Flora, una doctora que trabajaba en un Instituto, fue transportada por un extraño libro, ingresando de forma 'accidental' en una novela que le resultaba desconocida.
Una voz sonaba en su cabeza de vez en cuando ¿Ayudar al protagonista? ¿Hacer que la protagonista lo vea y que ambos se reconcilien?
¡No puede quedarse con el hermoso protagonista ¿Porqué debería ayudarle a su hermana mayor?!
Es la villana de la novela, la tipa cruel a la que todos odian, sin embargo ¿Porqué el protagonista la busca tanto y parece interesado en ella? ¿No debería pasar tiempo con la persona que amaba?
¡Sus tareas se están saliendo de control!
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Comienza la Prueba.
Esa noche, Flora preparó todo lo que necesitaba, sobre todo venenos potentes, algunas cuchillas y cientos de agujas plateadas.
Todas eran armas ocultas envenenadas. Además, guardo algunas frutas para comer y las guardo cuidadosamente en su espacio.
Esa misma noche, dos carruajes salieron silenciosamente de la capital, seguido por cuatro guardias a caballo.
En la penumbra de la noche, una figura vestida de negro se posó en la rama de un árbol, sus ojos esmeraldas cayeron sobre el segundo carruaje. No fue solo hasta que vio los carruajes salir con seguridad de la capital que finalmente regresó por donde vino.
-Su Alteza ¿No desea que siga los carruajes?- Pregunto una voz tranquila el hombre vestido de negro, sus ojos color esmeralda se volvieron marrones.
-No es necesario.- Esa voz sonaba lejos pero a la vez cerca, asustando un poco al guardia. Él respondió afirmativamente y luego regresó a la capital, sin saber que a lo lejos, un gran águila seguía a los carruajes desde el cielo.
Los ojos color esmeralda del ave nunca dejaron el segundo carruaje, estos brillaron con algo de resentimiento antes de dejar solo calma.
En la Mansión Yanshu, una figura alta se sentó elegantemente en una silla en el pabellón, sus ojos estaban cerrados y sus labios apretados, luciendo molesto.
-Al fin y al cabo, no se despidió de mí y tampoco envió su carta.- Murmuró el joven en voz baja, cuando sus ojos se abrieron, estos eran tan agudos y afilados como los de un águila antes de volver a su color verde esmeralda.
Su rostro se puso pálido y sus labios se fruncieron -Mi poder místico no es suficiente para usar durante mucho tiempo esta técnica.
Tenía que descansar cada par de horas para poder seguir vigilando a su prometida mentirosa.
-Su Alteza, hay una doncella que ha venido a entregar un mensaje, dijo que su nombre es Chancy.- Una voz fría y respetuosa sonó en el aire, sin saber de dónde venía exactamente.
Al escuchar ese nombre, los ojos de Antonio brillaron, obviamente sabía a quién pertenecía la doncella; sin embargo, ¿Esta chica no tenía que acompañar a su Joven Señorita?
Ahora se arrepentía de pensar que Flora era una mentirosa.
-Has que pase.- Ordeno en voz baja y fría, mirando la taza de té sobre la mesa.
Muy pronto, Chancy fue llevada al pabellón, al ver al Cuarto Príncipe, hizo una reverencia y saludó según la etiqueta, luego, dio el mensaje que tenía que dar.
-Mi joven Señorita dijo que le dijese que no se preocupase, regresaría un día antes de la boda según las reglas de la prueba.- Dijo Chancy con la cabeza gacha.
En su mente, le dio porras a su joven Señorita, aunque ella no tenía en claro a qué prueba se refería, solo podía explicar lo poco que le dijo Flora si le preguntaban.
Las cejas de Antonio se fruncieron y preguntó -¿Qué prueba?- Esa palabra le daba un mal presentimiento.
-Es una prueba a la que tienen que someterse las Señorita comprometidas de la familia Chang antes del matrimonio, se completa en cuatro días, inicia seis días antes de la boda y finaliza dos días antes de esta. Si una de las Señoritas no completa la prueba, no podrá casarse, y si alguien interfiere, la prueba se volver inválida.- Explicó Chancy.
La última oración era probablemente una advertencia de Flora para Antonio, como diciendo; lo haré yo sola, no interfieras.
Antonio sintió que Flora había visto a través de sus intensiones. Claramente era una manera de hacerlo quedarse quieto y no meterse.
-¿Dijo algo más?- Preguntó Antonio mientras frotaba su entrecejo, sin embargo, si Flora le pedía que no interviniera no lo haría, temía que ella pensara que no confiaba en ella.
-Sí, la Señorita dijo que esperaría con ansias ver la decoración que Su Alteza eligió para su habitación.- Dijo Chancy con sinceridad.
