En una tribu donde los demonios dominan y los humanos son vistos como enemigos, Tae, una joven demonio, es rescatada por Aarón, un humano común y corriente. A medida que sus caminos se entrelazan, surge un amor prohibido que desafía las normas de su tribu. Sin embargo, Alma, movida por la envidia y el capricho, hará todo lo posible por destruir su romance. Entre pasiones desbordadas y secretos oscuros, Tae y Aarón deberán luchar no solo contra los prejuicios de su mundo, sino también contra aquellos que desean separarlos. ¿Podrá su amor sobrevivir en un lugar donde lel romance esta prohibido?
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Capitulo 9
Alma decide ayudar a su amiga Tae adentrándose al bosque de los laberintos.
(Punto de vista de Alma)
¿Preocupada? No realmente, Tae es una chica buena pero no es buena con la caza y cree que yo no lo soy.
Pero tengo mi tridente muestra que soy superior a las bidentes incluso a su padre no tardaré mucho en superar a su padre eso seguro.
Un tridente es la muestra de el poderío de un demonio cazador real, un bidente solo significa que eres fuerte y una lanza... No he visto ninguno pero he escuchado que no superan a los humanos en fuerza.
¿No es un usuario de lanza solo una basura? Los usuarios de bidente están bien pero nosotros somos superiores.
La verdadera razón por la que la ayudo es por que me parece divertido, su padre es fuerte es cierto pero ese chico con magia es interesante ansío pelear contra ese tipo, podría llegar a asesinarlo.
Tengo una idea, lo mataré y diré que lo atacaron los lobos para quedarme con esas espadas, seguro son de algún laberinto.
No me explico como un débil humano puede tener armas como esas pero estoy segura de que con ellas podré lanzar magia de agua y hielo.
—¿Dónde estará?—. Mientras busco en el bosque.
Mientras investiga el paradero del muchacho caza unos cuantos zorros de fuego y se enfrenta a un lobo del laberinto.
Esos zorros no son problemas pero un solo lobo del laberinto son realmente difícil de vencer.
Con solo luchar con uno de ellos ya me encuentro candada, pensar que el padre de Tae trajo una manada de ellos... Me asusto a mi misma de lo fuerte que llegaré a ser.
Una sonrisa se forma en mi rostro y una vez más estoy ansiosa.
—¡Aarón! ¡Aarón!—. Grito su nombre con la esperanza de que me responda.
No responde no importa cuanto tiempo grite su nombre... Seguro Tae me dió un nombre falso... O tal vez realmente se fue de aquí eso sería terrible quiero esas espadas.
Comienzo a suspirar y mis ojos ven unos cabellos castaños claros igual que aquel joven.
¡Lo tengo! Debe ser él.
Camino hacia el mientras pienso lo que haré luego.
Me presentaré y le diré para enfrentarnos a un duelo, pero si esta de espaldas lo atacare por sorpresa y esas espadas serán mías.
Ahí está, de espaldas a mi...
Como un zorro de fuego cuido de mis pasos para que no me note, lentamente me acerco a su descubierta espalda.
Y lo ataco.
Mi tridente hace un ruido producto de cortar el viento pero no le acierto por alguna razón.
Al levantar la mirada ese chico había esquivado mi ataque sin problemas.
Ya no hay tiempo de charlas yo di el primer golpe y pienso ganar.
—¡Insolente humano!—. Le desprecio mientras vuelvo a atacarle.
—Eres como Tae—. Murmura cubriendo mi ataque con una de sus espadas.
¿Ni siquiera desenvainó la otra y paró mi ataque? ¿Cuánta fuerza puede tener?
—No me compares con ese ser inferior, yo soy una bendecida cazadora de tres puntas—. Le remarco mi orgullo.
—No entiendo—. Dice.
No puedo comprender lo que dice ¿Por qué habla tan raro? ¿Es eso idioma humano o algo así?
No voy a negar que es hábil, no importa cuanto ataque se las arregla para tapar o desviar mi golpe.
Debe ser por esa espada cada vez la ansío más no solo es resistente sino que puede hacer magia... ¿O será la otra?
—¿Eres amiga de Tae?—.
—Ya te lo dije, YO NO SOY TAE—. Le respondo de inmediato.
Es momento de terminar con esto, concentro toda mi fuerza para partir su brazo.
Ese extraño hielo cubre su brazo protegiéndolo como si fuese una armadura, claro consigo romperla pero sin darme cuenta ese chico me atrapa con la magia.
Mis piernas están heladas cubiertas de hielo y no puedo moverlas.
—¡Oye déjame salir!—. Le reclamo.
—Tu.... Tae—. Parece intentar decir algo pero de su boca solo sale su nombre.
—¡No, suéltame!—.
Se aleja de mi un poco deprimido y se lleva mi tridente con él.
—¡VUELVE AQUÍ CON ESO! ¿¡QUIÉN TE CREES QUE ERES PARA ROBARME!? ¡SOLO UN HUMANO DE MIERDA!—.
Sin responder de ninguna forma consigo liberarme mientras en su mano lleva su tridente y en la otra su espada... Me acaba de robar.
Siento como mi rostro arde de la rabia, no solo es eso, esto es una enorme humillación mi tridente es como mi alma y el hecho de que solo lo tocara es como violarme... Esto no tiene ningún perdón.
Nunca en mi vida me habían insultado tanto.
Intento salir del hielo, lo destruyo con mis manos y corro directo hacia el para pelear solo con las manos.
—¡TE VAS A ARREPENTIR, ESTAS MUERTO!—. Le grito en un estado casi de locura.
Patadas y puñetazos dirigidos a él pero los esquiva a todos, no se defiende en lo absoluto, no ataca solo esquiva sin decir una palabra.
¿ME ESTA MENOSPRECIANDO? ¿UN HUMANO? Esto tiene que ser una pesadilla.
—¡DAME MI ARMA, DAMELA ES MIA!—.
Luego de atacarle incluso intento ataparlo pero no se deja.
—Toma, no se como hablar contigo... No se tu idioma—. Dice algo que no entiendo mientras me entrega mi tridente.
Confundida de todo esto lo tomo una vez más en mis manos... Pero ahora me siento menos agresiva no entiendo que demonios quiere hacer ¿No quería el robar mi tridente? Es el arma mas resistente que existe, un tridente de la tribu de demonios cazadores reales... Y yo estoy en la cima.
—¿Crees que por solo esto te voy a perdonar? Tu... Idiota—.
Aarón se da la vuelta para escaparse, le vuelvo a atacar pero no acierto... ¿Tiene ojos en la espalda o algo?
Durante un largo trayecto me la paso gritándole y atacarle sin éxito....
Y sin darme cuenta termino caminando a su lado... Después de todo ya comprendí que no le puedo ganar.
Pensar que alguien como él se enamoró de alguien como Tae es simplemente absurdo, algo estúpido, algo sin sentido.
Tal vez ella me mintió...
En poco tiempo llegamos a una especie de cueva...
—¿Quieres pasar?—. Dice mientras me observa.
Pero no entiendo que quiere decir.
—¿Entras?—. Dice en idioma demonio.
El me invita.... ¿A su cueva?
No sé por que lo hice... Pero asentí con la cabeza... Ya no estaba en guardia no le perdoné lo que hizo pero... Acepté su invitación.