Soy Gabriela y está es mi Historia:
"El nudo en mi garganta se hace cada vez más fuerte. Dejar a mi familia es una herida que nunca sanará por completo, pero la esperanza de un futuro mejor me impulsa hacia adelante. El Nuevo Mundo me ofrece un lienzo en blanco, una oportunidad para reinventarme. Sin embargo, el miedo a lo desconocido me acecha. ¿Podré adaptarme a una nueva cultura, construir una nueva vida? Y ¿qué lugar habrá en mi corazón para el amor cuando Edward, con su mundo de éxito y poder, se cruce en mi camino?"
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Capitulo III Admirar desde lejos
Los tres suben al auto. El camino a la casa de los Thompson transcurre en silencio. Al llegar, Beatriz se vuelve hacia Edward.
Beatriz: (agradecida) Gracias por llevarme a buscar a Gabriela y por permitir que se quede esta noche.
Edward hace pasar a las dos mujeres. Su madre, la Señora Julia, espera angustiada al verlos llegar.
Señora Julia: (preocupada) ¿Cómo están?
Beatriz: (presentando a Gabriela) Señora Julia, esta es Gabriela.
Gabriela: (apenada) Disculpe por causar tantas molestias. Me iré apenas amanezca.
Señora Julia: (con amabilidad) No te preocupes, Gabriela. Descansa y luego buscaremos una solución.
Beatriz: (agradecida) Gracias, señora Julia. (Se retira a la habitación con Gabriela.)
Señora Julia: (dirigiéndose a su hijo) Qué susto pasé. ¿Y ahora qué hacemos con esta chica? Es muy linda, pero su mirada refleja tristeza.
Edward: (reflexivo) Sí, mamá. Son personas que luchan por sobrevivir. Debe ser duro comenzar de nuevo en un país sin familia y estar expuesto a cualquier peligro.
Señora Julia: (preocupada) No sé que haré con ella. .No necesitamos más personal, pero no la puedo echar.
Edward: (decidido) Claro que no. Esa chica corre peligro estando sola, y es hermosa de una manera tan natural que le puede traer problemas.
Señora Julia: (sorprendida) Edward, ¿te fijaste en su belleza? Eso es raro en ti, o al menos que me lo comentes.
Edward: (serio) Madre, no pienses lo que no es. Nunca sentiría atracción por una chica así porque no es mi estilo de mujer. Solo lo decía porque llama la atención, y habrá muchos hombres que lo noten. Bueno, mamá, voy a descansar. Nos vemos en un rato. (Sube las escaleras.)
Señora Julia: (pensativa) Mi hijo ya tiene 30 años, un hombre dedicado al trabajo. Sale con mujeres, pero no se compromete.
(Suspira) Gracias a Dios que no le ocurrió nada a la chica. Después decidiremos qué hacer.
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En la habitación, Beatriz y Gabriela están sentadas en la cama. Gabriela está llorando, le ha dado una crisis nerviosa. Beatriz la consuela.
Beatriz: (con voz suave) Tranquila, Gabriela.
Gabriela: (entre sollozos) No sé, Beatriz. Estoy dudando de haber venido a este país.
Beatriz: (con empatía) Gabriela, al principio es difícil. Tienes que persistir y aprender a cuidarte. Eres muy bonita y joven, siempre habrá hombres buscando aprovecharse de ti.
Gabriela: (con voz temblorosa) Beatriz, qué pena haber causado problemas en tu trabajo.
Beatriz: (con una sonrisa tranquilizadora) No te preocupes, Gabriela. La familia Thompson son buenas personas. La señora Julia es una mujer cariñosa, y compresiva, y su hijo Edward siempre ha sido un hombre muy serio y trabajador. Cuando llegué, ambos éramos jóvenes, pero él siempre se mantuvo serio. Pero en el fondo, Edward también tiene su lado amable y considerado.
Gabriela: (curiosa) ¿De verdad?
Beatriz: (asintiendo) Sí, pero tienes que aprender algo. Ese tipo de hombres, ricos, altos y apuestos, no son para chicas como nosotras.
Gabriela: (con determinación) Beatriz, yo no estoy buscando enamorarme. Eso no es lo que vengo buscando y no quiero complicaciones, y mucho menos con un hombre así como el señor Edward.
Beatriz: (asintiendo) Lo entiendo, Gabriela. Es importante que te mantengas enfocada en tus objetivos y no te dejes distraer. Aquí estoy para apoyarte en lo que necesites.
Gabriela: (agradecida) Gracias, Beatriz. Tu apoyo significa mucho para mí.
Beatriz: (sonriendo) Claro, pero hay que reconocer entre nosotras que Edward es un hombre de ensueño. Es imponente, mide como 1.85, y ese cuerpo y los ojos azules… es una belleza. Pero es solo para admirar desde lejos.
Gabriela: (riendo un poco) Sí, tienes razón. Es mejor mantenernos enfocadas y no complicarnos la vida.
Beatriz miró a Gabriela con una sonrisa tranquilizadora y le dijo: "Gabriela, ya estás a salvo aquí. Sé que ha sido una noche muy difícil, pero por ahora, lo mejor es que descanses. Mañana será un nuevo día y encontraremos una solución a todo esto."
Gabriela asintió, sintiendo un alivio momentáneo. Se recostó en la cama, cerrando los ojos y permitiéndose descansar por primera vez en lo que parecía una eternidad.
La casa estaba en silencio, y las primeras luces del amanecer empezaban a filtrarse por las ventanas. Beatriz sabía que aún había muchos desafíos por delante, pero también estaba segura de que, juntas, superarían cualquier obstáculo.