Un Matrimonio en Construcción

Bento me sujeta y me besa apasionadamente, y muerde mis labios, causando escalofríos en mi cuerpo.

Anya - Estás tan sexy, con esa ropa ya lo sabía, podemos ir a la médica después, ir a casa, tener una cita de novios.

Bento - Así es, traviesa, pero no, no sabes las ganas que tengo de arrancar esa ropa ajustada tuya, vamos rápido.

Antes de entrar, Dário sale.

Dario - Y ahí, blanquita, ¿salió todo bien?

Anya - Sí, soy arquitecta junior y asistente personal del señor Terrosa.

Dario - Qué bueno.

Anya - ¿Y tú?

Dario - Voy a ser dibujante, exactamente lo que quería hacer, dibujar las casas, y el salario para eso, ¡wow!

Anya - Jaja, sí, es genial.

Bento - ¿Podemos irnos, mi amor?

Anya - Necesito irme, Dário, hasta mañana.

Dario - Hasta mañana, blanquita.

Entramos en el coche y Bento me mira con cara de enfado.

Bento - Hasta mañana, blanquita....... Un puñetazo en medio de su cara.

Anya - Para con eso, Bento, él es solo un compañero de trabajo.

Bento - Solo tú no te das cuenta de las cosas, ¿verdad?

Anya - ¿Darme cuenta de qué, que fue él quien me ayudó a llegar aquí? Si no fuera por él para inscribirme en el campus, jamás estaría aquí, Bento.

Bento - Pero él hizo eso para joderte.

Anya - Ya para con eso, Bento, claro que no, si no ya lo habría dicho antes.

Bento - E ibas a darle.

Anya - ¿Vamos a la médica o quieres que me baje?

Bento cierra las puertas y sigue con cara amargada hasta la clínica, hago mi ficha y él se sienta cruzando las piernas y los brazos, con un puchero del tamaño del mundo, me siento a su lado y coloco la mano en su muslo.

Bento teniendo una crisis de celos justo ahora, la médica aparece en la puerta y me llama, él amenaza con levantarse y le mando que se quede, entonces entro con la médica en la sala.

Médica - Buenas tardes, señora Anya, ¿en qué puedo ayudarla? Me llamo Isabele Faustine.

Anya - Mucho gusto, doctora, entonces, perdí la virginidad hace un día, y no me previne con mi marido, tomé la píldora del día siguiente al otro día, pero quería prevenirme por ahora.

Isabele - Ya veo, ¿ya se hizo algún Papanicolaou en su vida o fue a la ginecóloga?

Niego con la cabeza, pues siempre cuidé de mamá y nunca pasé por una misma.

Isabele - Bien, primero, voy a pedirle que haga pis en este potecito, para descartar cualquier riesgo de embarazo, solo por si acaso, y después coloque este palito dentro, y coloque estas ropas.

Sigo para el baño y hago lo que ella pidió y salgo con el potecito y ya vestida con la ropa, abierta hacia el frente.

Isabele - Tenemos varios métodos, el comprimido, la inyección de tres en tres, esa impide que la menstruación baje también, y una que toma todos los meses, tenemos chips y el DIU, yo le aconsejaría la píldora, para que vaya adaptándose, si acaso siente náuseas o algún efecto, podemos cambiar, pero necesita recordar tomar todos los días.

Anya - Vamos con el comprimido entonces, si no me adapto voy a la inyección mensual.

Isabele - Su prueba dio negativo, voy a hacer un examen ginecológico, ¿está bien?, así ya hacemos un chequeo general.

Anya - Óptimo.

Me acuesto donde ella manda, ella abre mi bata fina, aprieta mis senos, y masajea, manda levantar los brazos, y pasa los dedos en mi axila, y explica que eso es un autoexamen, y lo mismo ella dice de la mama, y dice que puedo hacer en el baño también, después pasa para mi barriga, sintiendo de un lado y después el otro.

Abre mis piernas en la camilla, y me muero de vergüenza, ¿será que todavía está muy rojo?, señor, qué vergüenza, ella coloca un pico en mi intimidad, y siento una incomodidad enorme, y un ardor.

Isabele - Está bien sensible su vagina, su compañero no jugó en servicio.

Dios mío, mi cara, va al suelo.

Anya - Pues sí.

Ella hace el examen, y después una transvaginal, muestra mis ovarios y útero, y manda a cambiarme, Bento me paga. Pasé el papel para quitar el gel de mi intimidad y coloqué la braga, y después la ropa y salí, sentándome en la mesa.

Ella me dio cuatro cajas de anticonceptivos, de muestra gratis, y me entrega la ultra y dice para volver en dos semanas para recoger el resultado del Papanicolaou y marca otra consulta, para que yo también haga una batería de exámenes de sangre.

Isabele - Estoy pasando estos exámenes, porque es bueno para usted saber cómo anda su salud, y si quiere ser madre un día.

Anya - Yo quiero mucho ser madre, pero no ahora, quiero graduarme y empezar a trabajar en el área.

Isabele - Todavía es muy joven, Anya, puede esperar, la mayoría elige ser madre después de los treinta.

Anya - No, quiero ser madre por lo menos con veinticinco, a los treinta quiero haber tenido mis cinco hijos.

Isabele - Vaya, su compañero va a tener que trabajar mucho.

Anya - Como la señora vio, él no juega en el trabajo.

