Un poderoso alfa muere después de ser traicionado por alguien de confianza y regresa a la vida en el cuerpo de un Omega. Ahora con esta nueva oportunidad tratara de recordar quien fue el responsable de su muerte y vengarse de lo que le hicieron
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Capitulo 8
Capitulo VIII: Feromonas y Orgullo
Estaba oscureciendo un poco cuando terminamos de hacer mis deberes en la tribu. Ahora me encontraba frente a la casa del líder
Elian: Líder me despido. Mi esposo me espera — Yo abrí los ojos, ya que no sabía que tenía esposo — ¡Oh! No sé lo había mencionado — yo negué rápidamente — Antes no salía mucho, ya que a él no le gustaba. Pero desde que llegó tome la rienda de mi hogar. El se queda en casa a cuidar de los niños mientras yo vengo a trabajar con usted
Aeris: ¡Upa! Así es que se hace — Digo con una gran sonrisa — Bueno me despido tengo que irme — Él asiente y yo entro a la casa dentro estaba ese idiota con dos personas más. Por las feromonas puede decir que uno es alfa y el otro es un omega — ¿Que haces? — Le pregunto al idiota con una ceja alzada
Caelum: El señor aquí es líder de una tribu vecina. Desea hacer un acuerdo con nosotros, como tomamos parte del territorio de las montañas. El líder la necesita para poder pasar su mercancía
Aeris: Ah es trabajo — me siento — ¿Que dará a cambio? — digo cruzándome de piernas mientras hago que me sirvan una copa
— Mi hijo aquí es un Omega y está dispuesto a com...
Aeris: No necesitamos más sirvientes. Señor si en verdad desea utilizar el cruce de la montaña para transportar su mercancía necesita ofrecer algo más — Veo como ese hombre aprieta su mandíbula
— Esta es una conversación de alfas. Usted no debería de inmiscuirse — Mi mirada se dirige a Caelum el cual tenía su mirada puesta en mí, esté al ver cómo lo miraba carraspeó rápidamente y se acomodo en su asiento
Caelum: Aeris es el segundo al mando, las decisiones que él toma son ley en la tribu — Ahora sí se podía ver más el enojo en la cara de ese hombre
Aeris: Porque mejor no nos da parte de su mercancía. Le pagaremos, pero será a mitad de precio. Creo que es una forma de que todos ganemos en esta transacción. Porque, no quiero ofender al chico, pero... ¿De qué nos serviría su presencia aquí?
— Obviamente, el líder necesita un omega. Es por eso que hice tal propuesta — Arrugó el cejo
Aeris: ¿Para qué Caelum necesitaría al Omega? ¿Acaso necesita un medio de transporte? ¿No sería más factible un caballo? — Vi como el omega se puso rojo de la vergüenza, en cuanto me di cuenta de lo que dije. Me levanté, carraspeé y me pongo serio — Se hará lo qué propuse si no le conviene, entonces de vuelta a la montaña como hacen muchos
— Si hago eso los productos no llegarían frescos
Aeris: A usted parece no gustarle nada. Entonces puede regresar por dónde vino y llévese a su hijo lejos de aquí
— Bien, me parece bien — Dice resignado al ver que no llega a nada que lo ayude. Yo asiento y en cuanto me iba a dar la vuelta para irme escucho algo absurdo — Líder nos dejaría pasar la noche aquí. Es tarde ya y me preocupa viajar de regreso — Me quedé de pie esperando la respuesta de Caelum dándole la espalda a a esas tres personas, sus intenciones eran claras lo que no estaba claro era que parte de esta situación hacia que me sintiera incómodo
Caelum: Por supuesto. Mandaré a preparar unas habitaciones para ustedes — Apreté los puños al oir eso y seguir mi caminó
Me di un baño, había pasado gran parte de la mañana y tarde trabajando solo comí el desayuno y un poco de pan que me dieron mientras trabajaba. Solo deseaba comer e irme a la cama porque me sentía completamente agotado. Al bajar al comedor me encuentro a Caelum en su puesto al lado derecho ese Omega y a la izquierda a su padre
Camino hacia ellos y me siento al otro extremo de la mesa quedando al frente de Caelum
Aeris: Di que ya pueden servir la comida — Este obedece y empiezan a servir la comida. Yo empiezo a comer, pero el comedor estaba impregnado por el olor de ese omega haciendo que cada bocado me provocará unas náuseas horribles — Niño si no sabes controlar tus feromonas no salgas de casa ¿A quien piensas provocar con una feromonas que huelen a leche de bebé? — Veo como se avergüenza, yo lanzo mi pañuelo molesto sobre la mesa y me levanto — Tu asqueroso ha echó que pierda el apetito — Digo para darme la vuelta entrar a la cocina tomar algo ligero y subir a mi habitación, pero al pasar por enfrente de la habitación de Caelum me detengo — Su habitación está lleno de su olor — digo al ver como su olor sale aún con la puerta cerrada, no lo pienso mucho entro. Come dejo el vaso de jugo en la mesita de noche, me enjuagó los dientes y me acuesto en la cama — ¿Por qué este desgraciado debe oler también? — Me enrolló en las sábanas y no sé en que momento me quedé dormido
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Me despierto en los brazos cálidos de Caelum, me doy la vuelta y entierro mi rostro en su pecho para luego sonreír, en serio me gusta su olor. Cuando me doy cuenta de ese acto me levanto de golpe
Caelum: ¿Que sucede? — pregunta con la voz ronca por el sueño
Aeris: No es nada. Solo recordé que tenía que hacer algo — Digo rápidamente para luego levantarme de la cama y ir a mi habitación. Me coloco ropa de trabajo y bajo a la sala, solo para encontrarme con esas personas aún aquí — Líder, ya amaneció ¿Cómo es que sigue aqui?
— Esperaba tener la oportunidad de despedirme del líder de la tribu
Aeris: Será imposible eso. Ahora mismo lo deje descansando, así que seré yo quien los despida — El hombre se puso serio, pero no le quedo de otra que irse solo viendo me la cara. Siento como unos brazos rodean mi cintura
Caelum: Recuerdo que habías dicho que buscará un Omega para que me diera descendencia. ¿Has cambiado de parecer?
Aeris: No, aún lo mantengo — escucho como se ríe y entierra su cabeza en mi cuello, ese acto hace que me de un poco de cosquillas
Caelum: El otro Omega. Lo acabas de echar — me pongo serio ante su palabras. Es verdad acabo de echar una oportunidad si ellos tuvieran descendencia tendríamos un trato con esa tribu y una muy buena entonces...¿Por qué los eché? Me trague mi orgullo
Aeris: No era muy agraciado, e...es mejor buscar otro — la risa ahogada de Caelum se vuelve a escuchar y deja un beso en mi cuello
Caelum: Bien como tú digas. Haré como digas — Dice para dejar otro beso y volver adentro. Yo tocó el lugar donde me beso sintiendo mi cara roja
Aeris: Ese idiota me dejó lleno de babas