Erick, El Mafioso

Mis pies tocaron el suelo, un dolor rápido, pero doloroso me cruzo por toda la planta del pie hasta llegar a mi pierna, me levanté lentamente y me recosté sobre la pared, respire profundo, no quería tener que irme de ahí, pero no había opción, antes de seguir mi camino, voltee mi cabeza hacia la izquierda y lo vi ahí, parado mirándome con una expresión de sorpresa e incluso de confusión.

—Que rayos acabas de hacer, Jacob—dijo Erick mientras me miraba.

—Escapar de ti—dije y comencé a caminar hacia la carretera mientras cojeaba.

No pude evitar escuchar como Erick solo se reía de mí, yo suspiré y seguí cojeando.

—De verdad creíste que eras el protagonista—dijo riéndose

Yo no paraba de caminar, solo seguía y seguía, podía sentir como él me seguía de cerca, llegué a un árbol que estaba en la entrada del bosque, me senté en el césped y respire profundo.

Cerré los ojos, pero pude sentir como Erick se sentaba a mi lado, yo no me pude contener más, y las lágrimas comenzaron a salir.

—¿Qué tienes?—pregunto Erick—¿Te duele algo?

Yo negué con la cabeza y abrí los ojos, mi vista estaba borrosa, me sentía débil y triste, no quería seguir.

—¿Te acuerdas cuando éramos pequeños?—dijo mientras me rodeaba con su brazo.

—No me acuerdo de nada—dije soltando un suspiro.

—El día de san Valentín, ningún niño me trajo un regalo, y fui el único que no recibió nada—dijo con voz suave

Si recordaba ese día, me sentí mal por él, voltee y mire a Erick, él me estaba sonriendo levemente

—Tú me diste tu regalo, para que no me sintiera mal, y te quedaste sin nada—dijo y miro hacia arriba

—Ah... Ya me acordé—dije y solté una pequeña sonrisa de medio lado

—Sé que he actuado mal, pero no hay marcha atrás Jacob, entiéndeme, no puedo dejar que ese tipo te encuentre y te lastime—dijo mientras me agarró la cara con suavidad y me miraba fijamente.

Yo suspire y lo mire fijamente, luego asentí ligeramente, aún resignado.

Él se acercó a mí, sus labios se acercaban poco a poco a los míos, mi corazón comenzó a latir con más rapidez, pero antes de que nos pudiéramos besar, me aleje de él y mire hacia el horizonte.

—Solo...—comencé a decir—Vámonos, llévame a dónde creas que estaré seguro.

Erick se levantó y me extendió su mano, yo la agarre y deje que me ayudara, y juntos comenzamos a caminar a su auto.

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En el camino, ya no era tan incómodo convivir con él, estuvimos riendo y escuchando música de la radio, fuimos a un puesto de comida rápida, compramos algunas papas fritas, unas hamburguesas, y unas cuantas sodas, y por supuesto, helado.

—Sí, deberíamos ir a Disneyland, o a Juras sic Park, hay nuevos animatronicos—dijo Erick con una sonrisa en su rostro

—Dios, no, no me gustann los robots o animatrónicos, son espeluznantes—dije con un poco de miedo

—Me encanta hablar así contigo, Jacob, sin miedo...—dijo con una voz alegre

Yo sonreí, también sentía lo mismo, pero no quise decirle nada, así que solo asentí y mire a través del espejo del auto.

Estábamos pasando por una zona boscosa, llena de árboles, creo que nos dirigíamos a una cabaña, el olor a roble y ese distintivo olor a naturaleza me calmaba.

—En esta cabaña, estaremos a salvo, nadie nos podrá encontrar—dijo Erick

—¿Y está escoltada por hombres?— pregunté

—De hecho, no hay guardaespaldas ahí, no tantos como de costumbre, solo hay como dos o tres—dijo Erick

—¿Y como se supone que estaremos a salvo?—pregunte

—Confía en mí, aunque tenga que dar mi vida, te protegeré, eso te lo aseguro Jacob—dijo con seguridad

Me parecía una estupidez que prometiera cosas así, yo solo cerré los ojos y pensé en que quería comer algo, y darme una larga ducha con agua caliente, y luego ir a dormir por horas, ya que me hacía falta.

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