EL TIRANO DEL IMPERIO QUIERE CASARSE CONMIGO

En la sala ya estaba todos los aritocratas quienes esperaban al Emperador, todos se quedaron callados y se levantaron al escuchar al guardia nombrarlo.

-Ya esta entrando el Emperador Seth Ember..

El emperador al poner un pie en la sala pudo ver los rostros sudorosos de los aritocratas quienes menganian agachada la cabeza sin verle, pero esta ocacion el Barón Brandt asistía junto a los que lo apollaban de su fracción, el emperador lo miro para sentir y recibir el saludo en silencio mienstras se sentaba y daba unció a la reunion, para escuchar los informes de cada territorio, así como se las tierras y de las personas que vivían en cada territorio.

-Bien, ya que todas sus cuentas estaba agregadas en el libro, no les molestara que mande a guardias a inspeccionar cada territorio, así como cada habitante, ya que debe coincidir lo que anotaron con lo que se revisara.

Todos se miraron, para tragar grueso, mienstras qué algunos solo se quedaban callados hasta escuchar al Barón.

-Majestad.. Estaré complacido que visite mi territorio, ya que mi familia estaba planeando un fin de semana en la finca.

El emperador lo miro aterradoramente para responderle con uan voz ronca pero profunda.

-Bien Barón, usted será el primero.. - dice con burla

Los demás miraron al hombre para sentir lastima.

-Duque Aròn, su hija le será entregada para que le despidan ante sde arrojar la al hueco donde estada el resto de su vida.. - sonríe complacido el Emperador al ver al Duque, que se puso pálido - Quien intente meter a sus hijas en mi cama con todo gusto háganlo si las quieren ver en cajones para enterrarlas..

Seth se levantó, para salir de la sala de reuniones pues sentía que ya no podía estar ahí y escuchar lo que cada uno pensaba, este camino quitándose algunas prendas que no lo dejaban respirar, para parar en el jardín observando y escuchando la fuente que estaba en medio, para mantener la calma y no matar a esos perros.

Tess quien estaba leyendo tranquilamente escucho que alguien se acercaba por lo que había decidido tratar de irse pero cuando miro, quien se acercaba ya estaba a unos pasos de ella, este estaba respirando muy acelerado, por lo que decidió no moverse, hasta que por alguna razón esté se giro y en eso recordó las palabras de su padre que si veía a alguien que corriera.

Seth quien se giro y miro a una joven quien permanecía quieta, para este girar su cuerpo con molestia, a donde estaba esta, pero cuando lo hizo la joven salió corriendo, para alejarse de él, por lo que de los labios de este salió un quejido de burla, pues esa joven se le había figurado un pequeño conejo escapando de un animal salvaje, por lo que se quedó callado al notar que no había escuchado ningún pensamientos de ella, por lo que no se había dado cuenta que estaba ahí.

Tess corrió hasta sentir que le faltaba el aire mienstras miraba a su padre acercarse al carruaje, a lo que ella se acercó sin decir nada.

-Padre, pensé que tardarías.. -menciona la joven para subir al carruaje

-No fue un poco más rápido de lo normal.. - la mira apretando su libro - ¿sucedió algo?..

Tess niega con su cabeza para calmarse y ver el libro para recordar esos ojos rojos que la miraron con sorpresa y a la vez con molestia.

La joven decidió bajar del carruaje con su padre quien por pedido de su madre empezó a comprar especies y provisiones para la finca, ya que ella no podría salir por su embarazo, por lo que pido a Tess que le acompañará.

Tess estaba muy atenta acada especie sin notar que una joven se acercó para tocarle el hombto por lo que por instinto está le sujeto la muñeca para torcersela y escucha el grito que la hizo soltar a esa joven.

-Tess ¿qué te pasa? - chilla la joven quien sobaba su mano

Tess quien no reconocía quien era solo se disculpo para tratar de ver a su padre quien discutía el precio de la arina.

-Me ignoraras, así como mis cartas.. - menciona la joven colocándose frente a ella.

-No entiendo a que te refieres..

Responde Tess para seguirle el juego pues le parecía conocida pero no sabia quien era, hasta que escuchó qué alguien la llamo y no era otro más que el duque que le había estado insistiendo a Tess sobre el. Matrimonio.

-Katherine, espera.. - este mira a Katherine para después girar a donde estaba Tess quien los observaba -¡BUENOS DÍAS HERMOSA SEÑORITA ¡..

Tess solo hizo una mueca para ignorarlo y decirle a la joven que se tenia que retirar, dejándolos ahí parados ante las miradas de estos quienes se tensaron y mostraron rostro de enojo empezando por la chica.

-No te dije que te acercara a ella.. - dice enojada

-Lo he intentado, pero siempre me rechaza, ya no se que hacer más - responde el duque

-pues no lo se, manda una carta para que tu puedas pedir su mano... O de lo contrario olvídate que yo sea tuya - la joven lo mira mientras muerde su labio

El duque asintió para insistir e ir tras Tess quien se acercó a su padre quien le dijo.

-Pensé que tardarías más con tu amiga.. - le sonríe

-Para nada… Quiero pasar tiempo contigo. - sostiene del brazo al Barón para sentir como este se paró en seco al ver el caballo del emperador quien se dirija hacia ellos pues estaba observando el mercado por el mismo.

-No pensé que iniciará ya. - suelta un suspiro para ver como este pasaba por su lado para este hacerle una reverencia al igual que Tess, quien no sabía a quién saludaba

Ambos decidieron seguir su camino hasta que alguien les llamó, el Barón se sobre salto pues sabía de quién era esa voz por lo que se giró al igual que su hija quien observó a un hombre quien tenía cubierto la mitad de su rostro dejando al descubierto sus ojos.

-Creo que esto le pertenece a la señorita. - dijo Seth quien sujetaba una cinta que le pertenecía a Tess quien la miró y asintió.

-Si es mía. - responde la joven para acercarse y sujetar la cinta mientras mirones esos ojos rojos que la siguieron mirando.

-disculpe las molestias - dice el Barón para mirar al Emperador quien asiente para darse la vuelta e irse, a lo que el Barón soltó el aire y dijo a su hija.-Hay que darnos prisa…

El emperador quien miro al Barón y a la joven alejarse los observó hasta perdernos de vista y el seguir con su camino.