El Omega Y El Demonio.

Ahora que se ha adaptado a esa vida, duerme con más tranquilidad, además lleva ya tres meses entrenando y sus maestros se han sorprendido lo mucho que ha avanzado durante poco tiempo, en especial en la magia, pues aunque su madre fue una bruja muy poderosa, él seguía siendo mitad humano, aún así, su don con la magia resulto ser increíble, domina hechizos avanzados, e incluso ha logrado invocar un familiar, siendo este un dragón joven, pero de gran poder, el dragón para poder estar con su amo, se transforma en una pequeña ave.

El rey al saber esto, no dudo en hacerle una cena de celebración y su familia no dudo en felicitarlo por su talento, estaban felices por él, después de todo por lo que paso, estaba demostrando que era fuerte y aunque los omegas tienen derechos, muy pocos han demostrado talento en la magia y cuando lo hacen, en su mayoría suelen optar por magia de sanación al igual que las mujeres.

— ahora nadie se atreverá a meterse con mi hermano Ril o los pateara lejos.— menciona Dana.

— así es, Riley cariño, me alegro que cada día te hagas fuerte, si deseas algo más, no dudes en decirme.— la reina le muestra una gran sonrisa.

Riley agradece a todos por el apoyó que le dan y cambiando de tema, el rey le dice que finalmente el rey de North ha puesto su sello en el acta de divorcio, oficialmente era libre de ese matrimonio que le trajo tantas penurias. Riley muestra una sonrisa cuando el rey le entrega el acta. Si el divorcio era un hecho, entonces pronto será aquel momento en el que se vuelva a encontrar con aquella mujer, pero esta vez, la que acabará con el craneo roto tras caer de la ventana, será esa mujer, de eso, se encargará él mismo. Después de la comida, Riley va de regreso a una sala, donde tiene su siguiente clase de esgrima, pero Susan lo alcanza y por expresión preocupada, parece que no son buenas noticias.

— alteza...é-él ha vuelto...supe que regreso esta mañana y vendrá a ver al rey en la noche.—

—¿él? ¿De quien hablas?— espera no sea ese que ahora es su ex esposo.

— del general Winter, Hayden Winter...— habla nerviosa.

—¡oh! Claro, el general Winter.— aplaude de emoción, pero después cambia su expresión a una sería.— eh...no se quien es, ¿me lo recuerdas?

— alteza...usted y el general, eran cercanos, ya sabe, antes de su matrimonio...siempre dijo que se casaría con el general, pero él se fue y cuando volvió, usted ya se había casado...— responde Susan.

Riley se queda pensativo, no recuerda a ningún general Winter, en el libro que leyó nunca se dijo nada de él, ¿o si?

Riley le pregunta a Susan si de casualidad tenia algún diario, quizás haya algo escrito en el, pero Susan dice que nunca le vio escribir en ninguna libreta, pero que pueden revisar la habitación, tal vez lo escribía en secreto.

Al caminar con prisa y dar la vuelta por el pasillo termino chocando con alguien, para evitar que caiga le sostienen la mano. Riley levanta la vista, dándose cuenta de que se trataba de un joven pelinegro, sus ojos eran rojos y se veía bastante serio, además de ser alto.

Riley sintió un breve dolor en el pecho, como si su corazón doliera ante la presencia de ese hombre. Aparta su mano y da unos pasos hacía atrás.

— general Winter, bienvenido.— Susan hace una reverencia ante aquel chico.

Riley entiende que Susan ha hablado antes para hacerle saber de quien se trata. Aquel hombre solo asiente, pero mira a Riley de manera seria.

— así que era verdad que su alteza volvió. Se ve bien después de tantos años.—

— usted también se ve bien, escuche de su regreso, pero no fui a saludarlo, estaba muy ocupado con mis clases, ya sabe, cosas de príncipe.— se encoge de hombros.

El hombre ante Riley le mira extrañado debido a su comportamiento y mira a Susan, quien solo mueve la cabeza de un lado a otro.

— entiendo. Entonces no lo entretengo más, alteza.— el general hace una reverencia y sigue su camino.

Riley le ve marcharse y sin tomar tanta importancia, sigue con su camino hasta su habitación, donde le pide a Susan ayudarlo a revisar por si tenía un diario.

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Al día siguiente, Riley acudió a su entrenamiento de esgrima, lamentablemente para él, no encontró ningún diario y lo único que sabe es que el general Winter fue su guardia personal hace años y ambos se llevaban muy bien y Riley lloró mucho cuando el general se marcho al campo de batalla, ¿acaso el verdadero Riley estaba enamorado de su atractivo guardia? No sería raro, aunque solo lo vio por un momento, el hombre era bastante atractivo y su mirada era encantadora.

En la ventana de una sala que da al patio, el general observa a Riley entrenar y eso le tiene sorprendido, el chico siempre fue débil y prefería pasar el tiempo como lo hacen las doncellas, porque lo que nunca entreno, sin embargo ahora estaba entrenando y al fijarse bien en sus movimientos, no son los de un novato.

—¿que te paso estos años? — murmura para si mismo.

Mientras que su expresión muestra tristeza. Susan entra a esa sala haciendo una reverencia ante el general.

— dime que paso...escuche que ha estado perdido por cinco años, ¿que carajos le hizo ese hombre?—

— mi señor, le contaré todo lo sé...— Susan agacha la cabeza.

Ella le cuenta que después del matrimonio, cuando la tensión entre los reinos inició de nuevo, el rey envió por el omega, ella y los guardias fueron por él, pero Riley había desaparecido. Las doncellas de la mansión le contaron que el príncipe Brady se había mudado a la casa de campo con su amante y que apenas supo del nuevo conflicto entre reinos, Riley huyo de la mansión, para cuando Susan llego, ya había pasado una semana de la huida del omega. El príncipe Brady lo sabía, pero dijo que quizás solo se trataba de un berrinche y que volvería, por lo que no envió a buscarlo. Brady se marchó al palacio y le resto importancia a la desaparición de Riley.

El rey envió a buscarlo, pero se les hizo difícil moverse por los territorios debido al conflicto que se manifestó de nuevo. Fue hasta poco que el príncipe Brady lo encontró y lo trajo de regreso.

— su majestad obligó al príncipe Brady a iniciar el divorcio, porque no dejaría que se llevara de nuevo a su hijo. El príncipe Brady no quería, pero su alteza Riley si firmo el divorcio y finalmente el padre del príncipe Brady lo obligo a firmar también...— termina de contar Susan.

—¿y que hay de eso?– señala el campo de entrenamiento.— ¿por qué esta entrenando? Él no es así...—

— creo que su alteza ha perdido algunos recuerdos y eso hizo que su personalidad cambiará un poco.— habló con tristeza.

— bien, solo no te alejes de él y ve a donde vaya, no dejes que nadie más le haga daño.—

Susan hizo una reverencia, para después retirarse de esa sala. Mientras que el general, decide también salir de ahí para dirigirse al campo de entrenamiento.

...