Soy La Tía

Después de un largo recorrido Alejandro baja a Lucía del auto y la ayuda a caminar, ya que le tenia los ojos vendados, cuando llegan a la entrada del lugar él procede a quitarle la venda.

Alejandro: Espero te guste el lugar y disfrutes, quiero que sepas que quiero una vida junto a ti, que veamos crecer a Andrea y tener una familia llena a tu lado.

Lucía mira todo el lugar y se emociona mucho, es un lugar al que siempre quiso ir. Así que lo abraza y lo besa.

Lucía: Me encanta este lugar, yo también quiero que estemos junto siempre que pasemos cada obstáculo juntos que no haya mentiras o que nos ocultemos las cosas. Alejandro te amo

Después de esto ingresan al parque de diversiones, el cual Alejandro pago para que fuera cerrado y acondicionado para ellos dos.

Lucía se divertía en cada juego y atracción, quería grabar cada momento junto con Alejandro, se tomaban fotos y vídeos era un un momento especial para ellos.

Al llegar a la zona donde están los carruseles, Lucía se pone muy feliz, ya que desde muy pequeña siempre quería montar en uno.

Toma de la mano a Alejandro y se suben juntos, él la toma de la cintura mientras ella tenia sus ojos cerrados y las manos abiertas disfrutando de ese momento.

Luego se dirigen a la montaña rusa donde Lucía un poco asustada le dice a Alejandro.

Lucía: Cariño porque no su subes tú yo me quedaré aquí esperándote.

Alejandro: No, tú y yo aremos esto juntos, tus miedos son mis miedos así que juntos los enfrentáremos.

Lucía no dice nada se acomoda al lado de Alejandro. Al principio sintió un poco de susto aunque con el pasar de los minutos ella logró relajarse y disfrutar el momento.

Al terminar el recorrido por todo el lugar llegan hasta una fuente de agua, que se ilumina evocando el atardecer con el anochecer.

Lucía: Gracias por este día por este lugar hermoso, pero sobre todo tu compañía.

En ese momento Lucía ve que su sobrina se le acerca cargando unos dulces de algodón de azúcar y se los entrega.

Alejandro: Lucía llegaste a traerle tranquilidad a un ser que pensó que no podía ni debía amar y que te enfrentaste a mí sin temor a nada. Quiero que sepas que desde el primer día mi corazón te eligió a ti.

Alejandro se arrodilla y saca una caja roja de terciopelo que al abrirla muestra un hermoso anillo con tres piedras en forma de corazón la central de diamante y las dos de los laterales en zafiros naturales, bañado en oro blanco y le dice.

Amor este anillo es la promesa de nuestra relación y de que pase lo qué pase siempre estaremos juntos y que tendremos la boda más hermosa que merezcas.

De los ojos de Lucía salen algunas lágrimas de emoción y felicidad se arrodilla junto a su amado y deja que este le ponga el anillo se besan y luego se abrazan junto a su sobrina.

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En la mansión, ya es de noche cuando Samira regresa y al dirigirse a su cuarto Carmen la detiene.

Carmen: En donde estuviste todo el día, acaso crees que estás aquí solo de paseo, te recuerdo que deberías estar enamorando a mi sobrino y no veo que lo estés haciendo.

Samira: Tú sabes perfectamente que no quiero estar con él, déjalo que haga su vida con quien quiera, porque te amargas tanto mejor empieza disfrutas de tu vida, no vaya a hacer que algún día pierdas todo.

Carmen: Yo jamás pierdo y tú no me hagas perder la paciencia.

En eso entran muy feliz Alejandro cargando a Andrea y tomando de la mano a Lucía.

Alejandro: Buenas noches, familia.

Carmen: Sobrino donde estuvieron, miren las horas que son acaso paso algo con mi sobrina y no quieren decirme.

Alejandro: Mi hermana está mejor que nunca tía, creo que salir de aquí le a hecho mucho bien. No te parece esto maravilloso.

Carmen: Claro que si sobrino, pero creo que lo mejor para ella es que regrese con nosotros.

Alejandro: Ella se quedará donde está porque así lo decidió y nosotros nos iremos a descansar.

Después de dejar a Andrea dormida en su cuarto, los enamorados se dirigen al de ellos.

Al entrar Lucía le dice a Alejandro si desea que se duchen juntos él acepta. Cuando terminan de ducharse salieron ella tenia una pequeña toalla a su alrededor de su cuerpo y él una alrededor de su cintura.

Cuando Lucía está a punto de ponerse la pijama siente como Alejandro le quita la toalla y le empiezan a besar la espalda luego va subiendo hasta llegar a su rostro hay la voltea la carga hasta la cama y la sigue besando y va bajando hasta los senos hay juega con ellos y les da un pequeño mordisco que hace estremecer a Lucía, luego sigue bajando hasta llegar hasta la entrepierna y hace que ella llegue al máximo placer.

Luego Lucía se voltea y queda encima de él y empieza a bajar hasta llegar a su p***, empieza a jugar con él lo lleva a su boca y le da placer aunque no es experta en eso, para Alejandro es lo máximo.

Alejandro: Ha ha diablos Lucí... gimió

Ella continuó por unos minutos mas hasta que algo estallo en su boca, lo trago y se lamió los labios.

Lucía: Te gusto.

Alejandro: Me encanto mi reina, dijo con voz ronca.

Después la empieza a besar con tanta pasión y se empiezan a escuchar en toda la habitación los gemidos y la perfecta sincronización de ambos cuerpos. Así dudaron toda la noche hasta que ambos estallaron en un éxtasis de placer.