han pasado años, Maxine y Regis han formado una bella familia, su hija ahora es mayor y está es su historia ¿que es lo que destino le tiene preparado?
Sasha es el segundo príncipe que fue salvado cuando era niño por una bella lobo blanco, ahora el destino lo lleva a un reencuentro con su salvadora ¿que pasará con ellos?
NovelToon tiene autorización de Arhuchim para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capítulo 21- después de la misión
El conde revisa jaula por jaula, pero no había ni una sola chica, pero escucha la sonrisa de una niña, el conde voltea pero no hay nada, así que mientras va regresando por aquel largo pasillo siente la presencia de alguien pasar mientras ríe, pero al voltear no hay nada y las luces de aquel túnel parpadean, el conde solo apresura su paso pero al querer abrir la puerta esta no se abre y las risas se van escuchando haciendo eco en ese lugar.
Siente que alguien tira de su ropa, al voltear era Alya quien le sonríe de la manera más dulce posible.
- pri-princesa...como...
- conde juguemos, vamos a jugar.
Alya comienza a desabrochar el camisón que llevaba puesto, el conde sonríe ante ello y se fija en su pecho.
- p-pero princesa primero salgamos de aquí...
- ¿no quieres jugar conmigo?
La chica hizo un puchero, pero el conde al verla así se acerca tratando de tocar sus manos las cuales sostienen el camisón evitando que se abra.
- entonces muéstrame lo que tienes.
- con gusto le muestro todo conde.
El aire se torno frío y las luces se apagan al momento que Alya abre el camisón y cuando las luces vuelven a encender ella tenía la cabeza del mayordomo en su mano y toda la ropa y rostro de la chica estaban llenos de sangre, el conde retrocede espantado.
- ¿que pasa conde? ¿Ya no quiere jugar conmigo? Juguemos, juguemos.
Alya le lanza la cabeza y el conde asustado se agacha viendo como la cabeza rueda por sus pies e insectos salen de las cuencas vacías de los ojos, un grito de parte del hombre se escucha y cuando levanta la vista Alya estaba ante el pero sus ojos eran solo unas cuencas vacías de las cuales salían un líquido negro y abre la boca dejando salir sangre que se derrama en la cara del conde.
- ¿por qué ya no quiere jugar conmigo conde? Si soy hermosa...
El conde solo grita aterrorizado y desesperado por salir de ese lugar, Alya se hacía atrás y de los pasillos puede ver venir muchas niñas y chicas jóvenes viéndose con las cuencas vacías y goteando aquel líquido negro mientras ellas repiten la misma frase de Alya.
"¿Por qué ya no quiere jugar conmigo conde? Si soy hermosa..."
La frase se repite una y otras vez hasta que las niñas están cerca de él, un grito desgarrador se escucha de aquel hombre mientras que del otro lado de la puerta, estaba Alya con una sonrisa y comienza a reír.
Sasha esperaba fuera del ese pequeño templo hasta que ve a Alya salir y se notaba muy feliz.
- vamonos, ya todo acabo...
- ¿lo mataste?
- no, pero le deje suficientes pesadillas que pronto el mismo optará por su muerte.
- ¿y si sus sirvientes lo sacan?
- su único cómplice era el mayordomo, nadie más sabe de ese calabozo. Nadie escuchara sus gritos una vez puesta la segunda puerta.
- bien. Es lo menos que se merece, yo lo habría torturado.
- lo que le hice es peor. Ahora busquemos una posada que mañana debemos regresar al palacio.
La misión había sido un éxito, nadie más supo donde había ido el conde, los sirvientes simplemente se fueron de ahí cuando uno de sus familiares fue a tomar la mansión, después de una semana al demoler el templo encontraron las puertas de aquel calabozo, al abrirlas se llevaron la sorpresa de que el conde se había colgado en una de las celdas, hubo dos teorías una que se encerró y se suicido porque ya se habían descubierto sus fraudes o dos que quedo encerrado y por la desesperación se quito la vida, sin importar lo que haya pasado, simplemente a nadie le importo, pues el condado paso a ser propiedad de un sobrino suyo y este al menos, sabía llevar bien su estatus de conde. Alya cerró la carpeta y miro hacía abajo, estaba desayunando en el balcón del comedor y este daba la vista justo al campo de entrenamiento, desde ahí observa a Sasha quien se ha tomado un descanso de su entrenamiento, este levanta la camisa para limpiarse un poco el sudor y Alya sonríe al ver ese cuerpo expuesto.
- quiero acariciar y lamer esas abdominales.
- princesa! Una dama no debe decir esas vulgaridades.
Le riñe Susan, aunque sabe que la chica no es una chica común al menos debería de abstenerse de decir esas cosas.
- debe darse a respetar o el chico creerá que usted es una fácil y no la tomará en serio.
- mmm...pues es muy tarde para ese consejo, porque ya van varias veces que me lo como...
- alteza...usted...por los dioses, no debería ser tan liberal, ese hombre podría ya haber obtenido lo que quería ¿y si sale embarazada y la deja? Debe ser más cuidadosa.
- no puede dejarme, lo he marcado...justo ahí...
Alya señala el abdomen bajo del chico y sonríe.
- justo entre el ombligo y el paraíso...
Susan estaba roja porque obviamente sabe a lo que ella se refiere.
- es usted una depravada. Creo que comenzaré a sentir pena por ese chico.
- a él realmente no le molesta, por el contrario lo disfruta.
- claro porque apenas la esta conociendo. En fin, solo espero se este cuidando, no creo que a su majestad le agrade la idea de ser abuelo tan pronto.
Alya ríe por las palabras de Susan, pero en parte tiene su razón, su padre estaría muy molesto si saliera embarazada tan pronto.
Sasha por su parte al acabar el entrenamiento se dirigió a su habitación para darse un baño, aunque aún se sentía un poco incómodo de estar ahí sin tener algo que hacer, solo ha acompañado a Alya a una que otra misión, tal vez deba pedir un puesto como caballero.
