karina es una Omega exitosa, logrando tener su propio negocio, aunque pequeña su cafetería y economía iban de maravilla, el único problema eran los prejuicios de la sociedad al seguir soltera y su madre quien la obliga a asistir a citas a ciegas, cansada de todo decide contratar un Alpha para que pueda aparentar frente a su familia y puedan dejarla tranquila.
Jade es una Omega exitosa, trabajando en la empresa de su padre, aprendió el negocio de la familia, llegando a ser una parte importante de la compañía, por años estuvo enamorada de forma unilateral de su mejor amigo, sentimientos que nunca expreso y que ahora la atormentaban al enterarse que el hombre se casaría y ella debía ir a su boda, al verse en esa situación se le ocurre la idea de contratar un Alpha para que la acompañará a la boda y poder hacerle frente a su corazón herido.
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CAPITULO 3
La situación que ahora se le presentaba era un tanto cómica para él, la mirada de la mujer le decía que hablaba muy en serio. Dada la posición social de su familia, las mujeres buscaban llamar su atención muy a menudo, sin darle mucha importancia al hecho de que solo buscaban su estatus y posición social, nunca rechazo a alguna de ellas, solo se dedicó a disfrutar del momento que podían brindarle, luego al darse cuenta de que no las tomaría en serio, ellas solas decidían terminar el juego que comenzaban, ahora una nueva mujer se le presentaba haciéndole una propuesta o una excusa un tanto extraña.
- ¿usted me pagara por fingir ser su novio? – quería indagar un poco más en las intenciones de la mujer, dadas las circunstancias de su apellido no podía verse envuelto en algún escándalo, sobre todo ahora que su negocio está creciendo.
- Si, prometo pagarle de forma diligente – le responde la mujer mirándolo a los ojos.
- No sé si usted sabrá, pero yo no necesito su dinero – sonríe – es un sinsentido lo que dice, usted me está proponiendo que finja ser su pareja y a cambio me dará dinero, ¿Qué le hace pensar que yo necesito de su dinero? – suspira – con solo mirarla diría que usted es la dueña de este lugar, y obviamente quiere hacerlo crecer, ¿Cómo saber si esto no es solo una treta para lograr ese objetivo? – la mira fijamente, sus ojos eran hermosos y sus labios muy provocativos, debía admitir que fácilmente cualquier hombre caería por esa mujer.
- Le juro que no es lo que usted cree – le dice – no intento sacar provecho de usted – aunque a Karina no se le ocurría nada que pudiera quitarle a ese hombre, vestido con camisa holgada y short, estaba claro que solo era un chico de bajos recursos, ¿Qué podría sacer de allí?, tal vez el hombre fuera uno de esos locos que piensan que todas las mujeres quieren sacar un provecho monetario o material de ellos y no tienen ni donde caerse muertos los muy infelices – en todo caso sería usted quien tendría un beneficio monetario, yo solo quiero sacarme a mi familia de encima mío.
- Mmmm, supongamos que estuviera diciendo la verdad - la mira de forma calculadora - ¿Por qué me escogió precisamente a mi pudiendo tener a cualquier otro?, usted no es una mujer nada fea, en cambio es muy agraciada ante los ojos de cualquier hombre, algo que a mi parecer le daría cierta ventaja al hacer esta propuesta.
- Voy a ser sincera al cien por ciento con usted – le dice de forma seria – no pretendo mentirle, es verdad que podría tener a cualquier otro hombre, pero debo conseguir uno que sobre pase los estándares de mi madre, de ese modo podría dejarme en paz, es cierto que cualquiera serviría, pero si hablamos de las apariencias usted seria el hombre ideal para ayudarme con esto, además de que es un cliente muy regular, no se le conocer como irrespetuoso y tampoco se ha escuchado algún rumor sobre usted, convirtiéndolo en un hombre socialmente apto.
- Podría tratarse de un asesino serial – le dice sonriendo, decidiendo seguirle un poco el juego a la mujer – dicen que siempre suelen ser los que menos lo aparentan – la mira fijamente y sonríe.
- Creo que puedo correr ese riesgo – su voz era seria y sin un solo rastro de vacilación – así que, ¿aceptara mi propuesta?
- No estoy muy seguro de aceptar – suspira – hagamos algo, tengamos una cita, ¿quiere? – si la mujer iba a seguir manteniendo su fachada, al menos él podría divertirse un poco con ella – de ese modo podemos conocernos un poco y si decido aceptar la propuesta ya sabré algunas cosas de usted – sonríe.
- Muy bien, ¿podría ser para mañana? – debía moverse rápido antes de que su madre comience a molestar nuevamente.
- No puedo – le responde – tengo planes para mañana – su negocio aún estaba en expansión, por lo que buscar nuevos inversores era su trabajo en ese momento, aunque la junta seria llevada a cabo en horas de la mañana y podría ver a la mujer al medio día, pero prefería hacerla esperar un día más.
