¡Le Vendí Mi Virginidad!

_ Es obvio, qué hombre, macho, macho, paga tanto dinero por una mujer virgen, la tiene casi desnuda en una habitación y lo único que se le ocurre es decir "ponte algo más de ropa". 

Esas palabras hirieron su orgullo de hombre, se puso rojo, apretó los puños, y por su cabeza pasaron muchas cosas.

_ Bien, te voy a demostrar que soy un hombre. 

Se acercó a ella, la tumbo en la cama logrando quedar sobre su cuerpo, la sujetó de las manos y la comenzó a besarla rudamente.

Mientras la besaba, sentía esos labios fríos y suaves, sentía como temblaba, la empezó a desear, pero algo le decía que se detenga, nunca había tenido una mujer a la fuerza, tampoco lo iba a hacer ahora. La siguió besando, pero ahora con más delicadeza, se detuvo a mirarla.

_ ¿Ahora me vas a violar?_ preguntó ella totalmente ruborizada, y se mordió los labios.

_ No estoy acostumbrado a tener a las mujeres a la fuerza, pero si quiero te puedo tener como yo quiera, te vendiste al mejor postor y yo pague por ti. Pero no te preocupes, no he cambiado de opinión, no voy a estar contigo. _ se alejó de ella.

_ Que bien, así tengo oportunidad para participar en la próxima subasta._ dijo de broma.

Solo lo dijo para ver su reacción, iba a esperar a ese hombre que la ame y ella a él. Aunque le hubiese gustado perder su virginidad con él, le parecía muy atractivo y encendía en ella una pasión y una ganas de ser suya.

Eykel se quedó mirándola, definitivamente, no podía creer que fuera capaz de volver a venderse como toda una meretriz, teniendo la oportunidad de entregarse a un hombre por amor. Él considera que no había razones para que una mujer vendiera su virginidad.

_ Te puedo hacer una pregunta, ¿Dónde está tu dignidad? _ se sienta para escucharla.

_ ¡Dignidad! ¿Qué puedo comprar con dignidad?, medicamentos, comida, ¿qué?, nada, sé que estás pasando muchas cosas de mí en este momento, pero no me arrepiento de lo que hice. De ese dinero que acabo de ganar depende mi vida y si tengo que volver hacerlo, pues vuelvo y lo hago.

_ Déjame recordarte que firmaste un contrato, obviamente sabes que no puedes estar con nadie durante un año, espero que cumpla con eso, de lo contrario va a lamentar haberte cruzado en el camino de Eykel Cáceres. _ expresó amenazante.

Se levantó arreglo su traje, le dio una mirada desafiante y se dispuso a salir.

_ Volverá a saber de mí.

Sorimar se puso su ropa normal y fue a la oficina de la señora Cleo, Eykel ya había pasado por donde ella.

_ Sorimar, Eykel paso por aquí y fue muy claro cuando dijo que no renuncia a tu virginidad, ja, ja, ja, ¡ay!, qué chistoso me parece todo esto._ dijo sonriente.

_ No le veo la gracia, ese tipo es un arrogante.

_ Piensa positivo, aún eres virgen un año pasa rápido, ja, ja, ja._ volvió a reír.

Jamás había pasado lo que paso con Sorimar en ninguna de las subastas anteriores.

Sorimar se fue para su casa, estaba muy feliz a pesar de las dificultades, tenía el dinero para las quimioterapias de su mamá. Al llegar a su hogar, encuentro a Inés con dos de sus amigas, muy divertidas, la sala está inundada de humo y hay botellas por todas partes, dijo mirando hacia arriba y con las manos levantadas. _ Definitivamente, no hay felicidad completa. 

_ ¿Inés, qué demonios significa esto?, ustedes par de estúpidas se me van ahora mismo._ dijo alterada.

_ No les hables así a mis amigas. _ dijo con voz estropajosa.

_ ¿Cuáles amigas, estúpida?, no son tus amigas porque no le importa la salud de tu mamá, no lo vuelvo a repetir las quiero fuera. _ dice el alta voz.