En otras palabras, estaba segura de que completaría la prueba. Era como decir, espera con ansias el día de nuestra boda ¡Espera mi victorioso regreso!
Una sonrisa gentil apareció en el rostro de Antonio al escuchar esas palabras. Ya que ella lo aseguró, ya no interferirá, solo con vigilarla un poco estaba bien.
Luego de dejar el mensaje, Chancy se fue y salió de la Mansión Yanshu.
Por otro lado, los carruajes avanzaron y no se detuvieron hasta que el sol salió al día siguiente. A mitad de camino, estos se dividieron y uno se dirigió hacia el oeste y el otro hacia el norte.
Flora sostuvo las riendas de su caballo y vio el carruaje alejarse en la distancia. Con sus maletas sobre la parte trasera del corcel, comenzó a avanzar hacia la inmensa montaña cubierta de árboles gigantescos y frondosos.
Comienza la prueba.
Mientras cabalgaba, Flora tarareo una canción de su mundo, luciendo feliz.
Un pequeño gorrión voló cerca de ella y se posó sobre su hombro mientras la miraba. Al verlo, Flora se sorprendió, nunca pensó que estas aves fuesen tan allegadas a los humanos.
Ella extendió la mano y lo tocó, haciendo que el pequeño gorrión se frotara contra la palma de su mano, haciéndola reírse ante el cosquilleo que sus plumas le provocaban en la palma.
Flora consiguió rápidamente las primeras plantas que su abuelo pidió en la lista que él le entregó.
Siendo conocedora de estas hierbas, Flora sabía exactamente dónde podría encontrarlas, ya que todas las plantas siempre tienen un ambiente adecuado.
Por ejemplo, una la encontró en un arroyo, a esta le gusta mucho la humedad y crece dentro del agua. Otra fue encontrada alrededor de un estanque de barro, le gusta la humedad pero no en exceso. Otra se encontró en un lugar seco, casi árido entre las raíces de un árbol muerto.
Eran casi 10 plantas en total y Flora logro encontrar 4 en el mismo día, gracias a que viajaba en caballo, todo fue mucho más rápido y menos cansado.
-Bien, trataré de conseguir las 10 plantas en estos dos días, y las otras en los otros dos. Tengo que ser más rápida.- Murmuró la chica al ver el cielo cada vez más rojizo.
-Bien, la quinta planta solo se encuentra de noche, es el mejor comento para buscarla, sin embargo, crecer en las ramas de los árboles secos.- Flora miró con estrés los árboles de inmenso tamaño.
No tenía una manera de subir a los árboles, esto la hizo preocuparse.
El gorrión se acurruco al lado de su cuello y sus ojos verdes miraron el gran árbol delante de ellos con curiosidad, aunque no tenía idea que tipo de poción quería hacer Flora, las plantas eran algo especiales pero fáciles de encontrar.
Flora miró a este pequeño gorrión de ojos color verde esmeralda, si ella mal no recordaba, sus ojos normalmente eran marrones o negros. Además, se sentía vigilada.
"Ese tipo me ha estado vigilando todo el tiempo, sus poderes son impresionantes." Pensó Flora mientras negaba con la cabeza, sintiéndose cálida por dentro.
Al menos se preocupaba por ella y la vigilaba sin molestarla.
"Tao ¿Hay alguna técnica que el sistema ofrezca que me permita trepar árboles?" Preguntó mentalmente Flora, pues temía que ese pequeño espía en su hombro descubriera algo.
"Has completado 15 tareas en total, los puntos acumulados por premios son de 1500 puntos en total. Hay una técnica Marcial llamada qinggong que te permite caminar en el aire como si fuese una pluma, también puedes trepar con suma facilidad." Respondió Tao Tao con indiferencia.
Flora mostró una expresión de asombro ¿También habían técnicas marciales disponibles?
"¿Cuántos puntos cuesta esta técnica?" Preguntó Flora mentalmente, deseando con ganas esa técnica.
"Cuesta 1450 puntos y su uso es permanente, siempre y cuando estés en este libro, podrás usarlo a placer." Respondió con un tono arrogante el niño, haciendo que el ceño de Flora se frunciera.
Para el pequeño gorrión, la niña parecía estar pensando profundamente en algo, luego la vio apretar los dientes.
"Bien, lo quiero." Acepto Flora con los dientes apretados, de hecho, nunca pensó que podía usar esos puntos de todos modos.
Era mejor darles utilidad.
Flora miró al pequeño gorrión y le sonrió -Sostente fuerte.- Le dijo antes de presionar su cuerpo hacia adelante y saltar. Flora sintió que su cuerpo lo hacía de forma automática, sin necesidad de que ella tratara de hacer algo.
¡De hecho, un libro de fantasía!