Alisson tuvo un día horrible: descubrió que su novio lo había engañado con una chica a la que él odiaba. Como si eso no fuera suficiente, lo drogaron en el bar que solía frecuentar y terminó durmiendo con un “desconocido”.
Cuando todo parecía perdido —y, claramente, lo estaba—, la persona con la que había estado resultó ser un mafioso de su universidad, alguien a quien le tenía un odio inexplicable.
¿Y ahora? ¿Cómo podrá enfrentar a su mayor rival después de la intensa noche que compartieron?
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Capítulo 16
No sé cuánto tiempo pasó, cuando mis ojos se pusieron pesados y simplemente me apagué de la nada. Y cuando finalmente desperté, estaba en un lugar diferente, como un galpón, no sé bien qué. El lugar era enorme y al fondo tenían unas enormes cajas. Thian, para mi sorpresa, estaba sentado en una silla frente a mí, sonriendo de forma amigable, pero tan extraño a mi ver. Yo estaba atado a una silla frente a él, manos y pies amarrados, era imposible soltar esas cuerdas de mí mismo sin la ayuda de alguien. Y a medida que intentaba forzarme para liberarme, sentía las cuerdas apretar mis muñecas y las lastimaba. Thian parecía consciente de lo que yo estaba intentando hacer, pero no impidió que lo intentara y solo observó todo con la mayor tranquilidad del mundo, no dándole tanta importancia.
—Max ya sabe que estoy contigo.
Reveló con una sonrisa despreocupada, mirando de arriba abajo mi cuerpo, minuciosamente.
—¿Y?
—Me pregunto qué hago contigo. ¿Cuál sería más interesante; tener a Max para que nos vea a los dos o debo aprovecharme ahora?
En ese momento, trabé la mandíbula. La forma en que habló no parecía haber sido una broma. Estaba hablando en serio. Lo que más me irritaba era cómo se parecía a Rhys, ese maldito me asombra incluso cuando no está cerca de mí, eso me perturba aún más. Thian percibió el evidente desconfort y miedo que tengo de sus palabras, no consigo esconder eso.
—Ya he visto tu cuerpo. Solo por las cámaras, pero sería mejor verlo personalmente…
Balbuceó con la voz suave, pero llena de malicia envuelta. Involuntariamente, mi cuerpo se erizó y tragué saliva al oír sus palabras. Mi pavor era prácticamente palpable para Thian, era casi imposible esconder lo que yo estaba sintiendo en ese momento, ya sabiendo de todo lo que hizo o es capaz de hacer.
—¿Por qué te quedas tan callado así? ¿Te asusté tanto así?
Su voz estaba llena de sarcasmo, sabiendo cómo realmente me estaba sintiendo. Mis movimientos limitados y sin nada para poder hacer, quería entender, ¿por qué? Thian se levantó de la silla y fue hasta mí, lentamente, rodeó mi cuerpo y pasó provocativamente sus manos alrededor de mi cuello, ¿qué demonios estaba intentando insinuar con eso?
—¿Cuánto tiempo será que Max va a tardar en encontrarte aquí?
Se inclinó cerca de mi rostro, su respiración caliente contra mi cuello.
—¿Será que él llega a tiempo para que nada te suceda?
Sus palabras nuevamente me dejaron desequilibrado, vacilante sobre qué hacer, si es que daba para hacer algo. No dije nada nuevamente, ni siquiera abrí la boca para rebatir lo que sucedía, me mantuve callado casi todo el tiempo. Thian se puso nuevamente frente a mí y pasó la mano por mi pecho, trazando los pequeños botones que había en la blusa y uno por uno, los deshizo, abriéndola para ver mi cuerpo más de cerca. La sonrisa en su rostro permanecía y la malicia y deseo en sus ojos, también.
Cerré los ojos en un acto de desesperación, ya pensando sobre lo peor que sucedería conmigo. Sentí a Thian pasar sus manos por mi cuerpo, trazando las curvas de mi cuerpo y se aproximó más a mí, cerca de mi rostro, hasta que repentinamente tomó mis labios en un beso desesperado, mordió mi labio inferior durante el beso y continuó tocándome. En ese momento, la única cosa que yo quería era morir allí, sus toques eran indeseados para mí, no sentí nada como sentí con Max.
Yo quiero morir, yo quiero morir. Repetía a cada instante, sentir mi cuerpo siendo violado otra vez era la última cosa en el mundo que yo podría querer sentir en la vida.
—¿Te gusta? ¿Crees que es mejor que Max?
Thian murmuró contra mi cuello, rápidamente deshaciendo las amarras de mi muñeca, pero incluso de esa forma, no me atreví a hacer nada contra él. Sentí la misma sensación de estar con Rhys, cuando él me tocaba, sentí miedo de nuevo, yo juré nunca más tener eso.
Max, ¿dónde estás mientras Thian hace esto conmigo? ¿Por qué no consigo sentir nada en relación a lo que él hace conmigo? ¿Por qué no siento la misma cosa de cuando estoy contigo? Sus toques me dan repulsión, pero mi cuerpo no parece reaccionar a lo que hace conmigo.
—Tu cuerpo es mejor de lo que pensé.
Él suspiró, pasando sus manos por cada parte de mi cuerpo, aprovechando el momento en que yo estaba vulnerable, a su merced, como una maldita transe. Solo sabía pensar en Max en aquella situación, ¿dónde está él? ¿Por qué no me ha encontrado aún?
Thian ya se había deshecho de la mayor parte de mis ropas, y yo ni fui capaz de resistir a eso. Demonios, ¿por qué no conseguí hacer nada de nuevo? El deseo en su rostro podría ser palpable para cualquiera, era tan obvio sus intenciones, qué maldición.
Sin percibir, una lágrima resbaló sobre mi rostro y prácticamente en el mismo instante, oí una voz familiar en el fondo, en la dirección de la puerta de entrada.
—Qué mierda...
Los labios de Thian se cruzaron en una sonrisa perversa, sin importarle aquella persona allí, viéndonos. En aquel momento, ya estaba encima de mí y con la camisa abierta. Simplemente, solo cerré los ojos y oí aquella voz nuevamente;
—¡¿Qué mierda piensas que estás haciendo con él, Thian!?
Oí el ruido estruendoso de las cajas chocando contra el suelo, y Thian rápidamente paró de hacer lo que estaba haciendo conmigo. Salió de encima de mí y se recompuso. Me dejó allí, caído en el suelo, completamente en shock aún.
¡Finalmente, Max!
