Beso De Ángel

Derek recibió un mensaje de Dominic, lo esperaba en la recepción, se le hizo raro que estuviera en aquel lugar, luego pensó que tal vez era obra de Liam.

Miro a Alexia, ella observaba aquella habitación como si nunca hubiera estado en una así.

-Vuelvo en un rato-Dijo y salió de aquel lugar, Alexia lo miro confusa ni siquiera le dio tiempo para responder.

-Ok, vamos cambiarnos-Tomo una de sus maletas y la subió a la cama para sacar su pijama.

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Derek llego a la recepción y miro a Dominic se acercó a él.

-Lamento molestar a esta hora-Dijo al verlo Dominic, ambos se alejaron quedando en un lugar retirado de la gente-Lo pensé camino a casa y creo que solo hay una persona que puede dar información sobre los Yesit-Susurro mientras sacaba el libro que había tomado de casa, lo abrió a la mitad y sacó una fotografía familiar.

-¿El abuelo? - Pregunto con pesadez Derek tomando aquella fotografía.

-Lo verás en la gran cena, será la oportunidad para preguntar-Dijo con una leve sonrisa tratando de confiar en sus palabras.

-Aunque sepa algo de los Yesit, no dirá nada, sabes como es... - Soltó entregándole la foto.

-Ya se, pero se acaban las opciones...las maldiciones siguen aumentando, la falla en los portales no solo ha sucedido en Zaharie, otras organizaciones también han reportado el mismo problema-Dijo con seriedad, Derek lo miro y frunció el ceño-Dijiste que no nos preocuparamos, pero se sincero ¿Confías realmente en que Alexia pasara la prueba de la gran cena? - Pregunto.

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-Derek - Dijo Melissa mientras veía salir al hombre del ascensor, él la miro por unos segundos, hasta que recordó verla en la playa con el grupo de compañeros de Alexia.-Oh realmente eres más guapo en persona-Dijo la chica acercandose a él más de lo normal.

Derek miro a la chica quien lo miraba de manera seductora, aquella chica era bonita y de buen cuerpo, incluso tenía mejores proporciones que Alexia, pero aun así eso no era algo que a él le llamara la atención.

-¿Te gustaría pasar la noche conmigo, Derek? Te prometo que Alexia no lo sabrá nunca... - Dijo mientras colocaba sus manos sobre el torso del hombre, levantó su mirada aquel hombre era alto, de buen cuerpo y sobretodo hermoso lo quería tener.

-¿Qué crees que haces? - Pregunto con molestia el hombre, Melissa lo miro poco asombrada.

-Oh Derek... - Decía.

-¿Quien te crees que eres para decir mi nombre? - Pregunto nuevamente de manera intimidante, la chica trago en seco al ver aquella mirada en Derek, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.

-Yo... - Susurró sin poder completar sus frases.

-Eres una mujer insignificante, ¿Crees que eres digna de tocarme? - Dijo al ver que la chica aun mantenía sus manos sobre él, Melissa las retiro de manera nerviosa.

-Solo por ser conocida de mi esposa lo pasare esta vez, pero si vuelves siquiera a mirarme o molestar a mi esposa, te destruiré a ti y a tu insignificante familia-Amenazó, Melissa trato de mantener su mirada en aquel hombre pero sintió su cuerpo temblar e incluso sudar frío, los ojos de Derek pasaron de oscuros a rojos de manera fugaz, Melissa asustada cayó al suelo y se arrastró hacia atrás chocando con la pared.

Derek soltó una pequeña risa pero su rostro mostraba odio y desagrado, se dio la vuelta y se dirigió a su habitación, sintió que la maldición se revolvía en su ser, tenía sed de sangre y quería tomar el control para devorar a aquella mujer.

-Duerme mejor Dici, te aseguro que su sabor será incluso desagradable para ti - Susurró mientras llegaba a la puerta de su habitación.

Alexia miro a su esposo entrar sonrió, ya vestía su pijama un short corto azul y una blusa de tirantes, su cabello lo sujeto a un moño desarreglado.

