Perdedor?

Para Fermín, la noticia de que Ángel cortejara a su hermana fue muy satisfactoria porque sabía que era una buena persona y quería lo mejor para su hermana y aunque lo amenazó, la verdad es que en esa relación obviamente la líder iba a ser Dana

-Me habría gustado conocer a tu hermana – Se quejó Karen

Fermín la observó y aunque era una mujer muy sexy y desinhibida le hacía honor a su nombre y era muy  complicada, además que por momentos sus actitudes le recordaban mucho a su madre

-Tal vez la próxima vez que ella regrese a la ciudad – Respondió Fermín

Fermín no tenía ninguna intención de presentarle a Dana a su amiga especial debido a que conocía a su hermana y estaba seguro de que ella no le caería bien y sería un momento un poco desagradable para Karen

-Mamá, por favor devuélvele su PlayStation a Ana María – Suplicó Benjamín

Benjamín se sentía muy mal porque su madre le confiscó su consola de video a Ana María y se sentía muy responsable, además desde ese día su hermana no le hablaba y eso lo entristecía

-Benjamín deja de insistir, porque ese aparato del infierno solo hace que esa irresponsable pierda el tiempo y no estudie – Dijo Brenda

Benjamín estaba sorprendido debido a la afirmación de su madre porque su hermana menor era muy inteligente y siempre obtenía buenas calificaciones

-Estamos de vacaciones mamá, por favor devuélvele su Play – Dijo Benjamín

Brenda se sentía tan irritada en ese momento que tomó el aparato y lo aventó contra el suelo, rompiéndolo en varias partes, mientras Benjamín la observaba con decepción en su rostro

-¿Qué está ocurriendo aquí Brenda? – Preguntó la madre de Brenda

Debido a la graduación de Benjamín, varios familiares se encontraban en la casa de los Mier de Cilla, entre ellos Ada Brazo Dorado de Víbora, la cual era la madre de Brenda

-Mamá solo es un conflicto con los niños y no necesitas preocuparte por eso – Respondió Brenda

Ada observaba el aparato deshecho en el piso mientras negaba con la cabeza y estaba muy decepcionada con su hija porque a pesar de su edad aún no controlaba su mal carácter, la anciana caminó en dirección a la habitación de Ana María y la encontró sentada en el suelo apoyando su frente contra sus rodillas

-Cariño, cuéntale a la abuela que te hicieron para que estés llorando – Dijo Ada

Ana María le tenía mucho miedo a Brenda y a Dade así que jamás hablaría con sus familiares acerca del abuso que recibía porque temía a las represalias

-Me porté mal abuela, así que merezco ser castigada – Respondió Ana María

Aunque Ada sospechaba que algo ocurría en la casa de su hija, no podía hacer nada si sus nietos insistían en que todo estaba bien

-¿Ana, la abuela, puede hacer algo por ti? – Preguntó Ada intentando animarla

Ana alzó su rostro y observó a su abuela y aunque se sentía tan agraviada porque su madre destrozó su PlayStation, temía que decirle a su abuela lo que hacía su madre solo le causaría más problemas, así que tuvo una tonta idea para distraer la atención de su abuela

-¿Abuela podría usar tu apellido de soltera? – Preguntó Ana María

Ada no paraba de reírse, sin embargo, al darse cuenta de que Ana María hablaba en serio, le guiñó un ojo con complicidad

-Nada me haría más feliz Ana – Dijo Ada

Cuando Brenda escuchó la exigencia de su madre para que Ana María cambiara su apellido de Mier de Cilla a Brazo Dorado, estaba muy enojada porque eso generaría muchos rumores maliciosos entre sus conocidos, sin

embargo, no podía negarse porque sabía que de lo contrario Ada la desheredaría

-Está bien mamá, si es lo que quieres estoy de acuerdo – Dijo Brenda con resignación

Desde ese momento Ana María fue conocida como Ana María Brazo Dorado y era el segundo hijo de la familia Mier de Cilla que cambiaba su apellido, y esto se mantuvo en secreto porque Dade no quería que los rumores afectaran su firma contable

-Lo siento mucho Ana, pero te prometo que te lo voy a compensar – Dijo Benjamín

Benjamín traía en sus manos el aparato destrozado y estaba devastado porque aunque tenía toda la atención de sus padres, sus hermanos lo odiaban, él no pidió ser el favorito y esa era una carga muy pesada

-No necesito que me compenses nada Benjamín solo mantente lejos de mí – Respondió Ana María

Para Benjamín ver el rostro lloroso de su hermano era muy doloroso, así que se quitó su costoso reloj y se lo entregó

-¿Para qué me das esto? – Preguntó Ana María

-Si lo vendes puede ayudarte a comprar otro PlayStation

Ana María se lo devolvió y observó a Benjamín con molestia y no le importaba que este pusiera una expresión tan lamentable porque sentía que no podía creer en él.

-No quiero que mamá, luego diga que te robé tus cosas – Respondió Ana María con frialdad

Ana María aventó la puerta dejando a Benjamín afuera mientras este abrazaba  el aparato destrozado, aunque Benjamín recibía una cantidad desproporcionada de atención y elogios en comparación con sus hermanos y a primera vista puede parecer beneficioso, este trato preferencial puede tener consecuencias graves y duraderas para el desarrollo emocional  de una  persona porque  puede erosionar la relación con sus hermanos

-Ana, ten paciencia porque te lo voy a compensar – Prometió Benjamín

-Déjame en paz Benjamín – Gritó Ana

Brenda estaba sorprendida cuando Benjamín buscó un empleo a pesar de las protestas de sus padres para que descansara, él estaba decidido a ahorrar lo suficiente para poder comprarle una nueva consola de video a su hermana

menor

-¿Qué es esto Benjamín? – Preguntó Ana María con asombro

-Lo compré para ti – Respondió Benjamín

Benjamín tenía entre sus manos un modelo más actual y un par de juegos y se lo entregó a Ana y sin esperar una respuesta se fue dejándola muy asombrada

-Espero que no tenga veneno – se dijo Fermín a sí mismo

Desde que Dana le entregó el obsequio que le envió Benjamín lo observaba con desconfianza por desgracia, no había comida en su casa y no tenía dinero, así que decidió comer las golosinas y para su asombro no ocurrió

nada, y al día siguiente se encontró con la noticia de que el decano lo llamaba nuevamente y como la vez anterior se sentía muy intimidado mientras estaba sentado en esta oficina, además ahora también había otras personas los cuales lo observaban con mucho interés

-Toma asiento Fermín y no te preocupes porque no se trata de nada malo para ti – Dijo el decano

Fermín escuchó con mucho asombro que había sido propuesto para un programa de intercambio por un semestre en una prestigiosa universidad de Japón y que había sido aceptado

-No te preocupes porque todos los costos están incluidos, así que convérsalo con tus familiares antes de tomar una decisión – Dijo el decano

Fermín sabía que sus hermanas confiaban en sus decisiones, así que aceptó de inmediato, el problema fue cuando se lo contó a Karen

-Fermín, espero que no pretendas que espere por ti – Dijo Karen con mucha molestia

Karen observaba a Fermín con mucha envidia, lo cual le produjo muchos escalofríos a Fermín

-Lo entiendo Karen y eres libre de hacer lo que quieras - Respondió Fermín con honestidad

Fermín tenía muchos planes y se negaba a postergarlos por una mujer y fue de esta manera que se dio cuenta de que sus sentimientos por Karen eran muy frívolos y que lo mejor era terminar su relación y fue así como este supuesto perdedor hizo su equipaje y viajó a la ciudad de Tokio