DESTINO Y FEROMONAS

-Bu… buenos días señor Maison…

Luc apenas podía meticular esas palabras, la voz se le cortó al sentir las pesadas feromonas con aroma a licor del padre de Luan, no había sentido algunas con ese aroma antes.

-¡Siéntate cabrón!... -ordeno el alfa del otro lado.

-Señor... antes quiero decirle que no es lo que usted piensa... Luán estaba mal y yo lo lleve a descansar y...

-Te dije que te sientes, ¿acaso eres sordo?

-N…no.

-Deja de tartamudear y de temblar como una princesita, mi propio hijo tiene más bolas que tú, mira que meterte a su cuarto mientras yo estoy aquí, y tener el descaro para no sacarte antes de que me despertara...

-Angel cariño por favor debes entender a Luán… -trataba de calmar el ambiente su Omega.

-Por supuesto que lo entiendo, Luán es tan inteligente y tan cabron, tiene bolas de acero supongo, ya que no le dio miedo pensar que podría yo hacerle a este pedazo de…. Pfff al señor Brennan, ¿no es así señor?

Luc no sabía que contestar, era obvio que aquel alfa estaba más que molesto, veía sus ojos, semidorados igual a los de el, era un alfa dominante sin duda, no quería decir nada porque sabía que si ellos se oponían podrían quitarle a Luc y a sus cachorros y el poco haría contra de eso.

-Señor Maison nunca fue mi intención, las circunstancias han sido así, Luán y yo… bueno yo amo a Luán con todo mi corazón, el es.. mi Omega destinado y no me gustaría que nos separen.. le pido su permiso para poder verlo y tratarlo y hacerme caso de mis cachorros junto a el mismo.

-El ya tiene a Noha.. respondió firme Angel mientras encogía los hombros.

-¿Que? tsk... con todo respeto señor... ni está tan guapo el doctor, y Luán es mi Omega, si no me deja verlo, me lo robo... -contesto luc con un puchero en su rostro.

Angel lo miraba como si quiera matarlo ahí mismo para enterrar sus cachitos en el rosal haber si así florecía.

-¿Me estás pidiendo permiso para ver a mi hijo después de que lo embarazaste? Acaso antes de embarazarlo ¿pensaste en pedir permiso incluso para eso? Por dios no podrías ser más pen…… pfff ingenuo y Noah si es guapo, ¡¡ciego!!

-Yo no sabía quién era, lo busque por meces incluso.. incluso al otro día en el hotel yo..

-Dha dha dha dha….. ¡no quiero saber eso maldición! Ahórrate los detalles carajo… solo quiero decirte una maldita cosa.

-Lo que sea.. mientras no sea nada del medico..

-Si me entero que mi hijo sufre de nuevo por tu maldita culpa, le borro la memoria, y lo caso con Noah, verás que el si que me agrada.

y allí iba de nuevo con el doctorcito...Luc al escuchar eso sintió su sangre hervir, sabía que nos sería fácil pero, escuchar de su propio suegro que prefería al doctor le hizo sentirse tan enojado que podría haberlo golpeado allí mismo.

Piensa en cosas bonitas.. piensa cosas bonitas..

-se repetía Luc mentalmente mientras veía de reojo a sus suegro y apretaba las manos contra su pans.

Estaba dispuesto a decir algunas cosas pero una voz lo saco de su pensamiento..

-Ma.. pa .. ¿que está pasando aquí?

Miro a la escalera para ver a su pequeño Omega semidormido bostezando y con un pijama ahora de gatitos, tan felpudo como aquella cobija calientita que había sostenido toda la noche.

-Luan Maison Anstrom baja ahora mismo y…

Luán ya había bajado y ahora estaba junto a su alfa, metía su nariz en el cuello de este y olía desesperado, mientras su luna interna ronroneaba agusto.

-¡Pero que carajos! Luán deja de olisquearlo delante de mí ¡caray! Respeta a tu viejo, ¿acaso quieres que me dé un ataque antes de conocer a mis nietos?

-Deja en paz a mi alfa papá… quiero pudin..

-¡¡Margarita!! -la voz de el patriarca se oyó y al fondo una sirvienta beta salio de la cocina.

-¿Si señor?

-Trae pudin para mi hijo… y un jugo para el señor Brennan.

Luc no entendía nada, aquel alfa que antes daba miedo terrible a cualquiera, ahora mismo había Sido sometido por un Omega que solo media 1’67mtrs a comparación con sus 1’95mtrs.

Lo había sometido tan fácil que daba pena, pero Angel no estaba nada molesto con eso al contrario daba ordenes de comprar todos los pudines del supermercado e incluso de la cuidad solo porque su hijo quería un pudin, ahora abrazaba a su Omega y sonreía junto a el, le contaba un chiste parecía porque el Omega tapaba su boca y sonreía perfectamente feliz.

-¿Sera así con mis hijos? No creo, debo ser firme ¡¡no habrá quien me diga que hacer alguna vez!! -Se repetía Luc

-Luc.. ¿me llevas a mi cuarto? ¿Me cargas?

-Claro que si… vamos amor.

Se levantó para gustoso llevar a su Omega a su alcoba y poderse dar un baño, mientras dejaba a su suegro al borde de un infarto espumando por la boca porque su único hijo ahora se hundía nuevamente en el cuello de su alfa y se revolvía de gusto de olerlo.

-Lucian Brennan si ponen seguro a la puerta ¡¡te mato cabron!!

-¡¡Calla papá!! Quiero dormir, quiero pudin ¡¡no lo olvides!!

-Si cariño… -contestaba el patriarca ahora totalmente dominado en el sofá.