M E X I C A NA

Cuando el Taxidermista hubo terminado su trabajo,

buscó a Roberto y le dijo que ya estaba hecho.

El muchacho sacó un fajo de billetes y pagó el trabajo.

Roberto entonces se dispuso a buscar cámaras y micrófonos por toda la casa, hasta que encontró una fuente de poder, la desconectó y un sonido salió de varios lugares. Llegó Yolanda y preguntó que está pasando, Roberto dijo que ya había desconectado todo, dí con la fuente de poder y así fué como desconecté todo el sistema. Ahora vamos a la oficina del jardín y checar que ya nada funcione.

Vamos cariño, dijo Yolanda y los dos salieron al jardín tomados de la mano.

Al llegar, Roberto comenzó a buscar y, bingo, había otro sistema, totalmente independiente del que encontró en casa. Lo desconectó y todo quedó inservible.

Voy a descifrar todos los chips, así sabremos para dónde mandó la información ese traidor.

Hazlo cariño, pero hay que revisar muy bien todo el sistema de cómputo, espero no esté intervenido, dijo Yolanda.

Lo voy a saber al momento de encenderla.

Entonces hazlo.

Al encender la computadora, se prendió un pequeño foquito azul en la parte superior derecha: Si está intervenida, bonita.

Roberto fue directo a los ajustes y estuvo tecleando, lo primero que hizo fue anular la contraseña, cambiando por otra que solo nosotros conocemos. Con eso anuló que otros equipos externos la localizaran. Después hizo cambio de usuario y dio de alta a Yolanda. Luego abrió un sistema de seguridad nuevo, y también pidió a la chica que registrara sus biométricos. Así solamente Yolanda va a tener acceso al sistema. Ya está cayendo la tarde, y por fin todo está terminado.

Señora hermosa, creo que usted y yo tenemos una cita, acaso ya lo olvidó?.

No cariño, eso nunca lo olvidaré. Adónde me piensa invitar, apuesto caballero?.

Podemos quedarnos en casa, en estos momentos no debemos salir. Carolina no irá mañana a la escuela. Susana no deberá salir para nada. Mis conocidos están vigilando allá afuera.

Entonces, cenamos en mi habitación?.

Que señora tan atrevida, mire que invitar a cenar a un hombre a su habitación.

Bueno, alguien debe tomar la iniciativa, dijo con picardía Yolanda.

Y me puede decir, señora, cuál es el menú?.

Esa es una sorpresa.

La acepto, aunque no soy muy fanático de las sorpresas.

Uy. A veces es usted medio aburrido, Sr. Roberto.

Cuál me dijo que era su apellido?.

Méndez, Srita. Rosales.

Siempre es bueno comenzar con las presentaciones.

Sabe usted una cosa?. Me gusta su sarcasmo, Srita. Yolanda.

Gracias por lo de Señorita, pero acaso no sabe usted que soy Madre de la niña más hermosa de todas?.

Ah, y ella está de acuerdo con que su Madre tenga una cita con un casi desconocido?.

No lo sé, luego le puedo preguntar.

Creo que ya siento mucha hambre.

Entonces vayamos a mi habitación.

Yolanda y Roberto subieron a la planta alta tomados de la mano y entraron a la habitación.

Ahí estaba ya la comida lista para comerse, aunque era sencillo, pero se veía apetecible, Pescado empapelado, arroz blanco, vino blanco.

Lo preparó Nana Rosita, especial para nosotros.

Espero que no se haya enfriado, dijo Roberto.

Comenzaron a comer con mucho apetito, al tiempo que hablaban de todo, menos de lo ocurrido durante ese día.

A veces reían con alguna aventura que les sucedió en el pasado..

Roberto cambió el tema y preguntó si ella había tenido novio en el pasado.

Hubo uno en la Secundaria, pero como todos, o casi todos los noviazgos en esa etapa, son efímeros, pero que de alguna manera, te dejan alguna huella. Contestó Yolanda.

Te besó?.

Claro, ahí fue mi primer beso en la boca.

Y te gustó?.

Fue emocionante, era la primera vez, fue una nueva experiencia. Hubo mucha adrenalina.

Y ahora sientes esa misma adrenalina?.

No lo sé, te lo diré después de que me beses.

Es una invitación?.

Tu que crees?.

Roberto tomó de la mano a Yolanda, se puso de pie, rodeó la mesita y se inclinó para besar, primero la mejilla, luego la boca, ella lo aceptó y lo correspondió, el beso se fué alargando y creciendo en intensidad, ninguno quería separarse, Roberto la atrajo mas hacia él, Yolanda se puso de pie y el beso sigue, la intensidad se va convirtiendo poco a poco en pasión, una pasión que va creciendo, el abrazo se va convirtiendo en caricias, que van recorriendo los cuerpos, la mano de Roberto fué subiendo lentamente de la cadera al seno de Yolanda, ella se pegó completamente al cuerpo de Roberto, ella empezó a desabotonar la camisa de su pareja y el la despojó de su blusa, Las caricias aumentan, al mismo ritmo que la pasión. Ambas respiraciones aceleradas, Roberto cargó a Yolanda y la depositó suavemente en la cama y el se puso encima de ella, al tiempo que quitó el brasier y los senos de Yolanda quedaron al descubierto, ella estiró la mano por encima de la cabecera y apagó la luz. Los dos se desnudaron y se disfrutaron al máximo, la pasión provocó el primer estallido de placer, fué el primer orgasmo de Yolanda, le gustó y golosamente pidió más, y más. El la complació una y otra vez. Hasta que el agotamiento llegó y se quedaron dormidos. Profundamente dormidos. No sabían la hora pero si lo que vivieron. El amor y la pasión en su máxima expresión.