Despreciada y desterrada por su manada, traicionada por su Alfa, quien la acusó falsamente de infidelidad para proteger su orgullo, Cristal da a luz en secreto a sus adorables gemelos. El destino, sin embargo, la obliga a volver al mundo que la hirió, aceptando un trabajo para curar a un misterioso y frío Rey Lobo, un hombre que carga con una maldición y un corazón roto.
Mientras el Rey encuentra en ella una inesperada luz en su oscuridad, Cristal descubre un inquietante parecido entre él y sus hijos. Sus vidas se entrelazan de forma irreversible, justo cuando su pasado regresa con sed de venganza. Con su exmarido y la hija del Rey conspirando contra ella y sus hijos, la verdad oculta sobre el origen de sus gemelos sale a la luz.
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Capitulo 1:Mis Cachorros
Cristal Rolfot creía que lo tenia todo. Un compañero que la amaba tanto como ella a el. Una familia que siempre la cuidaba. Estaba planeando tener los hijos del Alfa, su compañero. Eishter Wold. Alfa de las tierras altas. Pero todo comenzo a torcerse cuando los meses pasaban y por mas que lo intentaba parecia imposible quedarse embarazada. Las habladurias comenzaron, todos creían que la Luna del alfa Eishter era infertil. Nadie podia concebir que el problema no fuera ella... Si no el.
Sentados en la oficina del medico de la manada habian recibido la noticia que lo cambiaria todo.
El Alfa Eishter era infertil.
El problema nunca habia sido ella, siempre fue el. Salieron de la oficina en un silencio melancolico. No sin antes el medico intentar ayudarlos. El medico se debía a sus pacientes, sabia que el Alfa estaba obligado a traer descendencia a su manada, Asi que sin dudarlo le ofreció opciones. Podia adoptar a un bebe o intentar la inseminacion artificial.
El alfa se habia negado rotundamente a que su luna llevara al hijo de otro. O a adoptar un bebe que no llevaría su sangre. Salieron de lugar devastados. No sin antes ordenarle al doctor jamas decir nada sobre el pequeño problema del alfa.
Los dias pasabas y Cristal habia intentado por todos los medios calmar a su alfa. Pero el parecia alejarse cada vez mas. Su omega sollozaba en su interior sintiendo el rechazo del alfa. Ella queria ayudarlo y esa noche le habia rogado por su atencion.
El no era el unico que estaba sufriendo.
La omega chillo desconsolada en la cama. LLamando con desespero a su alfa. Las feromonas de tristeza que la rodeaban habian puesto alertas a las sirvientas que le servian a la luna. La puerta fue abierta y el Alfa entro serio. Las sirvientas se hicieron a un lado y entonces el alfa pudo verla. La omega se puso de rodillas en la cama y estiro sus brazos hacia el necesitada.
—Alfa...
El alfa sintio el llamado de la omega y fue incapaz de negarse. Se acerco a ella tomándola entre sus brazos. La rodeo con su aroma. La tristeza que emanaba de la mujer lo molestaba. Heria por completo su orgullo. El. Un alfa. No podia cumplirle a su omega. No podia cumplir con su manada. La furia lo embargo por completo. Empujo a la mujer y se irguió encima de ella eufórico.
—Esto es lo que quieres omega? entonces voy a dártelo.
Los sirvientes abandonaron el lugar despavoridos cuando se dieron cuenta de lo que sucedería.
La omega chillo cuando sintio las manos del alfa desgarrando su ropa. Era bruto y sin una pizca de delicadeza, sus ojos oscuros como la noche la miraron y su omega chillo de terror. Esto no era hacer el amor, ni nada que se la pareciera. El iba a tomarla, a poseerla. Sin importar todo lo que ella se nego. Esa noche el alfa la tomo con brutalidad, anudo en su interior una y otra vez sin importar los sollozos que salían de sus labios. Sin importar las suplicas de la pequeña mujer el alfa nunca paro. Desató toda su furia en la omega.
