Alejandra ha sufrido mucho y el dolor más grande es haber perdido a su único hijo y con el la posibilidad de volver a quedar embarazada tras tener una vida desafortunada al lado de su esposo Antuan, ¿La vida se encargará de poner todo en su lugar?.... eso lo veremos, acompáñame a ver cómo se desarrolla la historia.
NovelToon tiene autorización de Lida Marín para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPITULO TRES
Pasaron las dos semanas de reposo que me recomendó el doctor, y ya me sentía mucho mejor, aparte de no tener que ver a Antuan durante este tiempo, eso ayudó mucho a mi recuperación, y es hora de planear mi huída...... Así es, voy a huir, voy a desaparecer durante un tiempo mientras pienso como recuperar lo que me pertenece pero primero voy a ir a la policía, voy a hacer mi denuncia antes de que pase más tiempo.
Con la ayuda de la enfermera y varios empleados que me estimaban mucho me ayudaron a salir sin ser captada por las cámaras, logré llegar a la comisaría, allí me atendió un agente que fue recomendado por el Doctor Libardo me dijo que era alguien honesto y confiable, hablé con él, le conté toda mi situación le entregué los documentos y la USB con las fotos, de igual forma fui precavida y le hice una copia a todo, en estos momentos no confío ni en mi propia sombra, además desconozco los alcances que pueda tener Antuan, durante años viví con una venda en los ojos a pesar de que nuestra relación no era buena y de vez en cuando me golpeaba nunca había llegado a estas instancias, fui una estúpida por aguantar tanto y normalizar el maltrato que recibía, pero todo esto va a cambiar me lo debo a mí y a mi bebé que no pude proteger, voy a ser feliz.
El agente aceptó mi denuncia, me dijo que comenzaría con el respectivo proceso para poder arrestar a Antuan.
Yo me despedí y fui al banco central el dueño de ese banco era amigo de mi padre así que fui en busca de su ayuda para poder retirar dinero de manera anónima ya que Antuan tiene acceso a las cuentas, fue mi maldito error darle acceso a todo lo mio.
Llegué y fui directo al área administrativa.
- hola, buenas tardes - saludé a la recepcionista.
- hola señorita, en qué puedo ayudarla- me atendió muy amable.
- estoy buscando al señor Vincenzo-- respondí.
- ¿Quien lo busca?- preguntó.
- dile que lo busca Alejandra Cadavid, hija de Bernardo Cadavid -
- un momento, ya pasó el recado y te informo-
No pasaron más de 5 minutos cuando la chica regresó con una sonrisa.
- puedes seguir....ve por ese pasillo,al fondo encontrarás a su secretaria, te presentas con ella que te indicará la oficina del señor Vincenzo-
Agradecí y seguí sus indicaciones, cuando la secretaria me vio nos dirigimos a la oficina del amigo de mi padre.
-Señor Viscenzo, la señora Cadavid ya se encuentra acá - habló la secretaria quien entró antes que yo para anunciarme.
- que siga por favor - se escuchó la voz del señor.
Yo entré y el Señor Viscenzo ya se encontraba de pie dirigiéndose hacia mi.
- mi niña, que alegría verte de nuevo, hace mucho no me dabas el gusto de verte, sigues preciosa como siempre - había olvidado lo fraternal que el era conmigo, era como un segundo padre para mí.
Me estoy dando cuenta de lo mucho que me aleje de las personas por ese maldito matrimonio.
- señor Viscenzo es muy grato para mí verlo tan bien - respondí avergonzada.
- no me digas señor, dime tío o abuelo, como puedes ver estás canas no son pintadas y podría decir que soy tu abuelo y pasar desapercibido- lo dijo mientras reía alegremente.
- no diga eso, señ.... Tío, usted aún está joven y lleno de vida-
- jajajaja que considerada, pero no nos digamos mentiras, y entonces dime, a qué debo el honor de tu visita - habló sin más.
- bueno.... Primero que todo, quiero pedirle disculpas por venir a verlo cuando realmente necesito de su ayuda, cometí muchos errores y uno de esos fue alejarme de personas que eran muy importantes y que aportaban cosas positivas en mi vida por un hombre sin valor-
- Alejita, los seres humanos cometemos errores, es normal lo importante es darnos cuenta a tiempo y buscar soluciones, así que si yo te puedo ayudar no dudes en decírmelo-
Me guió a una sala que tenía en su oficina y me invitó a tomar asiento, ambos nos acomodamos y en ese momento llegó su secretaria con dos tazas de té para cada uno, ella se retiró y nosotros retomamos la conversación.
- entonces cuéntame, de que se trata, en qué te puedo ayudar -
- verá, usted sabe que yo me casé, y tengo que confesar que fue mi peor error y tuvieron que pasar 15 largos años para aceptarlo, no hay un solo día que no me pese esa decisión-
- así es, tu padre me comentó muchas veces lo preocupado que estaba por ti-- dijo.
- pero el tiempo no se puede devolver, solo tengo que afrontarlo y cambiar lo que está mal- dije
Le conté todo lo que he pasado, incluso la última golpiza que me propició en donde perdí a mi bebé y que la posibilidad de no tener hijos es muy alta, también le conté el manejo que el tiene a mis cuentas y el poder que ejerce en el centro comercial que me dejó mi padre y por idiotez mía que se lo dí en bandeja de plata.
- has pasado por mucho y no te voy a juzgar, ¿Pero como fue que aguantaste tanto?- se preguntó consternado, esa misma pregunta me hago yo en estos momentos.
- ni yo lo sé, lo único que me hizo recapacitar fue la perdida de mi bebé y que el Doctor que me atendió, el se llama Libardo, me mostró su apoyo, incluso me entregó pruebas que pude utilizar para denunciar a Antuan, eso me hizo tener la fuerza de voluntad necesaria para romper con esto que ha ido acabando conmigo poco a poco--
- Alejita, cómo quisiera haberte protegido de todo esto, y sé que tu padre también opinaría lo mismo-
- yo lo sé, pero por eso estoy acá, para empezar a mover mis fichas, ver qué puedo hacer, de forma silenciosa quitarle el poder hasta dejarlo en la calle como la vil cucaracha que es y como lo conocí, sin un peso en el bolsillo y lo más importante, en la cárcel, el tiene que pagar por todo y por hacerme perder lo único bueno que me pasó a su lado- mis ojos se inundaron de lágrimas al pensar en mi bebé.
El señor Viscenzo se acercó y me dió un reconfortante abrazo, luego de breves segundos se apartó y tomó mi mano.
hasta se me olvido... cómo empezó