A pesar de sus reservas iniciales, la conexión emocional y la química entre Nick Evans y Dayanne Wilson, es tan poderosa que los lleva a experimentar un deseo incontrolable de estar juntos. Esta sensación de atracción abrumadora los impulsa a explorar sus sentimientos y a desafiar sus creencias previas sobre el amor. Pero la situación entre ambos, se complicará por las propias inseguridades de Dayanne relacionadas con la intimidad, lo cual le impide entregarse por completo, aún cuando siente un deseo irrefrenable por Nick. A pesar de la intensa atracción que ambos experimentan, Dayanne lucha internamente contra sus propios temores y barreras emocionales que le impiden abrirse completamente a Nick y a la posibilidad de una relación significativa. Esta dicotomía entre el deseo abrumador y las inseguridades personales de Dayanne crea una tensión emocional que será crucial para el desarrollo de su historia juntos.
Los invito a leer esta hermosa historia de amor y superación ¡Disfrutenla!
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CAPÍTULO XVIII ALTA MÉDICA
Un mes pasó para que Dayanne Wilson cumpliera con su reposo y se recuperara para reincorporarse a su trabajo, y reencontrarse con Nick Evans sin saberlo…
Dayanne asistió junto a su padre a la consulta médica para recibir el alta que tanto deseaba para poder retomar la normalidad de su vida, según pensaba ella. Estando allí se volvió a reencontrar con Marc, el radiólogo aficionado a las motos como ellos.
. – Que bueno verla, al menos recuperada de la fisura de la costilla – Le dijo sabiendo al entregarle los rayos x, que debía mantener aun el yeso en el brazo por unos días más…
. – Sí bueno, ya eso es algo… - Aceptó saludándolo con cortesía, y mientras esperaba, los tres se pusieron a hablar de ese tema que los apasionaba, comprometiéndose alguna vez a dar un paseo.
. – Por supuesto, me encantaría sentir nuevamente el viento en mi rostro… - Dijo una entusiasmada Dayanne, que extrañaba esa sensación de libertad y aventura que le transmitía andar en su moto.
. – Es increíble como una simple maquina puede hacernos sentir tan vivos y libres ¿Verdad? – Comentó Marc compartiendo su propia experiencia.
Dayanne asintió, emocionada de poder compartir su pasión con otra persona que no fuera su padre.
. – Totalmente… y en cuanto este amigo se vaya – Señaló refiriéndose a su yeso – Disfrutaremos de conectar con la velocidad y la libertad…
. – La pasión por las motos es algo que se lleva en la sangre, pero ya saben que hay que valorar la vida y la seguridad por encima de cualquier emoción fugaz… - Les comentó con cariño Anthony recordándoles mantener la prudencia y evitar futuros accidentes.
Tanto Marc como Dayanne asintieron comprometiéndose a disfrutar de la velocidad con responsabilidad.
. – Si por supuesto papá, no me gustó para nada estar medio invalida… - Confesó Dayanne con una sonrisa radiante.
Marc asintió con complicidad, admirando la pasión y actitud de Dayanne. Estaba encantado con la mujer, y anhelaba ese paseo más que nada en el mundo.
. – Entonces esperaré ansioso que esa fisura selle pronto… - Los tres hablaron unos minutos más hasta que Marc debió realizar unas radiografías y se despidió, no sin antes intercambiar número con Dayanne.
Marc se alejó con una sonrisa de satisfacción por haber conseguido lo que ya él consideraba una cita con la motera más guapa que haya visto.
. – Se ve que es un buen muchacho ¿No crees? – Preguntó con picardía Anthony a su hija, tanto él como su esposa, esperaban que ella pudiera retomar su vida amorosa con un hombre que valga la pena, que la ame tal cual es y sobre todo la valore.
. – Umh sí… - Contestó Dayanne que miraba por donde se había ido Marc, aunque ya ella no se dejaba engañar de apariencias, obviamente Marc parecía buena gente – Pero no comiences como mi mamá a sumar dos más dos… - Ambos rieron recordando a Bárbara y su empeño de emparejarla porque según ella se le estaban pasando los años…
Era viernes, y por otro lado estaba Nick en la oficina, ansioso por saber de Dayanne y cómo le había ido en la consulta que tenía pautada para hoy. Ya sabía por Anthony, con quien se ha mantenido en contacto, además de las pocas llamadas a Dayanne, que estaba mejor. Que ya no le costaba respirar, ni caminar y especialmente se valía por sí misma.