- Bien, ¿entonces para cuándo podría? - su expresión era un poco impaciente.
- Hoy es lunes – dice fingiendo pensar que día sería conveniente – podría ser el miércoles, ¿Qué hora seria la adecuada?
- Cuatro de la tarde – le dice al instante – yo escogeré el lugar y usaremos mi auto- aunque dudaba que el hombre tuviera coche.
- Bien, entonces así quedamos – se levanta de asiento – nos vemos aquí el día miércoles a las cuatro pm – se marcha del lugar.
- Es lindo ¿no es así? - le dice una de las empleadas a Karina luego de que el hombre se marchara.
- Sí, no se puede negar que lo es – por tal motivo lo había escogido, solo necesitaba terminar de convencerlo de cooperar con ella, luego de eso se encargaría de hacerlo ver ante su madre como un exitoso empresario o por lo menos un hombre con un futuro prometedor.
Los días transcurrieron y finalmente llegó el momento de la cita, para no crear un revuelo entre sus empleados Karina decidió cerrar temprano la cafetería, justo a las cuatro en punto el hombre se encontraba frente al lugar, vestido como siempre de forma muy casual.
- Mi coche esta por acá – lo guía hacia su auto, llegan al sitio y suben en él.
- ¿Siempre acostumbras saludar de esa forma? - le pregunta el hombre mientras ella encendía el auto.
- Lo siento, creo que estaba algo apresurada – era mentira, se sentía nerviosa, pero no se lo haría saber.
- ¿Dónde iremos? – le pregunta sin tomarle mucha importancia a la actitud de la mujer
- Iremos a mi lugar favorito cuando quiero desconectarme de todo – le responde sonriendo
- Y ese lugar ¿Dónde se ubica exactamente? – miraba hacia el frente
- En el mar – le responde.
- Excelente – dice de forma sarcástica, Jonathan odiaba un poco el mar, la arena que se mete por todos lados y textura de la piel luego de meterse en el agua, eran algo desagradable para él.
- Creo que no te gusta la idea – le dice mirando al hombre de reojo
- No es de mis lugares favoritos en el mundo – volteo hacia la ventana mirando el camino.
- ¿quieres ir a otro lugar mejor? – le pregunta, aunque la respuesta del hombre no le gustaba, tampoco quería presionarlo a ir si no quería.
- Tranquila, no he dicho que no pueda tolerarlo – sonríe de forma forzada.
Al llegar al sitio, las personas que allí se encontraba recogían sus pertenencias para marcharse, broceados, mojados y en su mayoría llenos de arena pegajosa, Jonathan sintió escalofríos viéndolos, siguió a la mujer quien no bajaba hacia la playa, solo se mantenía caminando por un sendero de piedras.
- ¿no te meterás al mar? – le pregunta viendo como la mujer se alejaba cada vez mas
- No, ese no es el destino al que iremos – siguen caminando hasta llegar a un faro.
- No creo que podamos entrar allí – le dice a la mujer mientras esta observaba un gran candado trancando la puerta de entrada.
- Tranquilo, yo sé lo que hago – saca una pequeña llave y la introduce en el candado, le da vuelta y este se abre - ¿vez? – sonríe y luego entra al lugar- ten cuidado, esta algo oscuro aquí.
- ¿Cómo tienes la llave de este lugar? – le pregunta mientras subían las escaleras hasta lo más alto.
- Mi abuelo solía cuidar de este lugar, yo venía mucho de niña con él – su voz sonaba un poco melancólica – cuando el murió, me quede con la llave y sigo viniendo aquí cuando quiero estar a solas – terminaron de llegar al final.
- Es un viaje muy largo solo para estar en un viejo faro – le dice terminando de subir.
- Sí, es largo el viaje, pero la vista es hermosa – sonríe, a espaldas de la mujer Jonathan pudo observar el atardecer más hermoso que hubiera visto jamás, los colores se mezclaban para formar una preciosa vista que se reflejaba en el mar.
- Es hermoso cierto – le dice la mujer observando el paisaje y sintiendo la brisa en su rostro.
- Sí, es hermoso – dice observándola.
- Me gusta este atardecer – le comienza a decir al hombre luego de un momento contemplando la vista – de igual forma me gustan los días lluviosos, en especial el olor de la lluvia, me recuerda mucho mi niñez, le temo a las arañas, me gustan mucho las cosas dulces, en especial el helado, mi sabor favorito es el de vainilla.
- ¿Por qué me cuentas todo eso? – le dice el hombre mientras la observa.
- Dijiste que debíamos conocernos, ¿no es así? – lo mira y sonríe
- Si, tienes razón – sonríe. Estuvieron allí viendo el atardecer y charlando hasta que el sol se ocultó por completo, dejando una total oscuridad y un cielo lleno de estrella – lo hare – dice Jonathan luego de que estuvieran de nuevo en el auto.
- ¿Qué? – le pregunta
- Seré tu novio falso – sonríe.
"🤞🏻que si lo haya echo"