La Villana Cambiará Su Final

- ¿que cree que esta haciendo?

- ¡oh! Señorita Selene.

La profesora hace una reverencia, pero al estar inclinada recibe una cachetada, la cual la hace reaccionar y hacerse hacía atrás sorprendida.

- s-señorita...pero yo...

- ¿quien te crees que eres? No eres más que una profesora, bajo la orden del Conde Dubois.

- l-lo se señorita, pero...

- pero nada, Marion, así sea la hija adoptiva de esta familia es una Dubois y le debes respeto.

Marion estaba sorprendida al ver como Selene la defendía, normalmente solo lo dejaba pasar y hasta se reía, Marion estaba soportando el dolor de sus mano, hasta que siente como Selene las sostiene y le sopla.

- puedes llorar, porque duele. Milie, trae un paño húmedo con agua fría.

Milie sale rápidamente de la sala, mientras que la profesora sigue sin comprender bien.

- Señorita, escuche, yo solo la estoy educando, así que no es nada.

- no es nada, entonces...

Milie regresa y le coloca el paño en las manos de Marion, quien ya solloza, mientras que Selene se acerca a la profesora y toma la regla.

- ponga sus manos.

- ¿que? No, señorita yo no...

- ¿no me escucho? Solo la estoy educando, le enseñaré que le debe respeto a mi hermana.

Aún cuando la profesora no puso la mano, Selene la golpea en distintas partes del cuerpo, lo hace con todas las fuerzas que su cuerpo se lo permite, aunque que la profesora grita que se detenga, Selene no lo hace, hasta que la mujer cae mientras llora por los golpes, Milie y Marion observan un poco asustadas.

- p-perdoneme...no lo haré...de...nuevo...

Selene se detiene tirando la regla de madera al piso, la cual ya casi estaba rota.

- Marion, eres una Dubois, nunca dejes que nadie te lastimé.

Selene se acerca para revisar como estaban las manos de Marion, quien ya lloraba siendo abrazada por Milie, Selene le pide que la lleve a su alcoba y le ponga alguna medicina para curar la herida, mientras que ella va sola a presentarse ante su madre, la profesora por su parte había salido corriendo de ahí. Selene se arregla un poco la ropa, después de lo sucedido ya estaba hasta despeinada; al salir ante su madre, hace una reverencia y saludan a todas de manera gentil, sin duda, la niña era toda una dama educada para ser la futura emperatriz del país, la Condesa la hace sentarse, aunque se mantiene callada y solo habla si le preguntan algo, la reunió parecía durar una eternidad, hasta que finalmente se dio por finalizada, la Condesa felicita a Selene por su excelente trabajo al estar ante esas damas.

- fue un honor madre, me alegra que este orgullosa de mi.

- por supuesto que lo estoy, mi niña, serás la princesa heredera perfecta. El nombre de la familia Dubois, estará en la cima.

- si madre, espero enorgullecerla más.

Pronto se detienen cuando el mayordomo le informa algo a cuchilleos, la Condesa mira a Selene y ella solo sonríe, cuando el mayordomo se retira toma del brazo a Selene y se lleva hasta su habitación.

- ¿por qué lo hiciste? Sabes que esa era la mejor profesora, tenía la orden de ser lo suficientemente estricta.

- madre, aunque Marion sea adoptada, lleva el apellido Dubois y es una vergüenza que una Dubois sea humillada por su profesora, la gente podría creer que somos fácil de humillar.

- buen punto, aún así, esa mocosa debe ser educada con rudeza.

- madre, soy la futura emperatriz ¿que dirán de mi, si dejo que mi hermana sea golpeada por su profesora?

Otro buen punto, la Condesa deja salir un suspiro, no tiene caso regañar a Selene por algo así. La mujer deja a la niña para retirarse a su alcoba, mientras que Selene se dirige con Marion, después de preguntarle a Milie sobre la condición de la Marion, debe asegurarse que sus manos estén bien, ya que ella no tiene interés en hacerle daño a esa niña, sus planes son otros, uno donde no perjudique a los protagonistas y ella, pueda vivir tranquila. Las manos de Marion estaban cubiertas con gasas, Milie le había aplicado ungüento para aliviar el dolor y que ayuda a sanar, también hizo que le den algo de comer mientras descansa en la alcoba, Selene entra.

- Marion ¿como siguen tus manos? Milie me dijo que te las vendo.

- ya no duele, pero Milie dice que no debo quitarme las gasas.

- le diré a Milie que te atienda, no te preocupes, esa profesora no volverá.

- gracias señorita Selene, lamento causar tantas molestias.

- no las causas, esa mujer no debería haberte tratado así y otra cosa, para ti, soy Selene, somos hermanas ¿de acuerdo?

- pero si la llamó así, la Condesa se enojara...

- no lo hará, yo estaré para defenderte.

Marion comienza a llorar, desde que llegó a esa casa, nada ha sido bueno, la Condesa la trata mal, Selene le era indiferente, así como también lo es el Conde, era la primera vez que alguien la ayudaba y le trataba bien, al verla así, Selene se acerca, acariciando la cabeza de la pequeña niña rubia.