En varias oportunidades, le hizo llegar flores, pero siempre le hizo creer que estaba fuera de la ciudad, no quería que supiera que estaba allí, y que volvería y lo encontraría instalado en su oficina. Obviamente, en cuanto se reincorporara él se mudaría, solo que en su oficina se sentía en presencia de ella.
. – Señorita Wilson – La saludo Nick al mediodía cuando la llamó para saber cómo le había ido en la consulta - ¿Cómo está? ¿Cómo le fue en la consulta? – Obvió preguntarle si había recibido las flores.
. – Señor Evans… - Mencionó en forma cordial a modo de saludo, cuando la realidad era que estaba en un estado de ansias que se ponía cada vez que cruzaba palabras con él – Sí, estoy bien, he recibido el alta, aunque deberé permanecer con el brazo inmovilizado un poco más de tiempo…
. – Ah pero que buena noticia – Exclamó emocionado Nick – Lo del brazo seguro sana pronto…
. – Eso espero… - Contestó rogando por lo mismo – Y señor Evans, ummh… ¡Gracias por las flores!
En un mes, era más o menos la quinta vez que él le enviaba, pero por supuesto si de él hubiese dependido, le habría enviado cada día del mes…
. – Espero hayan llegado frescas… – “Y hermosas como usted”-
. – Sí, frescas y hermosas – “Como siempre” – ¡Gracias!
En vista de la emoción que los embargo, ambos decidieron darle otro giro a la conversación. Hablaron especialmente de trabajo y de su regreso, el próximo lunes.
. – ¿Nervioso? – Preguntó Steven entrando a la oficina, y encontrando a su amigo que después de colgar el teléfono, se movía visiblemente en ese estado de inquietud que le generaba la inminente reincorporación de Dayanne.
. – Si la verdad, y mucho… - Aceptó sonriendo por su estado de ansiedad… - Voy a anunciar de su llegada al personal – Le avisó a su amigo, no quería que al aparecer de sorpresa, recibiera las malas caras de sus “compañeros” que han dejado en evidencia con su actitud la cochina envidia que le tienen… así que los reunió en la sala de juntas…
. - Buen día para todos – Saludó con su habitual tono firme – Los convoqué aquí, porque quiero hacer de su conocimiento, que el lunes se incorpora la ingeniero y continuará a cargo como siempre… -
Como era de esperarse, no fue para todos una noticia de agrado.
. – Señor disculpe, pensé que iba usted a estudiar la posibilidad de que alguno de nosotros ocupara ese cargo… - Expresó su postura uno de esos reacios a la gerencia de Dayanne.
. - ¿Y me puede explicar por qué supuso eso? – Le exigió Nick con una serenidad que no sentía – Ella estaba de reposo, y yo en ningún momento he insinuado que estoy probando capacidades…
. – Pues… - El hombre se cortó ante las palabras de Nick y no supo dar una razón válida y ante su titubeo, Nick Evans habló, esta vez demostrando su desagrado a la deslealtad de ellos como equipo.
. – Por supuesto… – Negó al comprobar la ineptitud de su empleado por dar una razón efectiva - No sé si han revisado últimamente y con atención sus cuentas, pero allí está más que demostrado que ni ustedes ni yo, hemos podido obtener las mismas ganancias que ella le ha generado por seis meses a esta empresa ¿O se olvidan de los jugosos bonos que recibían antes de que ella se fuera?
La mayoría lógicamente asintió a favor de lo que expresaba Nick, más los otros tres estaban renuentes a admitir esa realidad …
. – ¡Entonces, espero que con su llegada, continúen trabajando como lo venían haciendo y generándo con SUS BUENAS INVERSIONES - Recalcó a propósito la buena labor de Dayanne - Ganancias a esta empresa, porque es obvio que sin ella quebraremos!
Con esto, Nick Evans comprobó la hipótesis que se planteó cuando tomó control de la empresa, que no era más que evidenciar que algunos de sus empleados actuaban en contra de Dayanne, por ello, los castigó y los datos que durante un mes ella envió, no los compartió con ellos, sino que él junto con Steven se encargaron de tales negociaciones. Así verificó también las capacidades de cada uno, y les dejó claro que ella era la pieza clave de esa empresa.
Gracias y bendiciones.
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