Derek la miro de pies a cabeza, era hermosa, su cuerpo era delgado, sus senos eran pequeños al igual que sus caderas, tenía un trasero redondo y firme, su piel era como de porcelana y sus piernas eran largas y firmes, su rostro era como el de una muñeca, sus ojos azules resaltaban, sus labios bien definidos y rosas natural, sus mejillas tenían un leve tono rosa y su nariz fina, todos aquellos que la veían la describían como una niña tierna e inocente, un bello ángel.

-¿Todo bien? - Pregunto al ver que el hombre se mantenía observandola.

-No, Dici esta molesto-Se acercó a ella y sin darle tiempo de reaccionar la beso, Alexia se sorprendió pero poco a poco respondió al beso que de alguna manera iba subiendo de tono, sintió los fuertes brazos de su esposo rodearla y apegarla más a él, sintió un inmenso calor recorrer su cuerpo pero más allá de desagradarle le gustó, con sus manos alrededor de su cuello, fue subiendo hasta acariciar su cabello oscuro y suave.

Derek reacciono ante lo que hacía fue deteniendo el beso y miro a la chica agitada con el rostro totalmente rojo y su labios inchados, soltó un suspiro por alguna razón quería continuar en lo que estaba incluso la maldición quería continuar.

-Mierda... - Soltó en murmuró, Alexia se alejo un poco tratando de recobrar el aire, miro a Derek de reojo.

-Dijo, que estaba cansado, vamos a dormir-Soltó nerviosa mientras se acostaba en la cama y se cubria de pies a cabeza.

Derek miro la acción infantil de la chica y rio, saco de su maleta una pijama y se dirigió al baño a darse un buen baño frío.

Cuando salió ya con su pijama de un pans gris y una playera blanca, las luces ya estaban apagadas a excepción de la pequeña lampara junto a la cama, se acostó en su lugar y miro el bulto a su lado, noto que se movía debajo de esas sábanas.

-Hace calor, Alexia... - Susurró sabiendo que aquella chica seguía despierta.

-Si - Respondió la chica mientras se descubria un poco, se puso de lado y miro a Derek, recordó el beso anterior sus mejillas se sonrojaron, Derek la miro de reojo y noto como su rostro cambiaba de color.

-Sabes, también quiero continuar, pero no esta noche-Se acercó a ella, paso su mano debajo de su cuello y la jalo a él. - Solo vamos a dormir... - Susurró mientras la rodeaba con sus brazos, Alexia no puso resistencia y se acurrucó en aquel hombre.

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-¿Será que hice algo? - Se preguntó Mila mientras caminaba hacia el restaurante del hotel-¿Como llegue a mi habitación? - Susurró, sus recuerdos de la noche anterior eran escasos.

-Carajo, duele horrible... - Soltó molesta Lea mientras hacía leves masajes en su frente.

-Bienvenida a este mundo-Se burlo Mila.

Ambas llegaron al restaurante y miraron qué Liam ya estaba sentado en una mesa mirando la carta, Mila quiso sentarse en otro lado pero Lea no se lo permitió.

-Toma un poco de café, ya pedí algo para la resaca-Dijo Liam mientras le ponía enfrent una taza de café a su hermana. - Te ves fatal-Se burlo, Lea lo miro con molestia. Liam miro a Mila quien tomaba el menú, sirvió otra taza de café y la puso enfrente de ella.

-Gracias-Dijo la chica tomando un poco de café e hizo un gesto de desagrado pues estaba amargo.

El mesero llego y sirvió dos platos de sopa a las chicas, Mila miro el plato sorprendida de que Liam incluso pidió para ella.

-Buenos días-Llego Alexia emocionada y detrás venía Derek, ambos se sentaron y esperaron a que les atendieran.

-Oh, esto es vida-Susurró Alexia mientras comía alegremente su sopa para la resaca. -Mila dale las gracias a Liam, ayer él te llevó a tu habitación-Soltó la chica haciendo que la chica se ahogara con la sopa. Liam le paso un poco de agua y el al bebió.

