Alicia Vannecelli es una joven atractiva y optimista, llena de ilusiones. Uno de sus sueños es convertirse en doctora en pediatría, ya que siente una profunda afinidad por los niños. En secreto, está enamorada de David Müller, un sublíder de la mafia alemana. Sin embargo, considera que su amor es imposible debido a la diferencia de edades y al hecho de que él la ve como una niña. A pesar de esto, Alicia hace todo lo posible por conquistarlo, intentando cautivarlo con su encanto. Lo que ella no anticipaba es que el amor de David es tan intenso que se torna tóxico, transformando su vida a su lado en todo lo contrario a lo que ella había imaginado.
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Capítulo 10 un corazón rotó
Alicia Vannecelli
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La reunión fue sumamente monótona. Lo único que lograba distraerme era observar a David de manera disimulada. Llevaba un traje negro sin corbata, con los botones de arriba desabrochados, y se veía increíblemente atractivo, sin perder su elegancia. El color negro le confería un aire misterioso y atractivo.
Al concluir el encuentro, las personas comenzaron a retirarse, quedando solo mi madre, David y yo. Mi madre le entregó un documento a David, quien lo revisó y lo firmó. Ella también firmó, y luego dijo
-Fue un gusto hacer negocios contigo, David, pero mi hija y yo debemos marcharnos.
-El gusto fue mío -respondió David.
Se estrecharon la mano, y no encontré el momento adecuado para hablar con él. David me ofreció su mano para despedirse, mientras me miraba de manera decidida. Su mano rozó suavemente la mía. En ese instante, mi madre recibió una llamada y, al contestar, dijo
-Debo atender esta llamada. Ya vuelvo, Alicia, espérame aquí.
Al quedarnos solos, David me preguntó
-¿Cómo estás?
-Estoy bien. ¿Está ocurriendo algo? -le inquirí.
Él me miró con una expresión confusa.
-¿A qué te refieres con esta ocurriendo algo?
-A que dejaste de responder mis mensajes. Ya no me llamaste. ¿Hice algo mal? -le confesé en un susurro-. ¿Fue por el beso?
Él iba a responder, pero en ese momento sonó mi teléfono. Al mirar la pantalla, vi que era un compañero de la escuela, pero no le presté atención y lo guardé en mi bolso.
-Deberías contestar, puede ser importante -me sugirió.
-No es importante -respondí.
Sin embargo, el teléfono seguía sonando, así que no tuve más opción que contestar. Mi compañero me informó que pasaría por mí por la tarde. A lo cual, me di cuenta de que lo había olvidado y le respondí que se cancelaba la salida, ya que me encontraba en Alemania. Él me dijo que sería después. Luego de colgar, guardé el teléfono en mi bolso y miré a David, que estaba sentado observándome.
-Así que ¿tenías una cita? -comentó.
-Una cita no, solo era una invitación y también iba con mi hermano Oliver. ¿Por qué no me llamaste? -le pregunté.
-Porque es lo mejor, Alicia. No tiene sentido que sigamos hablando -me respondió.
Pero, ¿acaso no estuvimos bien el día que compartimos en la cabaña? Nos divertimos tanto; sentía que había una conexión entre nosotros. Entonces, ¿qué había cambiado? ¿Acaso pensaba que yo estaba saliendo con alguien más? Si le expreso mis sentimientos, tal vez él comprenda que realmente me gusta. Busco valor dentro de mí y le digo
-David, quiero decirte algo importante....Me gustas mucho; cada día que pasa me estoy enamorando más de ti.... Tal vez podríamos...
Él me interrumpe al levantarse de su asiento, toma mi mano y me hace sentar. Se acerca más a mí y dice
-Agradezco tu sinceridad, Alicia, pero esto... no es posible. No solo por la diferencia de edad. Hay distintas etapas y mundos. Yo ya viví cosas que tú apenas estás comenzando.
Me observa y yo aprieto su mano, intentando que mi voz no se quiebre. Tal vez le asuste nuestra diferencia de edad, pero, ¿qué importancia tiene? Para el amor no hay barreras y muchos menos edades.
-Quiero vivir esas etapas contigo. Sé que hay diez años de diferencia, pero mi prima Gabriela y Bastián también tienen esa diferencia y son felices. Podríamos darnos una oportunidad. Entiendo que soy más joven, pero podríamos ocultarlo hasta que yo alcance la mayoría de edad. ¡Por favor!
Él mueve la cabeza en señal de negación, y mi corazón se quiebra en mil pedazos junto con mis ilusiones. Siento un nudo en la garganta que me dificulta respirar, y un ardor en el estómago y en el pecho. Mi corazón late lentamente, como si estuviera muriendo de tristeza.
-Alicia, eres increíble, pero no puedo corresponderte de la manera que esperas. No quiero que pienses que no me importas, pero en este momento no puedo ofrecerte lo que mereces.
Mis ojos se nublan y mi boca se seca. Una pequeña lágrima traicionera baja por mis mejillas. Suelto su mano, me levanto de la silla y solo quiero alejarme. No deseo que me vea con lástima. Él me llama, me detengo y con voz quebrada le digo
-Entiendo. Disculpa por este momento incómodo.
Me retiro rápidamente de la oficina mientras las lágrimas caen. No veo a mi madre en el pasillo, presiono el botón del ascensor y subo. Al cerrarse las puertas, comienzo a llorar con fuerza, sintiéndome tonta por haber creído que había una posibilidad entre nosotros. Me ilusioné sola, sintiéndome estúpida por pensar que un hombre como él podría fijarse en una chica como yo. Si tan solo hubiera sido más realista. El ascensor se abre y camino rápidamente hacia el auto que ya nos esperaba. Le envío un mensaje a mi madre informándole que ya estoy en el vehículo.
y todavía la kiere controlar en todo lo que ella hace y me imagino ke habrá salidas de ella con sus amigas y amigos y el no va a aguantar sus celos ..