Nosotras dos reímos de mi intimidad enrojecida, me encantó la médica, cogí todo y seguí con Bento para el laboratorio, mientras el médico recoge la sangre él se queda en la puerta igual que un dos de bastos, mirándome con esa cara amargada.

Enfermero - Listo, señora, la clínica llama cuando esté listo.

Anya - Ah, qué bueno, gracias.

Me levanto y Bento me sigue, abre la puerta del coche y entra y sale conduciendo sin decir nada.

Anya - ¿Vas a seguir así, Bento? Pucha, estoy tan feliz, que estoy haciendo lo que me gusta, quería celebrar con mi marido, y él está con esa cara.

Él permanece en silencio, hasta llegar a casa, baja, y abre la puerta para mí, paso la mano en su hombro.

Anya - Amor, ¿por qué estás así?

Bento - Si Dário te conquistara, ¿le darías?

Anya - Mira cómo estás hablando, Bento, no, yo no le daría, porque yo te amo, y te elegí a ti para ser mi primero.

Bento - A veces me quedo sin opción, por haberme casado a la fuerza contigo.

Anya - Por el amor de Dios, Bento, ¿de verdad crees que me acosté contigo por falta de opción?

Salgo andando, mi día comenzó maravilloso y terminó pésimo, subí y tomé un baño en mi cuarto, estaba con gel, y estaba sintiéndome sucia, coloqué una ropa de hacer ejercicio, pues voy a correr en la playa después que haga el almuerzo.

Bajé y no lo vi por la sala, empecé a hacer el almuerzo, hice una ensalada variada con un arroz y un bistec al salsa madera, un jugo de melón, coloqué la mesa, no vi a Bento, entonces fui a correr en la arena un poco, con mis auriculares, corrí de un lado al otro, a la vuelta, lo veo parado en el jardín mirándome aquí abajo, hice algunas sentadillas con saltos y terminé la corrida subiendo.

Bento - Podrías haberme llamado.

Pasé por él en silencio, y subí, entré directo para el baño de nuevo, cuando salí él estaba sentado en la cama, esperándome, pasé por él desnuda mismo, y él vino detrás de mí.

Bento - Quería pedirte disculpas.

Anya - ¿Disculpas de qué, Bento?

Bento - Estoy muriéndome de celos, amor, estás cerca de ese idiota, y no me está gustando.

Anya - Yo pensé que ibas a confiar en mí, Bento, porque si yo quisiera otro hombre, me habría entregado a cualquiera, pero te elegí a ti, porque me enamoré, en toda esta mierda de contrato de casamiento, no soy igual a esas mujeres que estás acostumbrado, Bento, y no acepto tu falta de respeto por mí.

Bento - Yo sé, yo confío en ti.

Anya - No, tú no confías en mí, porque si no, no actuarías como un idiota.

Bento me mira feo, cojo un conjunto de lencería y coloco.

Bento - No soy un idiota, yo sé que tú no eres cualquiera... yo

Anya - No, entonces, ¿qué?, ¿que iba a quedar aquí encerrada, siendo tu maldito contrato?, ¿estás así porque estoy siguiendo mi carrera?, y estás celoso porque Dário me ayudó, y soy grata por eso, pero una cosa no cambia la otra, Bento, jamás voy a andar dando, como tú dijiste, porque no soy la puta de una prostituta, que estás acostumbrado a acostarte.

Bento - Estás gritando, Anya.

Anya - Sí, estoy, Bento, porque yo estaba feliz, salí de la pasantía feliz para contarte cómo fue mi día, 😭😭 y tú actuaste como un idiota, con una crisis de celos, y llamándome de vagabunda.

Bento - Amor, por favor, perdóname, y yo no te llamé de vagabunda.

Él me abraza, y eso me deja con más rabia aún.

Anya - Suéltame😭

Bento - Perdóname, pequeña, no fue mi intención estropear tu día, lo siento mucho. Me puse muy celoso, te amo, perdóname.

Él se arrodilla cogiendo mi mano.

Bento - Discúlpame, no estoy sabiendo lidiar con esos celos, es la primera vez que siento eso, nunca sentí eso con ninguna mujer, y no supe actuar, solo hablé sin pensar. Estás modificando cosas dentro de mí, que nunca imaginé.

Anya - No necesitas tener celos de mí, Bento, yo soy tuya.

Bento - Yo estoy intentando, pero parece ser más fuerte que yo, me dieron muchas ganas de romper la cara de aquel idiota, tus ropas me dejan con celos incontrolables, hasta tú corriendo en la playa me dejó con celos, amor, como dije, tú estás causando eso, porque yo nunca sentí.

Anya - Yo no soy una experta en eso, Bento, pero sé que celos en exceso hacen mal, cuando tengas celos, necesitas parar, respirar y hablar, porque si no siempre vamos a discutir, como ahora, me dejaste muy triste.

Bento - Yo sé, no fue mi intención, discúlpame.

Anya - Yo te perdono, porque te amo mucho, pero no voy a admitir que me faltes al respeto de nuevo.

Bento - Yo prometo controlarme, vamos a almorzar.

Anya - Está bien, déjame colocar el vestido.

Coloco un vestido y bajamos, calenté toda la comida y él colocó el jugo y la ensalada en la mesa, y después me ayudó con la comida, y sentamos, almorzamos, y después él se despidió de mí, pues estaba atrasado para el trabajo, y se fue.