-Gracias...¿Hice algo raro? - Pregunto nerviosa, Liam la mira y entrecerro los ojos, recordando la escena de ayer.

-No, solo te encontré dormida cerca de la orilla del mar-Mintió con cierta molestia, no le gustaba el hecho de que la chica olvidara lo que hacía después de tomar.

-Menos mal... - Susurró la chica aunque tenía dudas de que hecho haya sido lo único que hizo.

-Oh, todos se ven mal-Miro Alexia a sus compañeros sentados en diferentes mesas.

Derek recibió una llamada se alejó para contestar y no tardó mucho en regresar, miro a Liam quien atendía a Lea de su resaca.

-¿Qué pasa? - Pregunto al notar la mirada de su amigo.

-Surgió algo, ¿Vas? - Pregunto dándole opción de quedarse para cuidar de su hermana.

-Yo estoy bien, ve con él-Interrumpió Lea, sabía que era algo importante por la actitud de Derek.

-Vamos-Dijo Liam.

Alexia miro a Derek quien se ponía de pie el hombre estaba por marcharse pero noto la mirada confusa de aquella chica.

-Volveré en un par de horas, debo hacer una visita-Se inclino hacia a ella y beso su mejilla.

Derek y Liam se marcharon juntos, esta vez iban en un convertible negro, Liam manejaba según las coordenadas que Derek había colocado en el GPS.

-¿Seguro de la información? - Pregunto Liam mientras manejaba.

-Espero que si... - Respondió Derek, miro el paisaje qué tenía era todo el mar azul, el cielo estaba sin ninguna nube, hacia un buen clima.

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Dominic estaba en su oficina seguía en búsqueda de información sobre los Yesit, aunque no tenía éxito en su búsqueda, aunque encontró algo que era importante y poco creíble.

-¿Beso de ángel? - Susurró leyendo la información de un antiguo pergamino. - ¿Es posible? - Tomo una lupa para tratar de aclarar más la imagen borrosa en aquel pergamino.

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El día transcurrió rápidamente, el grupo de Alexia tenía planeado ir a un antro en aquella noche, todos se preparaban para ir, aunque Alexia estaba un poco ansiosa esperando el regreso de Derek, miro a sus amigas quienes elegían la ropa que usarían, Mila optó por un vestido de lentejuelas plateado, Lea una falda negra corta y un top blanco, mientras que ella seleccionó un vestido tipo bata, color rosa de tirantes.

Las tres se miraron una a la otra y sonrieron satisfechas a su vestuario.

El grupo llego al antro, el ambiente era bueno, las luces de colores y la música hacían entrar en calor a todos, comenzaron a bailar y beber, solo que en esta ocasión Alexia, Mila y Lea se estaban controlando, sobretodo Alexia pues no quería repetir lo sucedido de hace dos años.

Aquella noche estaba siendo perfecta hasta cierto punto, en el momento que todo el lugar comenzó a temblar, el lugar quedo oscuro, hicieron una bulla de desagrado, pero aquellas tres chicas se mantuvieron juntas y tomadas de las manos.

Mila saco unos pares de audífonos y le entrego a sus amigas.

-¿Informe? - Pregunto Lea.

-Señorita Demian, hay maldiciones atacando cerca de su ubicación, ¿Pueden encargarse-Respondió una voz atraves de aquellos audífonos.

-Claro,Alexia y yo podemos con la maldición-Sonrió Mila con orgullo.

Alexia y Mila salieron fuera de antro la playa estaba cerca y podían ver a la maldición cerca, pero se llevaron la sorpresa de que del mar salían más maldiciones, alrededor de diez.

-¿Qué está pasando? Son demasiadas maldiciones para nosotras-Soltó Lea mirando a aquellas maldiciones. - Envíen refuerzos - ordenó.

-¿Qué? ¿De que hablan? Solo vemos dos maldiciones en pantalla-Dijo aquella voz.