Al dia siguiente cuando despertaron la realidad golpeo al alfa. Su omega yacía destrozada a su lado, con la sangre y los fluidos secos en su cuerpo.
Habia perdido el control. Pero su orgullo jamas lo dejaría admitirlo.
El hombre mando a llamar a las sirvientas y pidio que cuidaran de su omega. No podia seguir haciendole eso. La presion del consejo por traer un heredero a la manada lo estaba enloqueciendo. Tenia que tomar una decision.
A la semana siguiente el alfa y la luna visitaron de nuevo el hospital, esta vez dispuestos a hacerlo realidad.
Inseminar a la luna.
El procedimiento fue rápido y satisfactorio y tan solo un mes después el anuncio fue dado: La Luna estaba en la dulce espera.
Nunca se dijo que el alfa no era el verdadero padre de sus hijos. Era un secreto que tanto el alfa y la luna como el doctor planeaban llevarse a la tumba.
Cristal estaba feliz, su alfa la mimaba y la consentía, toda la manada la adoraba, le hacían regalos y adulaban. Todo estaba siendo como siempre lo había soñado. No podia ser mas feliz.
Un mes antes para dar a luz. Su alfa parecia alejarse de nuevo. Ya no acariciaba su abultado vientre por las noches. Nunca llegaba a dormir.
Su alfa se había alejado de nuevo de ella. Cristal no podía comprender el porqué. Al fin tenían lo que tanto habían deseado. Sus lindos cachorros estaban casi a punto de nacer.
¿Entonces porque su alfa parecía tan molesto?
Ella lo habia notado. Habia comenzado a mirarla despectivamente, podia sentir su despreció y entonces una noche no pudo aguantarlo mas y lo dijo.
—Alfa... sucede algo?
El hombre a su lado gruño, como si solo el sonido de su voz lo molestara. La miro con seriedad al otro lado de la mesa
—Lo he estado pensando demasiado Cristal... esos bastardos que llevas en tu vientre no son mis hijos. Me obligaste aceptar esta estupidez con tu maldito llanto y tu manipulacion, podíamos haberlo seguido intentado, pero no... estabas desesperada por cargar al hijo de otro. Eres una zorra!!
La omega no lo vino venir. El alfa al otro lado blandió la mano con fuerza impactandola en su rostro. Un chillido escapo de sus labios, se cubrió el rostro con su mano incredula. Su alfa la habia golpeado.
—Quiero que abortes a esos bastardos. Ahora!! Esos niños no pueden nacer.
Cristal lo miro incrédula, sus manos fueron protectoras a su vientre. Eran sus hijos. Ella los amaba. Los había sentido crecer en su vientre.
Jamas dejaría que nadie les hiciera daño.
—No—susurro temblorosa
El alfa la miro furioso
—Que acabas de decir?
La mujer se armo de valor. Se puso de pie abrazando su hinchada barriga con sus manos.
—No voy abortarlos. Son mis hijos, no me los vas a quitar!!
El alfa gruño furioso. Se acerco a ella dispuesto a golpearla de nuevo y ella se alejo rapidamente huyendo de el. El alfa solto una carcajada burlona
—Te crees muy valiente zorra. No me importa lo que quieras, le dire a todos que esos bastardos que llevas en tu vientre no son mios, que eres una maldita calienta pollas. Esos malditos niños que llevas en tu vientre no son mios y todos van a enterarse. Aunque no quieras te obligare a abortar. Mi luna no tendrá los hijos de alguien mas!!
El alfa salió de la casa azotando la puerta. La mujer que se había mantenido de pie, cayó de rodillas incapaz de seguir aguantando. Sus lágrimas se deslizaron por su rostro, su omega chillaba dolida en su interior, repitiendo una y otra vez las crudas palabras del alfa.
El queria deshacerse de sus cachorros. Ella nunca lo iba a permitir.
y por qué tengo la extraña sensación que esa omega no es su hija 😯
Espero que esos locos no le hagan nada a ella y los cachorros