Arráncame La Vida

Resultó que la casa de Félix estaba justo enfrente de la casa de Anuel. El cluster era súper bonito, exclusivo y se respiraba un ambiente de aparente tranquilidad.

Mi corazón ya no se sentía extraño o nervioso. Al final, el haberme besado con Félix prendió el motor para que yo pudiera seguir adelante con este día. Accedí a venir sin poner reparos y cuando mis amigos me vieron, se sorprendieron muchísimo.

—¡Que bueno que estás aquí! —Freddy parecía estar emocionado por mí.

—Ya sé. Insistieron tanto que al final lograron convencerme —fui sincero.

—¿Y quien es él? —Anuel preguntó.

Sonreí.

—¡Soy Félix! Estoy con Dan.

¿Estaba conmigo? ¿A que se refería? Me causó intriga.

—¿Son compañeros de clase? —Zuri preguntó.

Cesar y Anuel estaban asando carnes para hamburguesa.

—Sí. Estamos en la misma escuela —hice saber.

—Estoy pretendiendo que Dan sea mi novio —Félix no tuvo miedo en decir.

Rápidamente, Freddy empezó a aplaudir y Zuri le imitó.

—Dan es un chico buena onda. ¡Solo no le rompas el corazón! —Añadió Cesar.

Percibí que Anuel tenía su vista fija en mí. ¿Qué sentimientos tendría él? ¿Habría algo que él quisiera decirme? ¿Por qué parecía molesto?

—Dan.

—¿Sí?

—¿Podrías preparar los panes con mayonesa? —Anuel me pidió.

—Claro.

Me acerqué a la mesa donde estaba todo. Zuri me acompañó y ambos empezamos a preparar.

—¿Entonces? —Ella tenía curiosidad.

—Entonces ¿qué?

—¿Él será tu nuevo novio? —Mueve sus cejas coquetamente.

—No. Bueno. Aún no lo sé.

—¿No lo sabes?

—Bueno…

—¡Te gusta! Eso es evidente.

—¿Se nota que sí me gusta un poco?

—¡Obvio! Te conozco y sé cuando estás enamorado. ¡Que bueno que lo trajiste! Así lo conocemos mejor.

Sus palabras me provocaron una sonrisa y sobre todo, ver a Félix siendo el mismo con mis amigos. ¿Por qué la vida me estaba dando esta oportunidad? ¡Me sentía bien!

—Sí. Él insistió en acompañarme, en realidad yo no quería venir.

Zuri pareció interesada en mi última frase.

—¿No querías venir?

—No.

—¿Por Anuel?

—Quizá.

Ella me examino con la mirada, termine de untar mayonesa a un pan.

—¿Aún sientes algo por él?

Esa pregunta hizo que se detuviera el tiempo para mí.

—Sí. Siento un poco de amor por él.

—¿Solo un poco?

—Sí, pero sé que es malo lo que siento. Anuel ya está casado y yo, siento que soy un tonto porque no logro superar a mi primer amor.

Agarre unas hojas de lechuga y las empecé a acomodar sobre los panes.

—No es malo lo que sientes Dan. Creo que es muy normal que sientas amor por Anuel, después de todo, fueron novios.

—¿Es normal?

—¡Bastante! Pero, eso sí te lo tengo que decir. Usa tu mente para luchar, para poder obtener nuevas oportunidades de sentir amor por alguien más.

¿Nuevas oportunidades? ¿Qué implicaba eso?

—¿Un nuevo romance?

—Puede ser. Pero a lo que yo me refiero es que quizá debes darte la oportunidad de experimentar un nuevo amor. ¡Ya lo sabes! El romance viene después del amor, sin amor no podríamos ser románticos.

Sin amor no podríamos ser románticos y sin romance no podríamos sentir que el amor es real.

—¿Félix podría ser mi nuevo amor?

—Tal vez. Eso depende de ti.

Sus palabras me hicieron sonreír, quise ser sincero con mi amiga.

—Está mañana nos besamos por primera vez. Félix vive cerca de mi casa y eso permite que estemos cerca.

—¿Se besaron?

—Sí.

—¿Y te gustó?

Recordar el beso me hizo ruborizar.

—Sí. Estuvo bien.

—Entonces deja que todo fluya entre ustedes. ¡Lo mereces! —Ella movió sus cejas y sonreía para mí.

—¡Gracias por platicar conmigo! Necesitaba escuchar algo así.

Asiente.

—Para eso estoy. ¡Sabes que quiero lo mejor para ti!

...***...

Son las ocho de la noche y en la piscina todos se están divirtiendo. Félix está haciendo competencia de clavados junto a Freddy y los demás observan.

—¿Cómo te la estás pasando? —Su voz me hace darle mi atención.

Sostiene dos cervezas. Me ofrece una.

—La tarde está muy agradable. ¡Me gusta! ¿Tú qué tal?

Se sienta a mi lado. Su presencia no me incomoda.

—Me siento bien. Tenía rato que no nos divertíamos así.

—Tienes razón.

—¿Te acuerdas de la vez que fuimos a Tequesquitengo?

Hice por recordar entre mis recuerdos.

—Sí.

—Ese día la pasamos genial. Es algo que no puedo olvidar, siempre esta presente en mi mente.

—¿De verdad? —Sus palabras me causaron un poco de intriga.

—Sí. Sobre todo, no puedo olvidar cuando pactamos ser novios. ¿Lo recuerdas? —Me mira a los ojos, bebe un poco de cerveza y yo intento descifrar el lenguaje de sus pupilas—. Fuimos a esa casa abandonada y allí, nos besamos.

Bebí un poco de alcohol. ¡Necesitaba beber!

—Lo recuerdo.

—¿De que más te acuerdas? —Anuel tenía intención de recordar nuestra etapa de novios.

Dirigí la vista al frente, use mis pensamientos para encontrar una forma de evadir lo que Anuel quería.

—Que fue un buen verano —me limité a responder.

—¿Solo recuerdas eso?

—Sí. ¿Se supone que debo recordar algo más? A veces no es bueno tratar de desenterrar el pasado de una persona.

Mis palabras hacen que sus labios se curven en una sonrisa.

—¿No quieres hablar de nuestro pasado?

—¿Qué caso tiene? Ya estás casado.

—Sí, pero si tú quieres…

—No quiero. ¡No caeré en tu juego!

—¿Sientes algo por mí?

—¿Tú si sientes algo por mí?

—Sí, aún te amo.

Me dolió el alma, cuando escuché esas palabras. Y luego, me pareció sentir que su mano se acercaba a mi rostro. ¿Qué estaba pasando?

—Pues ya no debes amarme. ¡Le perteneces a alguien más!

—Dan, yo sé que…

—Estas casado.

—La vez que nos besamos me hizo darme cuenta de que…

—No. Anuel. ¡Para! Fue un error que cometimos los dos y te pido disculpas. Si hoy vine fue porque Félix me lo pidió, no creas que hice caso a tu mensaje. ¡Ya no puedo seguir atándome a ti! Respeta tu amor por Valeria.

—¿Ya no sientes nada por mí?

Me levante de allí, bebí cerveza con la boca llena de amargura y entonces lo pronuncie.

—Ya no siento nada por ti.