-¡Hay más de dos maldiciones, carajo! - Grito Mila mientras aparecía su espada.

-Vamos-Ordenó Alexia

Las dos se lanzaron a purificar las maldiciones, ambas estaban concentradas, en esos momentos era lo más importante.

Lea observo a sus amigas pelear, las maldiciones atacaban una tras otras, pero habían dos en especial que se mantenían alejadas, eso se le hizo raro, saco su teléfono y marco el número de Dominic.

-¿Lea? - Escuchó la voz de ese hombre.

-Dominic ¿Donde estás? Estas maldiciones no son normales... Alexia y Mila corren peligro-Dijo la chica en tono asustado.

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Dominic salió de su oficina y se dirigió a la sala de control, no había sonado la alarma de ataque y mucho menos le habían informado de ello.

-Señor Zaharie-dijo uno de los hombres tratando de descifrar lo que sucedía

-¿Por qué no sonó la alarma? ¿Por qué no me informaron? - Pregunto molesto.

-Lo sentimos, pensamos que solo fue un simple fallo en la alarma y como solo eran dos maldiciones no creímos que fuera necesario informar, pero la señorita Demian dice que hay más de las que se muestran en pantalla-Informo asustado.

Dominic miro su teléfono nuevamente Lea le llamaba pero ahora por video llamada, contesto y maldijo al ver la cantidad de maldiciones a las que aquel par se enfrentaba, pero se enfocó en aquellas dos maldiciones que se mantenían al margen de batalla como si estuvieran observando.

-Dominic, necesitamos refuerzos - Dijo Lea preocupada.

-Envíen un escuadrón ahora mismo...Que Nolan lo dirija-Ordenó Dominic sin dejar de mirar su celular.

-Señor, Solei informa encontrarse en batalla-Dijo uno de ellos, Dominic Maldijo.

-Lea te llamo en un momento, por favor mantente al margen de la batalla-dijo y colgó la llamada.

Empezó a llamar a Derek pero no contesto después trató de comunicarse con Liam pero fue imposible.

-¡Señor, los portales dejaron de funcionar, no podemos enviar refuerzos! - Grito uno de los hombres, Dominic pateó una silla y la mando a volar estrellandola contra la pared.

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Derek salió de una enorme casa que parecía estar abandonada, Liam lo seguía detrás quien sacaba su teléfono y miro las llamadas de Dominic, sin pensarlo se comunico con él y lo primero que escucho fue que aquellas tres mujeres estaban en peligro.

-Derek-Lo miro pero el hombre se había quedado inmóvil sus ojos cambiaron a rojo.

-¿Qué es esto? - murmuró apenas Derek, sus ojos mostraban a Alexia en batalla y se centraron en aquellas dos maldiciones que solo observaban.

-No es momento de perder el control-Lo jalo Liam hacia el coche, no dudo en poner en marcha tenían que llegar a auxiliar a las chicas-Los portales no están funcionando de nuevo... Peor aún Mila, Alexia y Lea están contra una docena de maldiciones... - Explicó Liam mientras aceleraba.

-Ya purificaron más de la mitad... Pero, hay dos que están actuando raro-Soltó Derek mantenía el control aunque sus ojos estaban rojos.

-¿Como lo sabes? - Pregunto mirándolo de reojo.

-Puedo verlo, en estos momentos puedo ver a Alexia, Mila y Lea peleando contra las maldiciones-Dijo Derek, Liam suspiro al escuchar sus palabras no podía creer lo que sucedía.

-¿Lea también esta peleando? - Pregunto asustado.

-Si-Afirmó Derek.

Liam aceleró lo que más que podía, empezó a sudar y sentirse más ansioso de lo que ya estaba.

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-¡¡Alexia!! - Gritaron Mila y Lea, una de las maldiciones que se había mantenido al margen en batalla hasta ahora, atacó directamente a la chica de ojos azules.

-¿Eh? - Murmuró Alexia al darse cuenta del ataque de aquella maldición.