Veronica

Después de que Liliana salió del lugar, Verónica y Derek hablaron un poco de esa muchacha, pues era tan pedante que en realidad no necesitaban ese tipo de personas cerca. El ambiente de trabajo tiene que ser algo tranquilo y no un lugar donde te sientas atacado.

Pidieron algo de comer, pues querían estar juntos un buen rato en lo que llegaba la hora de ir al baby shower. En lo que estaban en la oficina adelantando algunos documentos, llegó el detalle que Verónica había pedido para darle a su madre. Era un pequeño portarretrato con su foto y un pequeño espacio para que pusiera la foto de su futuro hermano o hermana.

Casi como si fuera un tipo de baby shower, era más una reunión de revelación de sexo, pues Natalie aún no le había dicho a ninguno cuál era el sexo del bebé, pero les había mandado algunas pistas sobre el sexo del bebé, pues ya contaba con más de 7 meses de embarazo. Cuando se enteró, ya tenía más de tres meses, por lo cual en un abrir y cerrar de ojos se encontraba cerca de sus últimos meses.

"Amor, tranquila, ella vendrá, eres su madre", dijo Derek.

"Lo sé", respondió Verónica.

"Relájate, más adelante entenderá las cosas", agregó Derek.

"Tienes razón, ahora disfrutemos de este pequeño fruto", dijo Verónica.

Siendo las 2 de la tarde, ya se encontraban más de 15 personas en su hogar, todos preparados para conocer al bebé. Tenían expectativas de que sería niño, pero algunos se anhelaban con el deseo de que fuera una pequeña niña. Siendo las 2:10, Verónica en compañía de Derek llegaron al lugar. Por otro lado, sus padres no quisieron formar parte de aquella celebración, pues para ellos, en ese momento, tenían solo un hijo, no aquel que sabía desvariado y cogido su camino por otro lado.

"Gracias por venir", dijo Natalie.

"OK, ¿sabes por qué estoy aquí?", preguntó Verónica.

"Sí, dame tiempo para disfrutar un poco", respondió Natalie.

Después de saludar a sus invitados, Natalie se dirigió al centro de la sala para hablar hacia todos, agradeciendo que los acompañaran en ese día. Aunque no fuera común el tipo de relación que tenía, les agradecía por estar ahí. Después comenzaron a repartir unas pequeñas bebidas hacia las personas, donde charlaban y escuchaban música, disfrutando un poco del ambiente.

Vero, hija, quiero que sepas que te amo mucho y siempre serás mi pequeña. Esta tarjeta que te voy a dar trae el nombre y el número de celular de tu padre. Espero que algún día me logres perdonar por ocultarte que él se encuentra vivo y está cerca de nosotros.

¿Está cerca?

Sí.

La tomó de la mano y se dirigió a un lugar más apartado de todos. Ahí comenzó a contar un poco su historia.

Sé que tal vez lo que te voy a decir en ese momento no sea creíble para ti, pero es mi historia y quiero que la escuches antes de que vengan otras personas a cambiarte mi versión. Fui una chiquilla que se enamoró de un hombre al cual no debía hacerlo. Tu padre, Rodrigo, era un hombre casado. El día que me enteré de que estaba embarazada de ti, me vi por última vez con él. Jamás le dije que tú venías de camino, pues al recordarme en cada instante que él tenía una mujer, una persona que estaba a su lado todo momento, comencé a entender que tal vez la única manera de que tú llegaras a nacer era alejándome de él, y eso hice. No quería perderte. Tu padre es un hombre muy despiadado, eso te lo voy a decir desde este instante. No lo hago para que lo odies o lo desprecies o algún tipo de esas cosas, sino para que estés precavida en el momento en que lo conozcas. Él tiene mucho movimiento en el bajo mundo. Así que tal vez de ahora en adelante tu vida será diferente. Por eso no quería que estuviera cerca de él o que conociera su paradero, pero un día de casualidad me lo encontré y no hubo marcha atrás. Le conté que tú existías, tanto como tú, él también te quiere conocer.

Verónica se quedó en silencio. Tenía que procesar toda la información que salía de su madre. Tal vez le había causado un dolor irreversible, pero había palabras que eran contundentes y que, sin imaginarse en su cabeza, le decían que tenía que creer en cada una de sus palabras. Después de hablar un poco, Verónica se relajó y le agradeció porque por fin le había contado la verdad. Se sentía más tranquila al saber todo lo que sucedió, pero que en el pasado hubiera anhelado conocer toda la historia sin necesidad de todo lo que han vivido.

Después de dos horas, Lucas se encontraba en la mesa principal junto a Natalie, partiendo un pequeño pastel para los invitados. Por otro lado, Derek observaba que su hermano era feliz y se alegraba de que estuviera tratando de cambiar, pero sabía que no podría cambiar los pensamientos de su padre, por lo que no iba a intervenir en nada.

Derek se encontraba abrazado con Verónica, la puerta principal estaba abierta y había mucha gente entrando y saliendo hacia el jardín. De repente, llegaron diez hombres armados que caminaron directamente hacia donde estaba Lucas.

"Lucas, mi patrón te manda las felicitaciones", dijeron los hombres antes de que tres disparos sonaran en el lugar. Natalie entró en pánico y cuando estaba a punto de salir corriendo, dos balas atravesaron su pecho. Los hombres, al ver que la pareja estaba sin vida, salieron del lugar sin dejar rastro alguno. Verónica se levantó rápidamente y corrió hacia el cuerpo de su madre.

"Derek, llama una ambulancia", dijo Verónica. Sin pensarlo, Derek lo hizo y en menos de diez minutos se encontraban subiendo los cuerpos a la camilla. Allí revisaron los signos vitales y en el cuerpo de Verónica aún sonaba unos pequeños latidos. Al escuchar esto, Verónica comenzó a gritar como loca y les gritaba por favor sálvelos, sálvelos.

"Mi madre está embarazada", dijo Verónica.

La enfermera que iba en la ambulancia la miró con algo de tristeza, pues sabía que tal vez podría salvar al bebé, pero la mujer ya no tenía manera de sobrevivir y se encontraba sin signos vitales.

"No te preocupes, jovencita. Apenas lleguemos al hospital, la vamos a intervenir para salvar al bebé. Por suerte, solo estamos a dos minutos del hospital, pero quiero que sepas que tu madre no tiene salvación. Se encuentra totalmente muerta. Vamos a hacer todo lo posible para salvar a ese bebé, pero no es seguro que logre sobrevivir. Ella perdió lo que lo hace más difícil", dijo la enfermera.

Verónica no podía parar de llorar en ese momento. Se debatía la vida de su hermano o hermana, pero la vida de su madre ya no tenía salvación. Era un cuerpo postrado en una camilla.

Derek por otro lado iba de camino en el auto para llegar al hospital a acompañar a Verónica, por otro lado tenía una misión más difícil que era comunicarse con sus padres para darle la noticia aunque no querían estar al lado de su hijo sabía que lo amaban era su hijo era sangre de su sangre.

- Padre.

- Si hijo, como les fue.

- Pa....

- ¿Qué tienes?.