Amargas Mentiras

Benjamín se levantó exaltado de su escritorio y era reacio a creer lo que escuchó.

-¡No digas estupideces!

-¡La muchacha perdió el bebé de Felipe, la fiera le dio una buena paliza y la envío grave al hospital ese día yo mismo fui a comprobar su llegada al hospital, yo mismo la vi, ella se debatía entre la vida y la muerte es imposible que ese bebé sobreviviera!

-¡Alex por favor dime!

- ¿De dónde sacaste semejante disparate?

Alex se para frente a su padre, con el ceño fruncido, y le contestó.

-¡Sara me dijo que los niños estudian en el mismo instituto que Miguel, dice que la misma Ivana acepto que son sus hijos, Sara también me dijo que ellos se parecen mucho al estúpido de Felipe!

-¡Papá ¿cómo pudo suceder eso?!

¡Si esto llega a oídos de la abuela y de los abogados, perderemos todo lo hemos construido, acaso todo lo que hicimos hace siete años no valió nada, te dije que acabáramos con la vida de Felipe!

-¡Si me hubieras hecho caso, esto no estaría pasando!

-¡Alex por favor tranquilízate!

Tras gritar eso el benjamín volvió a tomar asiento, apoyó los codos en su escritorio y junto, sus manos, parece que en ese momento un plan siniestro cruzó por su mente, ya que su mirada se ensombreció y mostraba pura maldad.

-Si lo piensas bien Felipe no ha reclamado la herencia, eso tiene que ser porque aún desconoce la existencia de los niños, lo que quiere decir que la muchacha se creyó el cuento de que Felipe quería acabar con ella!

-¡Presta atención vas a llamar a tu novia, dile que la boda se adelantara, será este fin de semana y no sé cómo lo hagas necesito que ella de a luz a un niño cuanto antes!

¿Qué dirán los padre de Frida, cuando se enteren de que la boda se adelantó?

¡Déjamelo a mí, yo me encargo de hablar con ellos! Por el momento no te preocupes por Felipe y los bastardos ya se me ocurrirá que hacer con ellos.

¿Puedes llevarme a ese instituto, necesito comprobar con mis propios ojos la existencia de ellos?

Benjamín y Alex salieron rumbo al instituto en donde estudian los pequeños de Ivana.

Por otro lado, el Ivana y Felipe estaban por concluir la inspección, el sitio estaba lleno de maquinarias y trabajadores, por ahora solo hacen grandes hoyos y zanjas por donde pasara toda la tubería subterránea, de acuerdo al cronograma, la obra va marchando bien, la joven no observo ninguna anomalía, así que decidió terminar la

inspección.

¡Felicidades todo está en orden y espero que siga así! Ivana estrecho la mano del ingeniero Manuel, y se despidió con una sonrisa que resaltaba sus mejillas enrojecidas por los fuertes rayos del sol.

Luego de despedirse tenían que caminar hasta donde se encontraba el auto de la joven, y como la obra apenas está comenzando el terreno no cuenta con ningún árbol y nada que los pueda proteger del fuerte sol.

Felipe caminaba adelante de Ivana cuando de

pronto sintió que ella detuvo el paso.

¡Srta. el sol está muy fuerte será mejor que apresures tus pasos!

-¡Felipe!

Ivana Logró llamarlo con un tono débil antes de perder el conocimiento y desplomarse en el suelo.

Cuando el joven Brown se volteó ya era demasiado y la muchacha ya se encontraba tumbada en el suelo.

¡Ivana! Felipe arrojó los documentos que traía en la mano y corrió a socorrerla, se sintió como un tonto por no caminar al lado de ella, eso lo hizo solo para demostrarle su indiferente.

De inmediato la levantó del suelo y la llevó al auto. No muy lejos de ellos Manuel observó lo sucedido, así que llamo a la abrigada de emergencia y corrieron hacia ellos, cuando llegó junto a Felipe, el CEO le pidió que buscará en el bolso de Ivana las llaves del auto, y que abriera para acostarla en el asiento de atrás.

Después de acostar a Ivana, Felipe agarró el botiquín y empapó algodón de alcohol y lo pasó cerca de la nariz de chica.

Ivana fue abriendo los ojos lentamente y lo primero que vio fueron los hermosos ojos de Felipe, luego frunció el ceño cuando sintió un fuerte dolor en la cabeza, ella se sentó y mientras se sujetaba la frente preguntó.

¿Qué me sucedió?

¡Te desmayaste y te golpeaste la cabeza al caer, el joven de la abrigada quiere asegurarse de que estás bien!

Felipe se hizo a un lado y dejó que el joven hiciera su trabajo.

Después de unos minutos el joven preguntó; ¿Has comido algo hoy? Tu presión está muy baja, puede que se deba a eso, o al menos que estés embarazada.

En ese momento Felipe se paralizó y espero con temor la respuesta, últimamente él se ha mostrado indiferente y distante con ella, pero eso no quiere decir que no esté interesado en Ivana.

¡Hoy salí con prisas de mi casa y no me dio tiempo de comer nada, y No estoy embarazada!

La respuesta de la chica tranquilizo al empresario. Quien de inmediato preguntó;

¿Cómo está su cabeza?

¡Es solo un leve golpe, nada de que preocuparse!

Unos minutos después los dos quedaron solos y Felipe se sentó en el asiento de atrás justa al lado de ella, y de inmediato la atrajo hacia su pecho.

¡No vuelvas a asustarme de esa manera!

Ivana intento rechazar el abrazo, pero Felipe ni siquiera la dejó moverse, el joven inclinó la cabeza y se dejó llevar por su impulso de besarla.

Llevaba días queriendo hacerlo, y no se atrevía hacerlo, en ese momento el dulce sabor de los labios de Ivana le recordó la noche que esa mujer lo sedujo.

Por su parte Ivana no podía ni siquiera moverse, aunque quiso rechazar el beso, al final no pudo, algo dentro de ella le exigía más, así que se dejó llevar, fue lo mismo que le paso la noche que se entregó a él.

Cuando Felipe sintió que la joven se había rendido, aflojó un poco su agarré, lo que hizo que Ivana pudiera mover los brazos que después paso justo alrededor del cuello de Felipe, y lentamente se fue dejando caer hacia atrás y cuando parecía que en el interior del auto iba a calentar más que el sol, un golpe en la ventana los interrumpió.

El auto era polarizado, por lo que Manuel no se dio cuenta de lo que sucedía dentro del auto.

Felipe quería seguir y perderse en el cuerpo de la chica; sin embargo, ella lo empujó, el CEO se recompuso y bajo la ventana con evidente disgusto.

-¡Sr. lamento interrumpirlo, le traje los documentos que dejo tirados!

Como era de costumbre Felipe tomó los papeles sin decir ni una sola palabra y volvió a subir la ventana, cuando giro la mirada hacia Ivana ella apartó los ojos de él, entonces Felipe la volvió a besar y le dijo; -¡Te llevaré a comer algo! Una vez dicho eso los dos se pasaron a los asientos de adelante y salieron de ese lugar!

¿Quieres que encienda el aire acondicionado? Ivana asintió sin atreverse a decir una palabra. Se supone que odia a Felipe y ahora está junto a

él sin saber cómo actuar, hace unos minutos estuvo a punto de entregarse nuevamente a él, y ahora no tiene ni idea de como comportase.