EN MI SILENCIO

Luan seguía bebiendo en su apartamento, se hacía muchas preguntas sobre la situación que está pasando, que había hecho mal.

Se sentía perdido, siempre se guardaba todo, pero está vez se está quebrando, así que después de tomar varios tragos fue a su dormitorio tomo, muy poco dinero, solo 3 billetes y unas cuantas monedas, lo metió en la bolsa de su pantalón, tomo una sudadera obscura y salió de su apartamento.

Comenzó a caminar sin rumbo.

Dos horas más tarde, Zoe llegó al apartamento de su hermano, tocó la puerta, nadie contesto.

Tomo las copias de llaves e ingreso al apartamento y comenzó a llamarlo.

-Luan, Luan hermano contesta por favor, solo observó la botella de licor en el piso, el saco en el sofá y las llaves del departamento a un lado del vaso.

Preocupada, tomo el teléfono y comenzó a llamar al celular de Luan, cuando el sonido se escuchó en el dormitorio ella pensó que estaría ahí, camino a prisa al dormitorio para solo encontrar su billetera y el celular en la cama de Luan.

Ella llamo de inmediato a Mich.

-Mich, Luan no está, se ha ido, pero no sé llevó nada, dejo todas las identificaciones, tarjetas, celular, carro, en dónde voy a encontrarlo.

Mich salto de la silla.

-Que, espera Zoe, no se llevó nada, estás segura quizá dinero en efectivo.

-no Mich, no quitó ni un solo peso de la caja que tiene aquí, incluso su billetera tiene efectivo.

-Tranquila quizá salió a despejar su mente.

-no, el dejo sus llaves aquí. Sabes que él jamás olvida algo.

-Como lo vamos a encontrar, no podemos dar parte a las autoridades, porque se haría un gran problema. Y la empresa entraría en un sube y baja.

-Así es Zoe, él solo me dijo que se iría un tiempo no dijo cuanto, solo me dijo que me hiciera cargo de la empresa y de ti.

- No te preocupes, quizá solo serán unos días, tú sabes cómo es, verás que será poco tiempo.

Así pasaron los días, semanas, meses, Mich estaba preocupado, Zoe rogaba por qué su hermano pareciera, la empresa comenzaba a tener conflictos, ya que las personas que hacían negocios con el corporativo querían hablar con Luan.

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Paso un año.

Reisel trabaja como auxiliar en una empresa que tenía tiendas comerciales.

Era la hora de la comida cuando ella salió a comer caminaba un poco para estirar las piernas adelante de ella iba un grupo de 3 hombres se dirigían a los restaurantes que están cerca.

Había un hombre sentado en la banqueta, por la forma en que vestía era un vagabundo, tomaba un poco de agua de una botella sucia, cuando la soltó salpicó al hombre que pasa frente a él, fue entonces cuando el hombre de traje comenzó a insultar al vagabundo.

-ya viste lo que hiciste mugroso, no te fijas, estás ciego, maldito pordiosero solo eso es lo que vienen hacer aquí, ustedes no deberían de estar aquí, lárgate, el hombre lo empujó con fuerza que el vagabundo cayó sobre unos botes de basura.

-Reisel que iba atrás de ellos, solo lo miro con desprecio por la forma en que trato al hombre...

-Basta, dejalo en paz, Lorenz, Ji eres un imbécil.

-o vaya mira es reisi está aquí, por qué defiendes a esta gente, mejor ven a comer con nosotros yo te invito hermosa.

El hombre trato de tocarle la cara a Reisel y ella golpeó la mano del hombre con fuerza.

-No me toques idiota, prefiero comer con el, que sentarme a la mesa contigo.

al hombre se le borro su sonrisa, algún día reisi, algún día vendrás a pedirme ayuda entonces tendrás que hacer todo lo que yo te pida.

-espera sentado idiota.

Los hombres siguieron su camino.

Reisi ayudo a sentarse al hombre, ella creyó que era un hombre adulto, cuando tomo su mano del hombre y miro su rostro pudo darse cuenta que no era tan mayor sus ojos eran azules como el cielo.

Ella preguntó.

-está bien señor, no le hizo daño ese idiota?

Él observó los ojos de Reisel y su sonrisa que era dulce, él no hablo solo asintió con la cabeza si y no.

Reisel pregunto nuevamente.

-y dígame ya comió? ella solía llevar una pequeña mochila donde llevaba todos los días su almuerzo.

El hombre dijo no con la cabeza, fue cuando ella le dijo.

- bueno entonces, le entrego la pequeña mochila y una botella de agua.

- vamos coma, aquí adelante hay un pequeño jardín, vaya a comer ahí, así esos animales que se dicen llamar hombres no lo molestaran.

El hombre la miro, tomo la mochila y pregunto.

A qué hora quieres tu mochila?

a Reisel le sorprendió la voz del hombre, que la dejo un momento sin hablar.

-Bueno yo paso por aquí, a las 5:40 pero si gusta lo veo en la parada del autobús 5:45 para que no lo molesten nueVamente.

el hombre la miro a los ojos, Reisel se sintió nerviosa al mirar los ojos del hombre.

-Gracias, el hombre se levantó con su pequeño cachorro y se retiró al jardín.

Ella regresó a la oficina, pero no era muy sociable con sus compañeras, debido a que eran mujeres muy materialistas y eso no iba con ella prefería mantenerse alejada y concentrada en su trabajo.l

Se dieron 5:30 cuando salió de la oficina, ella habia dado por perdida su mochila de almuerzo, pensó que el hombre no se la regresaría, cuando ella llegó a la parada del autobús el hombre estaba sentado aún costado de la parada.

ella se sorprendió, cuando el hombre se paró junto a ella y le entrego la pequeña mochila.

- muchas gracias te agradezco hoy comimos muy rico, te lo agradecemos.

Ella contesto.

- de nada fue un placer, comenzó a sentir el frío de la tarde.

-Bueno hasta luego, cuídate ella subió al autobús para ir a casa.

Zoe Davenport